Todos los días son el Día de la Tierra con los programas de World Vision
Ser buenos administradores del medio ambiente en cualquier lugar, forma parte de ser testigos fieles de la obra de Dios en todo el mundo. Un artículo de Elisabeth Rickard.
27 DE ABRIL DE 2025 · 11:55

En abril se celebra el Día de la Tierra. Desde World Vision destacamos la importancia de una buena gestión medioambiental y la diferencia que supone para las personas que viven con dificultades.
Para muchos de nosotros en contextos occidentales, el cuidado del planeta es una opción que podemos tomar cuando se ajusta a nuestro estilo de vida. Pero para las personas que luchan por ganarse la vida en pequeñas explotaciones agrícolas de países en desarrollo, la degradación del medio ambiente no es un inconveniente que puedan ignorar.
Más bien, la gestión medioambiental puede significar la vida o la muerte para ellos: afecta a sus cultivos, animales, hogares y medios de subsistencia.
Según el Banco Mundial, las personas más pobres del planeta -a menudo pequeños agricultores- son las que más dependen de que los ecosistemas funcionen correctamente: que llueva para sus cultivos, que las abejas polinicen y que los ciclos de temperatura sean fiables.
Sin embargo, estos agricultores carecen a menudo de recursos y conocimientos para gestionar sus entornos agrícolas y no agrícolas de forma que los bosques, ríos y climas florezcan.
Y aunque los pequeños agricultores contribuyen mínimamente a los problemas medioambientales globales, soportan la mayor parte de los impactos negativos de la degradación de los ecosistemas del planeta.
Sin un enfoque global en la restauración de los ecosistemas, las posibilidades de las personas vulnerables de construir medios de vida mejorados y resistentes siguen siendo limitadas.
Las raíces del problema
En muchos lugares, las prácticas agrícolas anticuadas degradan los ecosistemas locales. Por ejemplo, la quema de rastrojos reduce la fertilidad del suelo y a menudo lo esteriliza.
Cuando se talan los bosques, el suelo pierde su adherencia a la tierra y se erosiona rápidamente. Y cuando llueve, el suelo no puede absorber el agua necesaria. Los principales activos productivos de los agricultores -la tierra y el suelo- literalmente se los lleva el viento durante las sequías o se los lleva la corriente durante las inundaciones.
Si añadimos el riesgo de corrimientos de tierras y la pérdida de biodiversidad local, nos damos cuenta de lo crucial que es para el bienestar de los agricultores la gestión de sus ecosistemas.
Por ejemplo, en Humbo (Etiopía), la tala incontrolada de árboles ha convertido un frondoso bosque en un páramo desnudo. Sin la protección de los árboles y la vegetación del suelo, éste se erosionó y la escorrentía inundó las zonas bajas.
Los campos se cubrieron de cieno y piedras. La producción agrícola de la zona se redujo un 70% en cuestión de años.
Una solución sencilla y de gran alcance
Pero cuando los agricultores asumen la responsabilidad de restaurar las tierras degradadas, pueden ver rápidamente cómo los pozos secos y las pequeñas cosechas se convierten en arroyos burbujeantes, campos florecientes y hogares prósperos.
A los pocos meses de que World Vision enseñara a los agricultores de Humbo a gestionar la tierra con un antiguo método de regeneración de los árboles, los resultados fueron claros: la hierba para los animales creció rápidamente y los manantiales empezaron a fluir de nuevo.
La erosión del suelo se detuvo y su fertilidad aumentó. Los niveles de agua de los pozos siguieron subiendo, la fauna volvió a las colinas y las familias duplicaron sus cosechas.
La gestión activa de los ecosistemas es parte integrante de muchos de nuestros programas en todo el mundo. Para impulsar el éxito de los agricultores, sobre todo a medida que cambian las pautas meteorológicas y pluviométricas, enseñamos a las comunidades a gestionar el suelo, la vegetación y los recursos hídricos de su explotación.
Al igual que en Humbo, ellos y sus vecinos aprenden a gestionar y rehabilitar los árboles y bosques, las cuencas hidrográficas y los pastizales de la comunidad.
Mientras seguimos aprendiendo lo interconectados que están los ecosistemas de nuestro planeta, ser buenos administradores del medio ambiente en cualquier lugar, forma parte de ser testigos fieles de la obra de Dios en todo el mundo.
Las personas a las que Jesús llama «los más pequeños de mis hermanos y hermanas» en Mateo 25:40 son las mismas personas que trabajan duramente para ganarse la vida con la agricultura.
El cuidado del medio ambiente es una forma práctica y profunda de cuidar de las personas que luchan por salir de la pobreza. A medida que todos optemos por una buena gestión medioambiental, los efectos positivos para nuestros hermanos y hermanas se multiplicarán.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Infancia plena - Todos los días son el Día de la Tierra con los programas de World Vision