“La política es sucia, pero necesitamos a cristianos trabajando allí”
Entrevistamos a Julia Doxat-Purser, representante sociopolítica de la Alianza Evangélica Europea, que cumple 25 años en Bruselas. En la política europea “hay que estar detrás del escenario y buscar una influencia cara a cara, en conversaciones personales con quienes están dando forma a las ideas”.
Evangelical Focus · BRUSELAS · 15 DE ENERO DE 2019 · 19:13
La oficina en Bruselas de la Alianza Evangélica Europea ha tenido siempre un equipo pequeño, pero en estos 25 años siempre ha tenido una oficina cerca de las instituciones de la Unión.
Julia Doxat-Purser fue la primera representante de los 23 millones de evangélicos cristianos en la ciudad belga. Al crecer la Unión en membresía e influencia, “todos venían para buscar influir en las dirección futura de la Unión Europea y en las decisiones que se tomaban”. En este contexto, la Alianza Evangélica Europea ha querido “asegurarse de que los evangélicos de Europa fuesen representados”.
Volviendo a 1994, Julia Doxat recuerda que “había muy pocos evangélicos que estuviesen interesados en asuntos de política y sociedad, se veía como una distracción con respecto al evangelismo”.
Pero “Dios pone personas en el mundo de la política para los propósitos de su Reino, y necesitamos orar por esas personas”, dice Doxat-Purser.
Pregunta. Julia, comenzaste tu propio viaje en la EEA en Bruselas el mismo año que te casaste. ¿Cómo ha sido tu experiencia personal?
Respuesta. Sí, me casé hace 25 años, justo antes de Navidad, y dos semanas más tarde, tras la luna de miel, tuve el privilegio de abrir la oficina de la EEA en Bruselas, donde trabajé durante diez años. Fue emocionante enfrentar dos cambios vitales tan importantes a la vez. La apertura de la oficina en Bruselas fue la respuesta a las oraciones de muchos años. Todo el cambio fue emocionante. Debo admitir que tras las primeras semanas, me sentía agotada y agobiada; entonces oré y me sentí aliviada. No era por haberme casado, era el nuevo trabajo; pero cuando empiezas un nuevo trabajo, creo que es bastante normal que te sientas un poco inestable.
P. ¿Cómo era la ciudad de Bruselas y el escenario de la Unión Europea hace 25 años, comparándolo con su estado actual?
R. Muy diferente. En 1993, justo antes de abrir la oficina es cuando la Comunidad Europea se convierte de forma oficial en la Unión Europea. El tratado de Maastrich, el mercado único y las cosas que damos por hechas ahora, se les dio forma entonces. Había entonces solo 12 Estados miembro, pero se preparaba una gran expansión. La atmósfera era positiva y dinámica. Los grandes edificios, el Parlamento Europeo y el Consejo de Ministros que veis en la televisión, aún no existían. Ni siquiera usábamos internet y apenas el correo electrónico. Teníamos que hacer mucha papelería. Recuerdo que uno de los documentos más valiosos era el contacto de todos los miembros del equipo en las instituciones europeas. A los “outsiders” (las organizaciones no oficiales) como la Alianza Evangélica Europea no nos daban una copia, pero teníamos amigos dentro y cuando ellos recibían una copia, nos la pasaban. ¡Así funcionaba! Había muy pocas organizaciones cristianas en Bruselas entonces. Estaban los cuerpos ecuménicos oficiales, conectados directamente con las iglesias Catóilica, Ortodoxa y las Iglesias Protestantes históricas.
P. ¿Por qué la Alianza Evangélica Europea decidió que los evangélicos debían tener una voz en Bruselas?
R. Antes de que abriéramos nuestra oficina, había una organización cristiana británica, CARE, que tenían una oficina en 1992 y habían realizado un gran trabajo en algunos aspectos, pero la EEA fue el primer cuerpo evangélico y a la vez paneuropeo en asentarse en Bruselas. La razón es simple: básicamente, la Unión Europea se estaba volviendo cada vez más importante. Había más poder, más potencial para hacer cosas buenas como cosas no tan buenas, y todo el mundo venía para intentar influir en la dirección de la Unión Europea y en las decisiones que se estaban tomando. Cada cosmovisión intentaba influir en la Unión Europea, excepto la evangélica. Cuando me refiero a visión evangélica, quiero decir que se priorizaran valores bíblicos. CARE estaba realizando un buen trabajo con una agenda más pequeña, representando a los evangélicos británicos, pero la EEA quería trabajar en otros aspectos también, para asegurarse que los evangélicos de toda Europa tenían representación.
