El caso del entrenador que oraba y que llevó a considerar el estado de la libertad religiosa en EEUU

El Tribunal Supremo ha dado la razón a Joseph Kennedy, técnico del equipo de fútbol americano de un instituto que no fue renovado por acabar los partidos orando de rodillas en el campo.

Redacción PD

WASHINGTON D.C. · 29 DE JUNIO DE 2022 · 15:00

Joseph Kennedy, a la izquierda, frente al edificio del Tribunal Supremo, en mayo de 2022. / Facebook Support Coach Joe Kennedy.,
Joseph Kennedy, a la izquierda, frente al edificio del Tribunal Supremo, en mayo de 2022. / Facebook Support Coach Joe Kennedy.

Poco podía imaginar Joseph Kennedy, entrenador del equipo de fútbol americano de un instituto en Bremerton (Estado de Washington), que su gesto de acabar los partidos orando de rodillas en el campo provocaría una evaluación del estado en que se encuentra el derecho a la libertad religiosa en todo Estados Unidos.

La junta del distrito escolar de la zona había advertido a Kennedy que dejase de arrodillarse en la línea de 50 yardas al final de cada partido, para orar en silencio. Lo que acabó propiciando que se negasen a renovar su contrato de trabajo. Finalmente, la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos, con sede en San Francisco, dictaminó el año pasado que la actitud del entrenador no estaba amparada por la Primera Enmienda, ya que Kennedy trabajaba como empleado público después de haber obtenido una licencia administrativa en 2015 para ejercer en un instituto de Bremerton, cerca de la ciudad de Seattle.

Contradiciendo las conclusiones anteriores, el Tribunal Supremo ha decidido ahora, con una votación que se ha resuelto con 6 votos a favor y 3 en contra, que Kennedy estaba ejerciendo su derecho a la libertad de expresión y a la libertad religiosa, lo cual sí está protegido por la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense. 

“Aprender a tolerar todo tipo de oración es parte de una sociedad plural”

Según el juez del Supremo estadounidense, Neil Gorsuch, “Kennedy oraba en un periodo de tiempo en el que los empleados del centro eran libres para hablar con amigos, hacer una reserva en un restaurante, comprobar el correo electrónico o atender asuntos personales”. “Realizaba sus oraciones mientras sus estudiantes estaban ocupados en otras cosas”, ha añadido.

“La Constitución ni manda ni tolera este tipo de discriminación”, ha dicho. “Aprender a tolerar todo tipo de discursos y oraciones es parte de aprender a vivir en una sociedad plural”, ha añadido, citando un precedente de un caso en 1992.

Para la también jueza del Supremo Sonia Sotomayor, uno de los tres votos en contra, el entrenador llevaba tiempo realizando la práctica de orar en público. “Constantemente invitó a otros a unirse a sus oraciones y guió a los jugadores en oración en el mismo tiempo y lugar. La Corte ignora esta historia. Su derecho a orar en cualquier momento y de cualquier manera que quiera, mientras ejerce sus obligaciones profesionales, no es absoluto”, ha reprochado. 

La vinculación de Kennedy con el equipo de Bremerton, primero siendo entrenador del junior y luego entrenador asistente del primer equipo, comenzó en 2008. Cuando empezó a arrodillarse para orar al final de los partidos, algunos jugadores de su equipo, e incluso del rival, comenzaron a unirse a él. Los testimonios del caso recogen que además de oraciones, el técnico también añadió en ocasiones algún discurso de carácter motivador. Fue entonces cuando algunos padres y empleados del instituto comenzaron a quejarse.

El caso del entrenador que oraba y que llevó a considerar el estado de la libertad religiosa en EEUU

Kennedy comenzó su vinculación profesional con el equipo de Bremerton en 2008. / Facebook, Support Coach Joe Kennedy.

En Estados Unidos, la Primera Enmienda garantiza que el gobierno del país no puede aprobar leyes que que establezcan una religión como oficial o que prohíban el libre ejercicio de la misma, lo cual ha generado polémica, sobre todo en el ámbito de los funcionarios públicos y la forma en la que éstos pueden expresar su opiniones y creencias personales.

Una nueva orientación en el Supremo

El caso de Kennedy confirma una nueva orientación en la doctrina con la que el Tribunal Supremo gestiona los casos de posible interferencia entre religión y Estado. Hasta ahora, lo habían hecho centrándose en la llamada decisión del ‘Lemon test’, que se remonta hasta 1971, cuando la Corte dictaminó que las políticas gubernamentales deben tener un propósito secular, no pueden promover ni inhibir la religión, y tampoco deben afectar a la separación de poderes.

Tiempo después, en 1984, la jueza Sandra Day O’ Connor planteó la idea de que deberían ser los magistrados quienes considerasen si una política determinada apoya o perjudica en exceso a una opción religiosa en concreto. La pérdida de influencia de la llamada ‘Lemon test’ en los últimos años se ha visto ahora confirmada con la decisión del Supremo en el caso de Kennedy.

Por ejemplo, en 2014 la Corte se pronunció a favor de la tradición de orar para abrir las reuniones gubernamentales, y en 2019 desestimó que se tuviera que mover una cruz de unos terrenos del gobierno a las afueras de Washington D.C.

“Solo estaba ejerciendo mis derechos”

Kennedy, unos de los nombres del momento en Estados Unidos, ha asegurado en declaraciones a USA Today que todavía intenta procesar la resolución del Supremo. “No he parado de sonreír desde entonces y siento que toda mi alma vibra. Es increíble”, ha remarcado.

“Solo ejercía mis derechos”, ha dicho en una entrevista con Newmax TV. “Para todos los estadounidenses, esto es un incremento en su derecho a la libertad religiosa y de discurso. Nadie es más importante. Mis derechos son los mismos que los de cualquiera”, ha añadido.

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