En Haití, “para la mayoría de los niños la escuela es sinónimo de comida”

Mientras la pandemia ha acentuado las crisis que ya existían en el país, Alianza Solidaria ha puesto en marcha un proyecto de provisión de alimentos para un colegio.

Redacción PD

PUERTO PRÍNCIPE · 09 DE JUNIO DE 2021 · 10:00

En Haití, para muchos niños la escuela es la única garantía de alimentación que tienen. / Alianza Solidaria,
En Haití, para muchos niños la escuela es la única garantía de alimentación que tienen. / Alianza Solidaria

La pandemia ha sido la última de una larga lista de crisis encadenadas para los haitianos, especialmente preocupados por el hambre y la inseguridad. Según la última actualización del informe que el Ministerio de Asuntos Exteriores español dedica al país caribeño, con fecha de marzo de 2021, cerca del 75% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, el 54% sufre pobreza extrema, y la tasa de desempleo nacional alcanza el 70% de la población. Los niños son uno de los colectivos más afectados, ya que la tasa de alfabetización solo es del 48,7%, lo cual pone de manifiesto un grave déficit educativo. 

Aunque Haití solo ha vivido un confinamiento de dos meses desde el inicio de la pandemia, las escuelas del país han cerrado desde 2019 en varias ocasiones, de forma intermitente, a causa de la escalada de la violencia social en los diferentes movimientos de protestas que se han sucedido. Además de en el terreno educativo, la inestabilidad de las escuelas supone una afectación directa a la alimentación de los niños, siendo los colegios la principal fuente de alimentación para muchos de ellos. Este es uno de los factores que provoca que la mortalidad infantil del país se sitúe en el 80%.

“Durante 2020 muchas escuelas, especialmente las públicas, no han llegado a abrir por la continuidad de la violencia en las calles, que ha llegado a derivar en secuestros y delincuencia en general. Nuestra escuela, L’Espoir, en Fonds Parisien, es de las pocas que abrió a principios de 2020, y aunque tuvo que cerrar en marzo por la pandemia, enseguida que pudo volvió a abrir. Pero las consecuencias del cierre de escuelas a nivel nacional, por todas esta diversas causas, generará a corto y largo plazo una mayor desigualdad y aumento de la pobreza”,  explica Yvrose Richard, que gestiona el orfanato Casa Esperanza y la escuela L’Espoir, donde más de 950 menores recibían educación y atención diaria antes de las revueltas de 2019. En la actualidad, acuden a la escuela, poco más de 660 niños.

En Haití, “para la mayoría de los niños la escuela es sinónimo de comida”

Las protestas y la violencia han continuado siendo una realidad en Haití, incluso durante la pandemia. / Alianza Solidaria
 

En este contexto, Alianza Solidaria extendió al verano de 2020 el apoyo al proyecto Almuerzo saludable, con el objetivo de proveer alimentos a decenas de niños de la escuela que al cerrar las clases por vacaciones se quedaban sin comida. Dada la gravedad de la situación, ahora se plantean ampliar la asistencia. “La constatación por nuestra parte de la situación de los niños con los que trabajamos, algunos muriendo literalmente de hambre, nos ha llevado a prolongar el proyecto”, explican desde la entidad.

“Los niños vienen a la escuela sin desayunar y cuando vuelven a sus casas tampoco tienen alimentos”

Según Yvrose, “los 663 niños que acuden ahora mismo a la escuela, vienen sin desayunar, y cuando vuelven a sus casas tampoco tienen alimentos”. “Para la mayoría de ellos la escuela es sinónimo de comida. Nosotros podemos ver sus rostros desanimados sin fuerzas, nerviosos, distraídos, e incapaces de concentrarse. Así es imposible que aprendan y es difícil enseñar en estas condiciones. Cuando llegan a la escuela les damos un desayuno, pero nos entristece verlos partir después de clase porque sabemos que en sus casas no tendrán alimentos, por eso presentamos este proyecto, que consiste en ofrecer una comida saludable a los niños. Queremos que vuelvan a casa ya comidos. La comida consistirá básicamente en arroz, verduras y legumbres”, señala.

En Haití, “para la mayoría de los niños la escuela es sinónimo de comida”

Alianza Solidaria colabora con el proyecto Almuerzo saludable, enviando ayuda para la alimentación de cientos de niños y niñas. / Alianza Solidaria

Cuando cerraron la escuela, dice Yvrose, recibieron la alarma de que “los niños estaban pasando hambre, algunos de ellos llegaban con hambre a la iglesia”. “Los precios, que ya eran caros, se dispararon con el cierre de la frontera con República Dominicana, y no han bajado. Esto ha sido un pretexto para empobrecer más al pobre y hacerlo morir de hambre. La subsistencia de las familias es un milagro en este país, Dios lo hace posible”, apunta.

Por eso, recuerda, contactaron con Alianza Solidaria, que comenzó a coordinar el envío de ayuda por medio de alimentos. “Fueron oportunos para todas las familias en ese momento. Las familias de la iglesia se organizaron para recibirla y repartir los alimentos. Entre todos hicimos un buen trabajo con la entrega de alimentos. Agradecemos a Alianza Solidaria por la ayuda recibida”, añade.

En Haití, “para la mayoría de los niños la escuela es sinónimo de comida”

La escuela L'Espoir ha seguido abierta mientras la mayoría de centros han permanecido cerrados en el país. / Alianza Solidaria

La gravedad de la crisis sanitaria

La gravedad de la pobreza ha repercutido en la actitud de la población en Haití respecto a la pandemia. “Cuando el gobierno informa de casos de Covid, la población no se lo cree. En Haití apenas hay registros y la gente no confía en ellos porque no confía en el gobierno, dada la corrupción política existente. Las medidas de seguridad se aplicaron el año pasado durante dos meses, pero este año la mayoría ya no las siguen. El problema más grave y básico del país es la inseguridad y la corrupción de la política. El pueblo no tiene confianza en el gobierno porque no lo han hecho bien”, asegura Yvrose.

El difícil acceso a la atención sanitaria también ha influido en la percepción de la incidencia de la epidemia de la Covid-19 en el país. “La sensación general es que los hospitales nunca han estado sobresaturados, y parece ser que cuando se anunció la pandemia la mayoría de ellos cerraron en la atención a otras enfermedades. Pero es que, pase lo que pase, la gente no va a los médicos, porque no pueden pagarlos. La gente acude mayormente a remedios caseros porque son más accesibles para el bolsillo del pueblo”, apunta.

En Haití, “para la mayoría de los niños la escuela es sinónimo de comida”

La tasa de alfabetización en Haití se sitúa por debajo del 50% de la población. / Alianza Solidaria

La vacunación tampoco se está desarrollando con normalidad. Aunque a Haití ya han llegado algunas dosis de Covax, el fondo de ayuda internacional para el acceso de los países con menos recursos a las vacunas de Covid-19, y Estados Unidos también ha anunciado que enviará más, no hay datos oficiales al respecto. “En estos últimos días, por presión internacional, el gobierno ha iniciado el proceso de vacunación con las dosis recibidas del extranjero. El problema ahora es que la población desconfía”, señala Yvrose.

Si quieres conocer más información sobre el proyecto y saber cómo apoyar, puedes consultar la página web de Alianza Solidaria

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