P. En estos momentos, ¿qué aspecto tiene la oficina en Bruselas? ¿Cuántas personas trabajan allí?
R. Bruselas es un lugar muy caro, así que no tenemos una gran oficina, ni un gran equipo. En estos 25 años nos hemos mudado tres veces. Siempre hemos estado a poca distancia de las principales instituciones de la UE. Intentamos compartir con otras organizaciones cristianas para ahorrar costos y apoyarnos unos a otros. Compartimos el local con CARE muchos años.
A veces nuestras oficinas han sido muy modestas. Durante un tiempo estuvimos encima de un pub, y el olor a cerveza que subía no era muy agradable. Pero a pesar de que la oficina ha sido modesta, ha sido suficiente, y me gustaría agradecer a todas las personas que nos dieron muebles, equipos y fondos. Siempre ha habido una persona del equipo. El representante actual de Bruselas es Arie de Pater, pero siempre hemos tenido el privilegio de tener voluntarios acudiendo a ayudar como internos y asistentes. Muchísimas gracias a todos ellos.
P. En estos 25 años, probablemente habrás escuchado frases como “los cristianos no deben entrar en el sucio mundo de la política”. ¿Cuál es tu respuesta?
R. Comenzaría diciendo: "Hay muchos políticos y funcionarios públicos cuya motivación es hacer del mundo un lugar mejor, y eso es realmente lo que son". Muchas de estas personas podrían estar ganando dinero si quisieran en otros negocios, en otros sectores y no trabajando en el servicio público; incluso hay muchos cristianos involucrados en política, haciendo un buen trabajo.
Pero sí, la política puede ser sucia, puede ser más sucia porque involucra poder, y el poder es tentador. Las personas se sienten atraídas por la política por los motivos equivocados: el poder, el prestigio, la oportunidad de beneficiarse y dar privilegios a las personas que son como ellos. Pero si la política es sucia, no es solo responsabilidad de los políticos, todos compartimos la responsabilidad. Jesús dijo que los cristianos eran sal y luz. La sal se usa para conservar los alimentos, si se pudren, no se agregó sal suficiente. Y el mundo está oscuro si no hay suficiente luz.
Si el mundo de la política termina podrida y oscura, tenemos que preguntarnos por qué. Requiere más sal y luz, necesita la oración cristiana, y las Escrituras nos ordenan que oremos por nuestros líderes: incluyendo líderes que no nos gustan, y necesitamos que haya cristianos que trabajen en política. La Biblia está llena de historias de hijos de Dios sirviendo en lugares muy paganos, personas como Nehemías, Daniel y José. Dios coloca a personas en el sucio mundo de la política para los propósitos de su reino, y debemos orar por esas personas.
La política es sucia, la participación es difícil, pero eso no es razón para no involucrarse, sino una razón para involucrarse con humildad, dependiendo de Cristo, permaneciendo en Él. Creo que si nos involucramos en la política, deberíamos examinar nuestros corazones repetidamente, porque es fácil comenzar a sentirnos orgullosos o sentirnos más complacidos con nosotros mismos, porque tenemos ropa bonita, o nos invitan a fiestas con personas poderosas o tenemos un buen coche. Es tan fácil comenzar a odiar a aquellos que están del otro lado,y nos volvemos groseros, agresivos y críticos. Eso es muy fácil de hacer si nos atacan con agresividad y nosotros respondemos.
La política tiene mucha corrupción, y es fácil caer en pequeñas cosas que luego se convierten en grandes problemas. A lo largo de los años, he tenido el privilegio de conocer a cristianos que se han posicionado firmes, incluso llegando a perder sus trabajos por mantenerse firmes en contra de la corrupción.
La política es sucia, pero necesita que el cristiano trabaje dentro de ella. Pablo dijo que todos nosotros somos embajadores de Cristo, y él nos envía a representarle y ser como él. Pero si debemos ser como él, eso significa que seremos radicalmente diferentes. Si los cristianos se involucran en política, deben permanecer firmes para ser distintos de quienes están a su alrededor, y eso no es fácil.
P. ¿Son los cristianos más capaces de pensar bíblicamente sobre política ahora que entonces?
R. La respuesta rápida es sí. En 1994, había muy pocos evangélicos interesados en temas de política y sociedad, había una opinión común de que la participación política será una distracción del evangelismo. Yo diría que, si bien ese puede ser el caso, estar involucrado en asuntos sociales y políticos es parte de nuestro evangelismo, de nuestro testimonio del evangelio, y debemos comprometernos, recordando siempre que el evangelio es primordial.
