Evangélicos en Filipinas ante las elecciones: “La mayoría tenemos miedo de entrar en otra dictadura”
El país asiático afronta unos comicios polarizados y que podrían suponer el regreso de la familia Marcos al poder.
MANILA · 06 DE MAYO DE 2022 · 12:00
El hijo de un dictador, el antiguo jefe nacional de policía o un boxeador retirado. Aunque parezcan los personajes de una película, en realidad se trata de algunos de los candidatos a la presidencia en Filipinas que el próximo lunes 9 de mayo conocerán con cuánto apoyo electoral cuentan en realidad.
El archipiélago del sudeste asiático afronta unas elecciones especialmente controvertidas y polarizadas, ya que podrían suponer el regreso de la familia Marcos al poder. Ferdinand “Bongbong” Marcos es el candidato predilecto, con hasta un 56% del apoyo según los últimos sondeos de abril. Se trata del hijo de Ferdinand Marcos (padre), el dictador que gobernó en Filipinas entre 1965 y 1986, y que a partir de 1972 lo hizo bajo una Ley Marcial en la que 3.257 personas fueron asesinadas de forma extrajudicial y otras 35.000 torturadas, según Amnistía Internacional.
Enfrente de la candidatura de Marcos, la única que parece plantear una alternativa posible es la hasta ahora vicepresidenta Leni Robredo, que podría sumar entre el 25% y el 30% de los apoyos y que cuenta con el respaldo de los obispos católicos, muy influyentes en Filipinas. El resto de candidatos, como Isko Moreno o el boxeador retirado Manny Pacquiao se sitúan por debajo del 10% del electorado.
“Estas son unas elecciones muy determinantes para nosotros. Han pasado 36 años desde que el pueblo filipino derrocó al dictador Ferdinand Marcos y ahora vemos que el candidato favorito de las elecciones es su hijo. Así que es muy relevante la manera en que la historia se va a reescribir, va a ser revisada”, comenta a Protestante Digital el líder evangélico filipino Matthew Velásquez, que sirve como responsable de transformación comunitaria en la Asociación Bautista Conservadora de Filipinas y anteriormente trabajó como asistente ejecutivo del director del Consejo de Iglesias Evangélicas de Filipinas (PCEC, por sus siglas en inglés). “Muchos de los esfuerzos por los que nuestro pueblo ha luchado hacia la democracia podrían estar en peligro de ser cancelados o destruidos por completo. Y al mismo tiempo, las elecciones son relevantes porque nuestra unidad como pueblo está siendo puesta a prueba”, añade.
Desde el Consejo Nacional de Iglesias de Filipinas (NCCP, por sus siglas en inglés) también explican a Protestante Digital que “estas elecciones son muy significativas y relevantes”. “Señalan si cambiaremos para mejor, democráticamente, o si continuaremos esta tendencia actual de tiranía y autoritarismo. Mostrarán si elegimos avanzar o volver al sombrío pasado de un país liderado por el hijo del dictador y la familia Marcos”.
“Queremos mantener nuestra democracia”
“Bongbong” Marcos forma tándem para ocupar el Palacio Malacañán (la sede residencial de la presidencia en Filipinas) con Sara Duterte, la hija del hasta ahora presidente Rodrigo Duterte, conocido por su controvertida lucha contra la droga, que solo entre 2016 y 2017 ya había dejado más de 12.000 muertos en las islas, según Human Rights Watch, y por sus polémicas declaraciones, llegando a afirmar que “Dios es estúpido” y a calificar a los obispos católicos filipinos de “bastardos que no sirven para nada”, entre otros comentarios.
Según lo estipulado en la constitución, Filipinas celebra elecciones cada seis años, y un candidato solo puede ejercer la presidencia durante una legislatura, sin opción a ser reelecto. “La mayoría de nosotros tenemos miedo de entrar en otro dictadura, y no es lo que queremos. Queremos conservar nuestra democracia”, asegura Velásquez.
Para este líder evangélico filipino, por un lado, el gobierno de Duterte “ha sido un circo”, algo que no ha acabado de facilitar la transición política. “El presidente saliente ha dicho siempre lo que tiene en mente, y por desgracia, lo que dice no siempre está de acuerdo con lo que dijo anteriormente o con lo que dirá mañana”, subraya. “Duterte ha sido el líder más rígido que hemos tenido, y eso es debido a sus fuertes declaraciones contra la corrupción, contra las drogas, y también por su reputación, siendo durante más de dos décadas alcalde de Dávao. Pero curiosamente, su política también ha abierto la posibilidad de que personas que han sido acusadas de corrupción se presenten de nuevo en el mismo partido político por el que concurre su hija. Por un lado ha estado repitiendo que la corrupción y la droga no deben tener cabida en nuestro país, pero si se observa el partido en el que se presenta su hija como candidata a la vicepresidencia y a las personalidades del mismo, se verá que han tenido casos de corrupción, que han sido condenados y que se ha demostrado que han robado al país”, añade.
