El gobierno turco sigue dando pasos hacia la confesionalidad islámica y abre una mezquita en Estambul

El nuevo centro de culto islámico, ubicado en la céntrica plaza de Taksim, ha sido inaugurado por el presidente Erdogan. “Nuestra mezquita ya ocupa un lugar destacado entre los símbolos de la ciudad”, ha dicho.

Redacción PD

ESTAMBUL · 01 DE JUNIO DE 2021 · 13:00

Imagen de la nueva mezquita ubicada en la Plaza Taksim. / Jelican 9, Wikimedia Commons,
Imagen de la nueva mezquita ubicada en la Plaza Taksim. / Jelican 9, Wikimedia Commons

Después de convertir en mezquitas la basílica de Santa Sofía y la iglesia bizantina de San Salvador de Cora, respectivamente en julio y agosto de 2020, el gobierno de Turquía continúa con su proceso, no declarado de forma oficial, de confesionalizar el Estado, y ahora ha inaugurado una nueza mezquita ubicada en la céntrica plaza Taksim de Estambul.

El edificio, de grandes dimensiones, tiene capacidad para acoger a 2.500 personas en el interior y 4.000 en todo el recinto, de 16.500 metros cuadrados en total. También cuenta con un aparcamiento de tres pisos con capacidad para 165 vehículos. “Nuestra mezquita ya ocupa un lugar destacado entre los símbolos de la ciudad”, ha dicho el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, durante la inauguración.

Para él se trata de un proyecto clave en su carrera política. Desde que en 1994 fuera elegido alcalde de Estambul y se comprometiera a la construcción de la mezquita, para Erdogan, líder del partido islamista moderado AKP y garante de lo que él ha denominado como “la generación piadosa”, la mezquita en la plaza Taksim representa una pieza fundamental en el desarrollo de su articulación cada vez más intensa entre política y religión, lo cual ha permitido también, en parte, mantener los focos del islamismo radical en Oriente Medio lejos de Turquía. Aprobado definitivamente en 2017, el nuevo lugar de culto islámico abre ahora sus puertas poniendo de manifiesto lo estrecha que se ha vuelto en los últimos años la relación entre la política y la religión (islámica) en Turquía.

Dejando atrás el secularismo de Atatürk

Si la transformación de Santa Sofía en una mezquita, después de ser convertida en un museo en 1934, ya suponía un desafío al modelo de Estado laico que impulsó el primer presidente de la República de Turquía, Mustafá Kemal Atatürk, el nuevo centro de culto de la plaza Taksim puede entenderse como una declaración de intenciones para el regreso a la confesionalidad estatal.

Más allá de estar situada en Taksim, descrita por algunos como “el tradicional corazón secular y liberal de la ciudad más grande Turquía”, la nueva mezquita está ubicada cerca de un monumento a la República y del Centro cultural de Atatürk, que entre otras cosas albergará una ópera, y que representa el legado del fundador del Estado laico. Además, la inauguración de la mezquita coincide con el octavo aniversario de las manifestaciones de Gezi Park, que comenzaron el 28 de mayo de 2013, para protestar contra los planes del gobierno de construir un centro comercial, un centro cultural y una mezquita en el lugar, y que acabaron con once muertos, 11.000 heridos y 3.000 detenidos.

“Además de ser un lugar de culto, la mezquita de Taksim será uno de los centros culturales y artísticos más importantes de Estambul, con su biblioteca digital y áreas de lectura, exhibiciones y salas”, ha asegurado Erdogan. “Creo que este tercer legado espiritual importante que le hemos dado a Estambul recientemente, después de la finalización de la Gran Mezquita Camlica, y de la reapertura de Santa Sofía, iluminará nuestra ciudad como una lámpara durante siglos”, ha añadido.

Erdogan se asegura la alianza del mayoritario islamismo moderado

Aunque Erdogan siempre ha guiñado el ojo al islamismo moderado turco, también como parte del partido al que representa, en los últimos años ha intensificado su esfuerzo por acercar su gobierno a la principal esfera religiosa del país. Sobre todo desde el intento de Golpe de Estado en 2016 y de la confrontación con el movimiento Hizmet y su líder Fetullah Gülen.

Según ha publicado Al-Monitor, durante la pandemia el gobierno de Erdogan ha adoptado medidas polémicas y en contradicción con la línea laica del Estado, como la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas durante 17 días de confinamiento. Además, en los últimos años también se han expandido las instituciones y la educación religiosa en el país.

Un ejemplo de ello es la controvertida Dirección de Asuntos Religiosos, que bajo Erdogan ha adquirido una influencia sin precedentes y a la cual el presidente ha destinado más dinero que a otras instituciones importantes del país. Según el mismo medio Al-Monitor, en 2020 esta entidad ha alcanzado los 128.000 empleados, y también gestiona un total de 90.000 mezquitas y 20.000 cursos coránicos en todo el país. El gobierno de Erdogan le ha asignado una partida presupuestaria de 13.000 millones de liras turcas (más de 1.200 millones de euros), convirtiéndose en la decimotercera institución pública más financiada de las 40 que reciben fondos del Estado. Su presidente, Ali Erbas, ha afirmado que “tenemos que aprovechar al máximo las oportunidades que se nos presentan para criar una generación piadosa”. 

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