Otra razón por la cual las personas no solían participar, es porque muchas naciones en Europa tenían una separación estricta entre la iglesia y el Estado, y los evangélicos aceptaron la idea de que no deberían participar. Pero si no se involucran, estamos frenando el beneficio de sal y luz que podríamos tener, como mencioné antes. Eso nos lleva a consecuencias negativas. No es que la EEA haya sido los pionera, hubo grandes ejemplos en ese entonces. Especialmente en el Reino Unido, la Alianza Evangélica hizo un gran trabajo; ha habido una larga historia de evangélicos en los Países Bajos involucrados en política. Pero hemos visto mejoras porque la EEA ha estado buscando inspirar y enseñar, y luego equipar a los cristianos para que piensen bíblicamente sobre la política, y animarlos a participar.
La Biblia está llena de política y se nos manda a hablar para defender a la viuda, al huérfano, al extranjero. Esos tres tipos de personas simbolizan a los más vulnerables. Se nos ordena luchar por la justicia, tratar a los trabajadores y clientes comerciales de manera justa. La Biblia tiene mucho que decir acerca de cómo se debe dirigir la sociedad. La simple frase “Ama a tu prójimo” tiene inmensas implicaciones sociales y políticas.
Los cristianos son ahora mejores para pensar bíblicamente sobre política que hace 25 años, pero todavía tenemos mucho que aprender. El mundo sigue cambiando, cada vez es más confuso, nunca debemos suponer que entendemos la perspectiva de Dios sobre las cosas, debemos seguir investigando en las Escrituras y dialogar entre nosotros. Hay muchas más Alianzas Evangélicas, muchas más ONGs cristianas que realizan campañas, muchos más cristianos individuales que trabajan en la vida pública, muchas más iglesias que sirven a sus comunidades, que sirven a los vulnerables, los pobres, etc., participando prácticamente. Es una obra fantástica que honra a Cristo.
Pero también necesito decir lo negativo. Lamentablemente, los estudios académicos muestran que la mayoría de los cristianos todavía generalmente piensan sobre la política de la misma manera que sus vecinos no cristianos. Es posible que tengan una opinión diferente sobre algunas cuestiones éticas, pero generalmente piensan lo mismo, creen que los políticos en los medios de comunicación son todos iguales, eligen su lado político a menudo motivados por lo que les afectará a ellos y a sus familias. No tienen una cosmovisión bíblica integral para ver su papel en la vida, así que creo que tenemos mucho trabajo por hacer para entender realmente el mundo desde una cosmovisión bíblica.
P. ¿Cuáles son algunos proyectos o colaboraciones de la EEA con otras organizaciones que te traen más alegría?
R. Estuve en Bruselas solo por 10 años. En lo que me involucré, y que me dio más trabajo, pero también la mayor alegría, fue trabajar para cambiar una directiva, una ley que la UE proponía prohibir cualquier discriminación en el empleo, en el lugar de trabajo. Esta fue una buena idea, excepto que nadie parece entender la necesidad de que las comunidades de fe tengan ciertas excepciones: una iglesia querría que un líder de la iglesia sea un cristiano, una sinagoga quisiera que su rabino fuera un judío. Y eso se aplica a algunos otros trabajos también.
Las comunidades de fe necesitaban poder reservar trabajos para las personas de su fe. La Alianz Evangélica Europea trabajó durante más de un año para hacer campaña, hablando con la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y luego también con los gobiernos de los estados miembros, porque todos tenían que decidir por unanimidad. Colaborar con varias Alianzas Evangélicas nacionales fue esencial en esto. Al final, se cambió el texto final. Cuando el empleador tiene un espíritu de fe muy claro, entonces, esa organización puede optar por emplear a alguien de su fe. Después de eso, volví al Reino Unido. Una prioridad en todo el proceso para la EEA es la libertad de religión y de creencias, no solo reaccionando a los problemas, sino principalmente tratando de convencer de manera proactiva a la UE para que lo comprenda y le dé prioridad.
La EEA se enorgullece de ser uno de los miembros fundadores de EPRID, que es la Plataforma Europea contra la Intolerancia y la Discriminación Religiosa. Nos dimos cuenta de que para convencer a la UE de tomarnos en serio, necesitábamos hablar su idioma y teníamos que ser vistos, defender la libertad religiosa para todos, no solo para los cristianos. Es por eso que se creó EPRID, que es una asociación abierta a organizaciones de cualquier fe o ninguna fe; Por eso, todas las puertas se abrieron. EPRID ha tenido un gran éxito en atraer la atención y el respeto de las instituciones de la UE, a veces de manera muy significativa.
