Los materiales utilizados en la educación sexual en las escuelas del Reino Unido vuelven a ser motivo de controversia, ya que muchos padres han expresado su preocupación por las imágenes y conceptos a los que se exponen sus hijos.

Una miembro del parlamento del Partido Conservador, Miriam Cates, ha logrado llevar el debate al gobierno.

Cates, que es cristiana evangélica y madre de tres hijos, expresó su preocupación de que los niños estén expuestos a clases de educación sexual y sobre relaciones que son “inapropiadas para su edad, extremas, sexualizadoras e inexactas”.

Hablando en el parlamento, Cates dijo: “Lecciones gráficas sobre sexo oral, cómo estrangular a tu pareja de manera segura, o sobre que hay 72 géneros. Esto es lo que se enseña como ‘relaciones y educación sexual’ en las escuelas británicas”.

Tales lecciones “a menudo utilizan recursos de organizaciones no reguladas que están haciendo campaña activamente para socavar a los padres. Esto no es una victoria para la igualdad, es una catástrofe para la infancia”, denunció Cates.

El primer ministro Rishi Sunak dijo que el gobierno estaba “impulsando una revisión de los materiales escolares sobre relaciones, sexo y educación para la salud, y comenzaremos nuestra consulta lo antes posible” porque “nuestra prioridad siempre debe ser la seguridad y el bienestar de nuestros niños”.

Desde el movimiento ‘Let Kids Be Kids’ (dejad a los niños ser niños), una organización cristiana que busca la protección de los menores, expresaron su intención de presentar un plan para que los padres pudieran retirar a sus hijos de las lecciones sobre sexualidad y relaciones con las que no están de acuerdo. “Vamos a iniciar una solicitud judicial contra el Departamento de Educación”, dijo su portavoz a la emisora ​​​​británica Premier.

Una cristiana, despedida por supuesta “transfobia”

El debate social y mediático también está atendiendo estos días a la revisión judicial del caso de una asistente de enseñanza que fue despedida por publicar en su perfil personal de Facebook dos publicaciones que planteaban preocupaciones sobre los materiales sobre transgénero y educación sexual que se están utilizando en una escuela primaria de la Iglesia de Inglaterra (CofE) donde asiste su hijo de 9 años, informó Christian Concern.

Kristie Higgs perdió su trabajo por expresar sus opiniones personales en 2019. En 2020, un juez dictaminó que, a pesar de que sus publicaciones no eran “homofóbicas” o “transfóbicas”, la escuela estaba justificada para despedirla porque otros podían percibir que lo eran.