Los socialdemócratas han ganado las elecciones parlamentarias en Dinamarca con el 27,5% de los votos y la primera ministra Mette Frederikssen seguirá al frente del gobierno.

Lo que no es seguro es qué socios de coalición elegirá, teniendo opciones en la izquierda y en el centro del espectro político. “En Dinamarca, durante muchos años hemos estado acostumbrados al progreso. Ahora enfrentamos dificultades, y con la guerra en Europa, la escasez de energía, la inflación y los desafíos climáticos, las crisis se combinan”, dijo la primera ministra, abogando por unir tantas fuerzas políticas en el nuevo gobierno como sea posible.

Entre estas fuerzas no estará el Partido Demócrata Cristiano de Dinamarca, que sufrió una dura derrota al obtener solo el 0,5% de los votos, frente al 1,7% en 2019.

El partido cristiano no obtuvo representación en el parlamento nacional y podría abandonar sus esfuerzos por mantenerse visible en un escenario nacional, según CNE.news.

Fundado en la década de 1970 como un movimiento pro-vida, Kristendemokraterne (KD) obtuvo su mejor resultado en 1975, con el 5,3% de los votos y 6 escaños en el parlamento de un total de 179.

A pesar de que en ocasiones estuvo cerca de alcanzar el umbral del dos por ciento, el partido no ha podido ganar representación en el parlamento desde 2005. Fuentes del partido ahora dicen que planearían centrarse en la política regional.

El aborto divide el partido

El mal resultado de las elecciones de 2022 se produce después de un acalorado debate interno sobre el aborto, el mismo tema que llevó a los miembros a iniciar el movimiento político hace 50 años.

La deriva progresista de la Kristendemokraterne había llevado a la dirigencia a apoyar el aborto legal y tratar de minimizar su incidencia en el país. Pero las voces que pedían incluir el aborto en la constitución danesa provocaron un enfrentamiento con la líder del partido, Isabella Arendt, de 30 años, quien en mayo de este año renunció.