El estilo de trabajo principal de la EEA en Bruselas está detrás del escenario y la influencia cara a cara, en conversaciones personales con las personas que están dando forma a las ideas. Probablemente las conversaciones más importantes que tuvimos, ha sido sobre persuadir a la UE para que priorice la libertad religiosa. El Servicio de Acción Exterior de la UE, que es como el departamento de asuntos exteriores, decidió hace unos años redactar directrices oficiales sobre la libertad religiosa. Los enviarían a sus oficinas en todo el mundo, de modo que todo el personal de todo el mundo comprendiera cómo establecer prioridades y responder adecuadamente cuando surgieran problemas de libertad religiosa. Los funcionarios públicos querían estas pautas, pero regresaron a la Alianza Evangélica y a todos los socios incluidos en EPRID, y dijeron: “¿Qué pautas hay que establecer? Ayudadnos a escribir esas pautas”, y eso es lo que sucedió. Fue fantástico ver la confianza que se había construido.
P. ¿Cuál es la situación de la libertad religiosa dentro de la Unión Europea?
R. Queremos ver a la UE priorizar y mejorar la libertad religiosa dentro de la UE. Saben que hay problemas y saben que realmente no tienen derecho a presionar a Irak o Arabia Saudita, si tienen problemas internos. El tipo de problemas que vemos ahora dentro de la UE es lo que yo llamaría problemas tradicionales, pero también hay una nueva tendencia en los últimos años. Como los Estados miembros se preocupan por el Islam radical, no quieren que se abran nuevas mezquitas. Por lo tanto, impiden que se abran nuevas mezquitas, pero luego se dan cuenta de que no solo pueden discriminar a los musulmanes, y terminan impidiendo que se abra cualquier edificio religioso.
También existe el problema de que los solicitantes de asilo cristianos sean deportados. Los funcionarios de inmigración están bajo una gran presión para deportar a la mayor cantidad posible de solicitantes de asilo, debido a la presión política. Por lo tanto, cuando tratan de evaluar si alguien es cristiano, no investigan de manera justa. O tal vez esté claro que esa persona es cristiana, pero no quieren tomar en serio la posibilidad de persecución si el cristiano es devuelto a un lugar como Afganistán. Está ocurriendo esta injusticia, y la gente está en gran peligro.
Luego, en Suiza, no dentro de la UE, sino dentro de la familia más amplia de naciones europeas, desde hace aproximadamente un año, los hospitales cristianos y las casas de asistencia ahora están obligados a permitir que los equipos entren en sus instalaciones, para poner fin a la vida de un paciente si ese paciente ha solicitado la eutanasia. Querían poder decir que no, y facilitarían al paciente abandonar el edificio e ir a otro lugar, pero perdieron el caso, por lo que no pueden escapar a la eutanasia que está ocurriendo en sus instalaciones, incluso si se oponen a la eutanasia por principios.
P. Los cristianos tienen todo tipo de opiniones sobre temas políticos. ¿Cómo decide sobre qué temas tomará una posición clara la EEA?
R. La EEA solo puede hablar cuando sabemos que la mayoría de nuestros miembros están de acuerdo, cuando creemos que está muy claro lo que la Biblia dice acerca de algo. En la práctica, eso significa que hay mucho de lo que no podemos hablar, y eso puede frustrar a los cristianos que dicen: “¿Por qué no están hablando sobre este tema?” Y yo digo: “Bueno, los evangélicos no están de acuerdo”. El equipo sociopolítico de la EEA está formado por mí y nuestro nuevo representante de Bruselas, Arie de Pater. Pero no llegamos a decidir cuáles serán las políticas de la EEA.
Cada posición posible se dirige a un proceso de autorización muy cuidadoso por parte de un pequeño grupo de líderes evangélicos de todo el continente, que representan a los miembros. Cuando aplicamos una política, se verifica cuidadosamente antes de que podamos comenzar a hablar de ello. Pero tenemos confianza en defender y promover la libertad religiosa para todos, en promover una perspectiva bíblica en una promoción llena de gracia del matrimonio, la familia, el género y la sexualidad, por lo que estamos a punto de publicar un nuevo documento sobre temas LGBT, y publicamos un Documento sobre identidad de género en 2017.
