“La Missio Dei en Nuevos Tiempos” fue el tema general sobre el que se realizó la convocatoria de un centenar de misioneros, pastores y teólogos en Bogotá (Colombia) del 2 al 5 de mayo, con asistencia de participantes de diversos países de Latinoamérica y también de España.

El encuentro presentó diversas ponencias y mesas de trabajo en las que se plantearon los desafíos que se encuentran para la misión en la actualidad, principalmente en Latinoamérica, pero también atendiendo a una situación mundial en la que cada vez hay una mayor movilidad e influencia desde un punto al otro del mundo.

“Los tres participantes desde España y desde la Plataforma Española de Misiones (Rosa Barrachina, Zaza y Carlos Madrigal), gozamos de los contenidos del evento, así como del contacto y comunión con nuestros hermanos/as del mundo de habla hispana y portuguesa del continente americano”, explican en una carta los participantes de España. “Ha sido un tiempo de intensa reflexión para todos”, añaden en la misma.

Divergencias sobre las implicaciones de la misión

El evento sirvió para constatar los desafíos y las distintas perspectivas que enfrenta el movimiento misionero latinoamericano.

El comité organizador del evento emitió una carta en la que constataba la diversidad de enfoques en cuanto a las implicaciones de la misión. “Las diferentes exposiciones y las extensas conversaciones nos impactaron tanto en cuanto al tiempo que vivimos, con sus dolores, ambigüedades y desafíos, como en cuanto a la vocación de ser Cuerpo de Cristo en este mismo momento de nuestra historia”, expresaba el comité.

Agregaban que “no pudimos, como Encuentro de Reflexión, vivir plenamente lo que habíamos visto en la carta de Filipenses, que nos interpelaba e invitaba a ejercer la gracia y el cuidado en nuestra relación unos con otros, ya que terminamos expresando conflictos del pasado en cuanto a la comprensión de nuestra vocación misional, y que las nuevas generaciones, como han dejado claro, no reconocen y no merecen heredar”.

Es por ello que el comité expresó la “necesidad de continuar alrededor de otras mesas más, ya que todavía tenemos muchos desafíos en cuanto a nuestra vocación y nuestra capacidad de experimentar y acoger las diferencias en este mismo Cuerpo de Cristo, e incluso de vivir con nuestras limitaciones”.

Los organizadores reiteraron su compromiso de presentar próximamente “una síntesis del evento que configure la escucha de las mesas y que nos pueda llevar adelante en nuestro compromiso vocacional con la Missio Dei”, así como a dar difusión a “el material del evento que consideremos rico, profundo e incluyente, que tenga en cuenta la Misión Global y otras expresiones de la Missio Dei en estos tiempos”.

Agendas políticas, sociales y la extensión del mensaje

En la carta que firman los asistentes españoles explican de forma más concreta algunos de los enfoques divergentes que se presentaron en la conferencia. “El enfoque general centrado en cómo renovar la Missio Dei de la iglesia, iglesia que en algunos casos en el continente latinoamericano está demasiado centrada en la propia promoción y en ciertas agendas políticas, relegando el compromiso por la justicia social, por el ecosistema y por los más marginados (según el aporte de muchos de los ponentes), según otros de los participantes notó a faltar el llamado a llevar el evangelio hasta la último de la tierra”.

“Necesitamos una misión integral más transcultural y una misión transcultural más integral”, dicen los asistentes españoles

Desde la Plataforma Española de Misiones se concluye que “es evidente que, como iglesia del Señor, ahí donde estemos, no podemos cerrar los ojos a las necesidades de un mundo siempre en crisis y debemos actualizar constantemente nuestra respuesta y oferta evangélica, apoyándonos en la reflexión de la Palabra y en la oración, identificando las claves para traer esperanza y vida a un mundo cada vez más cambiante y complejo”.

Conversaciones y trabajo conjunto

Los asistentes españoles resaltaron la oportunidad de dar a conocer la Plataforma Española de Misiones en las conversaciones con los participantes y “apreciar con nuestros hermanos/ as latinoamericanos/as la muy buena labor que el Señor nos está permitiendo hacer desde la Plataforma, y un estímulo para seguir trabajando y sumando en la tarea que el Señor nos ha dado para hacer desde la península”.

“Oramos para que el Señor que nos abra los ojos. Necesitamos una misión integral más transcultural y una misión transcultural más integral, esta frase la hemos rescatado de las muchas conversaciones que se generaron estos días. Muchas veces fragmentamos la misión, la manera de resolver las diferencias es volver a sentarnos en la misma mesa compartida y seguir la dirección del Espíritu Santo”, concluye la carta.