Un escenario polarizado
La campaña política ha puesto de manifiesto lo dividida que puede llegar a estar la sociedad filipina. “La mayoría de los filipinos se inclinan por la personalidad más que por las plataformas, las credenciales o lo que han logrado en el pasado como figura política. Pero hay un número considerable de filipinos que son sensibles al hecho de que hay que elegir a un líder que tenga integridad, que tenga buenas credenciales, que tenga experiencia y que conozca el corazón de las masas”, remarca Velásquez.
Este escenario de polarización, confirman también desde el NCCP, es quizá una de las pocas garantías de cara a las elecciones del domingo. “Ya nos movimos de un sistema bipartidista a uno multipartidista, cuando hubo un experimento para montar un sistema parlamentario durante la dictadura de Marcos. Esto, durante años, ha significado que tuviéramos un presidente sin mayoría de votos, y aquí no hay segunda vuelta. Pero está claro que solo un candidato saldrá ganador”, dicen.
Las iglesias y el clan Marcos: el peligro de la desinformación y la ‘gracia’ barata
Las elecciones también han generado un escenario complejo a nivel informativo, hasta el punto de que, tal y como observa Velásquez, “la mayoría de filipinos están luchando por identificar cuáles son los hechos y cuáles no”. “Las noticias falsas y la desinformación juegan un papel importante en la confusión y la desinformación de muchos filipinos. Y la Iglesia no está lejos de eso. Me entristece decir que incluso entre las iglesias evangélicas y los cristianos en Filipinas, también hay confusión. Es un hecho bien conocido y bien investigado que han habido campañas de desinformación en el país. Y hasta ahora, podemos ver que esas cosas han funcionado para confundir a la gente, incluso dentro de la Iglesia”, asegura.
El tema recurrente en esta campaña electoral, según Velásquez, es la perspectiva y el revisionismo histórico alrededor de la familia Marcos. “En las iglesia vemos que nuestra doctrina y teología se están utilizando incluso para crear un malentendido entre los cristianos. Esto ocurre en gran medida con la discusión sobre la familia Marcos. Sabemos que históricamente la familia Marcos ha robado mucho, miles de millones de pesos y millones de dólares de Filipinas. Pero ahora, el país y muchos cristianos están enfatizando el perdón, la gracia. Están usando pasajes bíblicos para, quizás, justificar su apoyo y voto al candidato Marcos. Y, por otro lado, también hay muchos cristianos que están buscando justicia en términos de lo que los Marcos han hecho en el pasado”, explica Velásquez.
Dentro de las iglesias, matiza este líder, “hay un grupo que dice que hay que perdonarlos”. “Dicen que no es su padre y no debería ser responsable de lo que su padre ha hecho. Por otro lado, hay gente en las iglesias que dice que, antes de extender el perdón y concederle la confianza que busca, debe admitir y al menos disculparse o reconocer las injusticias que su familia ha cometido en el pasado. Tal vez esas sean las dos voces dominantes en la discusión dentro de las iglesias en este momento. Si alguien está en medio, su voz no es realmente escuchada”, agrega.
Desde el NCCP también confirmar “una batalla por la luz y la verdad, en medio de una aluvión de noticias falsas, desinformación y propaganda por distorsionar y revisar la historia de Filipinas, especialmente durante la Ley Marcial y la dictadura de Marcos”.
Los obispos católicos, muy influyentes en un país de 110 millones de personas donde alrededor del 80% se consideran católicas, se han mostrado favorables a la candidatura de Robredo y especialmente contundentes contra la de Marcos y Duterte, pidiendo a la población que evite “la descarada y sutil distorsión” que, consideran, promociona este tándem. De hecho, el presidente de los obispos, Pablo Virgilio David, ha hablado en referencias alegóricas, asegurando que nadie puede mantenerse “neutral” como Pilato, o llegando a decir que “no tenemos más enemigo que el Príncipe de la Mentiras, Satanás”.