Hace dos años publicamos un documento relacionado con la crisis de refugiados en Europa. El tema de los refugiados y la migración es un poco más divisivo, y los cristianos evangélicos tienen más divergencias en esto. Pero nos dimos cuenta de que necesitábamos decir algo, de modo que trabajamos arduamente para consultar a evangélicos que sabíamos que pertenecían a diferentes partes de ese espectro de izquierda a derecha, pero sabíamos que siempre buscaban estar basados en el pensamiento bíblico, en lugar de simplemente tener una opinión. Cuando pudimos lograr que estuvieran de acuerdo, sabíamos que estábamos en el camino de tener un documento equilibrado, que fuera bíblico y que valiera la pena publicarlo, que no era insípido, sino desafiante.
Entre otras cosas, dice que, a juzgar por los estándares bíblicos y legales, ha habido muchos fracasos en la forma en que Europa y las naciones europeas han respondido a los refugiados y migrantes. Habla sobre los requisitos bíblicos claros de la comunidad local para dar la bienvenida, pero también de los extranjeros para integrarse. Desafía diciendo que es un requisito salvar vidas y actuar con compasión. Incluye el reconocimiento de que una nación no puede permitir que todos los que quieran ingresar lo hagan, lo que no puede funcionar de forma práctica ni política. Eso significa que las naciones tienen el derecho de decir que no quieren recibir más migrantes o refugiados.
Sin embargo, no tienen derecho a hacerlo si en realidad no han ayudado un poco. También nos atrevemos a decir que la erradicación de los migrantes y los solicitantes de asilo es mala, pero también los solicitantes de asilo y los refugiados deben comportarse bien, ya veces hay un mal comportamiento. Tratamos de hablar de maneras que algunas personas pueden encontrar desafiantes, pero mientras consultábamos, buscábamos equilibrarnos con los evangélicos de la izquierda y de la derecha.
P. ¿Hay personas que quisiera mencionar como clave en el trabajo en estos primeros años de historia de la oficina de la EEA en Bruselas?
R. Me gustaría agradecer a Jeff Fountain, quien en ese entonces era el director europeo de JCUM. Llegó a Bruselas en 1991, al darse cuenta de que la UE estaba adquiriendo cada vez más importancia, nos conoció a mí y a muchos otros que ya estaban allí, y comenzó a celebrar importantes conferencias anuales para reunir a los evangélicos y despertar nuestra responsabilidad.
Al mismo tiempo, nuestro personal de la Alianza Evangélica en el Reino Unido, nos escuchó y dijo: “Vamos, adelante, abrid una oficina de la EEA en Bruselas”.
Me gustaría agradecer a Stuart McAllister, quien era el Secretario General de la EEA que respondió a lo que estaba sucediendo y dijo: “Sí, abramos la oficina”.
Me gustaría mencionar a Martin Eton, quien trabajó para la Alianza Evangélica en Reino Unido, fue mi mentor y me enseñó a hacer el trabajo.
A lo largo de los años, ha habido muchos funcionarios públicos trabajando en la Comisión Europea y miembros del Parlamento Europeo que trabajaron con nosotros para lograr una perspectiva bíblica sobre la política y, ocasionalmente, poder cambiar las cosas.
P. ¿Qué te gustaría decirles a los jóvenes cristianos, estudiantes que tengan el deseo de servir a Dios en el campo de la política? ¿Cómo les animarías para unir su fe y su interés en la sociedad?
R. Les animaría a que lo hagan, y encontrarán amigos cristianos que crezcan con ellos en su viaje, orando juntos, mirando las Escrituras juntos, rindiéndose cuentas unos a otros, animándose unos a otros. También hay programas de capacitación y tutoría cristiana para personas que quieren trabajar en política, si no pueden encontrar uno, pueden contactarnos y haremos todo lo posible para conectarlos. Yo formo parte de un programa de IFES (GBU) llamado Cross-current.
Pero no son solo los jóvenes cristianos, no son solo los que sienten que realmente quieren trabajar en política, todos los cristianos van a participar en la política hasta cierto punto, porque todos estamos llamados a orar por nuestros líderes, el que nos gusta. y los que no nos gustan. Si vivimos en una democracia, todos tenemos un voto, tenemos que usarlo bien, con responsabilidad y con valentía. Todos podemos abrir nuestras Biblias y realmente comenzar a leerla para encontrar una cosmovisión sobre cómo se debe dirigir la sociedad.
A veces nos desesperamos por todos los partidos políticos que se forman, los candidatos que se presentan, que pueden parecernos deprimentes. Pero oremos y alentemos y equipemos a nuevas personas para que entren en la política.
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