Después de conocer el fallo del Tribunal de Helsinki, por el que ha quedado absuelta de todo los cargos que la fiscalía general había presentado contra ella, la parlamentaria finlandesa Päivi Räsänen ha difundido un comunicado en el que recoge unas primeras reacciones.

“Estoy aliviada, feliz y agradecida al Señor y a todas las personas que me han apoyado. El fallo ha sido lo que esperaba: ni por un segundo creí hubiera cometido una ilegalidad con mis escritos y declaraciones”, ha subrayado la política, que también ha celebrado la absolución del editor luterano Juhana Pohjola.

Räsänen también ha manifestado su gratitud por “haber tenido esta oportunidad de defender la libertad de expresión, que es un derecho esencial en un país democrático”. “Esto ha sido un honor para mí. Aprecio mucho que el tribunal haya reconocido en su fallo la importancia de la libertad de expresión. Espero que esta decisión ayude a evitar que otros tengan que pasar por el mismo calvario”, ha remarcado.

“El tribunal ha tenido que pronunciarse sobre si es legal o no citar la Biblia”

La parlamentaria finlandesa, acusada de incitación al odio contra un grupo étnico por publicar un tuit citando Romanos 1, un librito sobre el matrimonio y por hacer unas declaraciones sobre la homosexualidad y la fe cristiana en un programa de radio, ha catalogado el fallo del tribunal de “histórico”. 

“Este proceso judicial y la decisión son históricos en cuanto a libertad religiosa y de expresión. El tribunal ha tenido que pronunciarse por primera vez sobre si es legal o no citar la Biblia. Los jueces han tenido que sopesar las relaciones entre los derechos fundamentales y la ley penal y la interrelación entre las distintas libertades fundamentales”, ha asegurado Räsänen.

“El interés en este caso surge de la preocupación de que si este tipo de cuestionamiento de la libertad de expresión es posible en un país como Finlandia, que tiene una buena reputación en materia de libertad de expresión a nivel internacional, lo mismo es posible en cualquier lugar. En el último Índice de Estado de Derecho, Finlandia ocupó el tercer lugar. Es alarmante que en un país que ocupó un lugar tan alto en el Índice de Estado de Derecho, haya sido acusada penalmente por expresar mis creencias profundamente arraigadas que se basan en el cristianismo clásico”, considera la política.

“Este proceso ha sido largo”

Valorando el desarrollo del proceso judicial, Räsänen ha señalado que “ha sido largo”. “Ha durado tres años, y no solo ha consumido tiempo y recursos por mi parte, sino también de la policía y del tribunal”. No obstante, ha afirmado haber sentido “alegría por poder hablar del evangelio y la expiación de Jesús durante estos años”. 

Aunque Räsänen dice que tenía la expectativa de que la fiscalía general “se hubiera conformado con el fallo”, la institución ha anunciado que recurrirá al Tribunal de Apelaciones. “Estoy dispuesta a defender la libertad religiosa y de expresión en todos los tribunales necesarios, también en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Quiero animar a otros a usar estos derechos básicos también”, ha añadido la parlamentaria finlandesa.