Las relaciones exteriores, la economía y la pandemia: los retos
El impacto social y sanitario de la pandemia de la Covid-19 y la economía han sido algunos de los temas clave en el desarrollo de la campaña electoral. En Filipinas, el 61% de la población ha recibido la pauta completa de vacunación, siete puntos por debajo de la media general del continente asiático (68%), según la plataforma ‘Our World in Data’. Además, el país, que basa gran parte de su economía en el turismo, todavía se recupera de la caída de más del 13% del crecimiento anual de su PIB que sufrió en 2020.
No obstante, también destaca la cuestión de las relaciones exteriores, influenciada sobre todo por el pulso entre Estados Unidos y China. “Nuestras relaciones con otros países han cambiado. Nuestras relaciones con Estados Unidos, China, Rusia y los países de Naciones Unidas han cambiado. A nivel político, el reto podría ser elegir con quién vamos a construir relaciones más estrechas en los próximos seis años, porque hemos visto a Duterte distanciarse de los Estados Unidos de manera significativa en la última legislatura”, subraya Velásquez, que también recuerda el impacto que las relaciones exteriores pueden tener en la estabilidad de los cristianos en el país. “Creo que el próximo presidente, sea quien sea, continuará con esa tendencia o nos devolverá a nuestra posición tal vez no tan favorable de antes, pero al menos a una postura más neutral con las Naciones Unidas, especialmente si hay una investigación pendiente sobre la guerra contra las drogas [de Duterte]”, remarca.
“Las dinastías políticas en Filipinas son muy fuertes y también se han relacionado con otras dinastías políticas. Quienquiera que sea el presente tendrá que actuar en estos escenarios a nivel internacional, y luego a nivel local tendrá que rendir cuentas. Estamos hablando de un montón de fondos desaparecidos y mal administrados. La gente realmente quiere un cambio. Hemos visto el cambio que una dictadura o una autoridad fuerte podría traer. Pero creo que ahora la gente está más dispuesta que nunca a participar en el gobierno”, remarca Velásquez.
El NCCP se enfoca en la relación con China, en particular, después de las repetidas tensiones en los últimos años a causa de las maniobras y los movimientos en la costa que separa al archipiélago filipino del gigante asiático. A la entidad, en concreto, le preocupa “la dirección que se tomará en cuanto a política exterior independiente”. También consideran que será necesario revisar algunas de las leyes aprobadas durante la legislatura de Duterte, que “amenazan la Declaración de los Derechos”.
Los cristianos, comprometidos con las elecciones
Ya sea por la polarización que generan los actuales comicios, o por el interés en sí del desarrollo en la historia política nacional, lo cierto es que los cristianos parecen muy activos ante las elecciones en Filipinas. “Es sorprendente ver cómo muchos cristianos han sido muy expresivos en su postura política y en lo que también creen sobre el gobierno desde su visión bíblica. Eso no se había visto antes. Ahora, debido a la importancia de estas elecciones, vemos que cada vez más cristianos se hacen oír. Están más dispuestos a participar y salir a las calles e ir casa por casa para apoyar a su candidato o hacer campaña”, señala Velásquez.
Preguntando por las cuestiones que motivan la oración entre los evangélicos filipinos, este líder bautista subraya “la unidad en el vínculo de la paz”. “Estamos unidos en la doctrina, pero no hemos tenido muchas oportunidades de dialogar formalmente unos con otros. Y creo que esta es otra prueba para el liderazgo evangélico en Filipinas, cómo responder a un momento como este”, añade.
Velásquez también pide oración “para que Dios nos guíe claramente sobre cómo podemos participar como una comunidad más bíblica en nuestro gobierno local”. “Eso no significa necesariamente que tomemos posiciones políticas, pero participar en la comunidad tal como lo hizo Jesús cuando estuvo aquí en la Tierra es, creo, un buen desafío para nosotros en Filipinas, y hacerlo sin que se vea que tenemos motivaciones encubiertas”, agrega.
Por otro lado, el líder bautista asegura que ora “para que el mensaje de la iglesia en Filipinas siga siendo claro”. “Hay muchas sectas cristianas aquí, en Filipinas, otros grupos que dicen creer en Cristo, pero que en realidad tienen enseñanzas equivocadas sobre Jesús. Así que, si los evangélicos salimos para participar en la sociedad, orad para que no solo hagamos el bien, sino que también prediquemos las buenas noticias de Jesús y que, por la gracia de Dios y por su misericordia, nuestra participación y nuestra fidelidad en la predicación den lugar a que la gente también rinda sus vidas al Señor”, afirma.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Internacional - Evangélicos en Filipinas ante las elecciones: “La mayoría tenemos miedo de entrar en otra dictadura”
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