“Cuando se legalizaron las uniones entre personas del mismo sexo, predijimos que no sería el final del camino, sino el comienzo de algo peor”, explicó un teólogo cristiano y locutor de radio en Finlandia a Evangelical Focus después de que se aprobara la nueva ley transgénero.

La reforma ahora permite que cualquier persona de 18 años o más pueda cambiar su género legal con una autodeclaración y sin ninguna intervención médica. A pesar de la voluntad del gobierno de apresurar la aprobación de la ley en el parlamento en septiembre, no se aprobó un texto enmendado hasta el 1 de febrero.

“No me sorprende esta ley transgénero”, continúa el teólogo Pasi Turunen. “Solo me sorprende lo rápido que sucedió este desarrollo después de la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo”.

“Nuestros legisladores se han hundido en el abismo de la irracionalidad”, concluye.

Partido Cristiano, entre los críticos

Entre la minoría de parlamentarios que intentaron frenar el cambio de ley (69 'no' frente a 116 'sí') estaban los 5 representantes del Partido Demócrata Cristiano, un grupo que sostiene valores cristianos conservadores.

La presidenta del partido, Sari Essayah, lamentó que, como resultado de la ley, “se puede alentar a los jóvenes a adoptar una nueva identidad de género sin explorar qué desafíos de salud mental pueden tener. Eso no es prudente y en el peor de los casos es abandono”.

También preguntó por qué deberían utilizarse estadísticas basadas en percepciones subjetivas para dar forma a las políticas oficiales.

Confusión jurídica, efectos en los jóvenes

Otra política experimentada que ha expresado abiertamente sus críticas a la ley es Eija-Riitta Korhola, una filósofa que ha sido miembro finlandesa del Parlamento Europeo durante 15 años.

“El problema central del proyecto de ley es la confusión conceptual que subyace: utiliza el término género para referirse tanto al sexo biológico como a la identidad de género basada en el propio conocimiento subjetivo y la experiencia. Como resultado, la ley se vuelve inconsistente de una manera que puede conducir a una gran cantidad de jurisprudencia inconsistente, nos guste o no”.

Para ella, la ley solo traerá confusión entre los jóvenes. “En lugar de alentarlos a ser felices con quienes son físicamente, la situación crea un problema más de toma de decisiones en el mundo. Lo que solía ser un hecho biológico para empezar ahora es una casilla de verificación para decidir por uno mismo”.

“Ahora los baños y duchas públicos para mujeres pueden ser ocupados por un hombre biológico”, escribe. “Padres y abuelos, ¿es esto lo que queréis para las jóvenes adolescentes? Si te opones, puedes ser culpable de transfobia y discurso de odio”.

Según Korhola, los políticos no han actuado con responsabilidad. “Los legisladores deben abordar cuestiones difíciles cuando legislan; invocar los derechos humanos en general no es suficiente, especialmente cuando los derechos pueden chocar”.

La exparlamentaria argumenta que “muchas personas trans y miembros de la minoría sexual también se oponen al proyecto de ley, porque carnavaliza todo el fenómeno de la solidaridad de género (…) Merecen amor, comprensión y compasión, para no ser el símbolo de este tipo de locura legislativa”.

Los grupos LGBT apuntan a más

En el otro lado del debate, grupos como Seta, la organización LGBTQI+ más antigua de Finlandia, se alegró por la noticia.

Según Euronews, el secretario general del grupo, Kerttu Tarjamo, dijo que estaban "decepcionados" de que la ley no diera derecho a la autodeclaración a los jóvenes de 16 y 17 años, como sucedió en leyes recientes aprobadas en España.

Pero “sabemos que hay un fuerte apoyo para más reformas trans”, agregó.