El Papa subraya aspectos teológicos que dividen a católicos y protestantes

El recuerdo de Juan Pablo II era intenso en el encuentro que presidía Benedicto XVI, sobre todo porque en aquel mismo atrio de la basílica de San Pedro –donde se celebraba la fiesta de la Anunciación- reposó el féretro de madera de Juan Pablo II, devoto mariano. El actual Papa comentó que la fiesta de la Anunciación ayuda a considerar el principio mariano de la Iglesia (católica), que es todavía más originario y fundamental que el principio petrino. “En el momento de la Anunciación, el Ángel la llamó con el nombre divino con el que Dios la ve y la califica: «llena de gracia»”. PEDRO Y MARÍA Según Benedicto XVI, la relación entre el principio petrino y el principio mariano de la Iglesia (católica) se descubre también en el símbolo del anillo papal, pues es siempre un signo nupcial y debe recordarles su misión de servicio a la Iglesia (católica) «con amor de esposo» y con una entrega total. Después de la ceremonia, el Papa invitó a un almuerzo a todos los cardenales. Sus últimas palabras fueron para celebrar la universalidad de la Iglesia y la unión con “el sucesor de Pedro”. POSTURA PROTESTANTE Para el protestantismo la figura de María es respetada. Entiende y defiende la concepción virginal de Jesús. Pero se rechaza para María cualquier papel de intermediación con Dios (igual que para el resto de los “santos” católicos), así como de divinización de su figura. Por otro lado, no se entiende que exista ningún tipo de sucesión de Pedro, ni siquiera que éste tuviese ningún cargo jerárquico (se interpreta de manera muy diferente los textos que la Iglesia católica quiere utilizar para defender el teórico primado de Pedro). Sin duda estas declaraciones en nada ayudan a un hipotético diálogo y acercamiento entre católicos y evangélicos o protestantes; a la vez que evidencian las bases teológicas de Benedicto XVI. Respetables como cualquier idea, pero sin ninguna duda –más que alejadas- enfrentadas a la teología bíblica tal y como entendió Lutero (por citar una referencia teológica).