Un corredor de esperanza

Como director de los programas de World Vision que abordan el cambio climático en el Corredor Seco, Jorge Galeano reflexiona sobre lo que hay que hacer para ayudar a la infancia y las familias afectadas por la crisis climática.

13 DE ABRIL DE 2024 · 18:00

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Vulnerable a los fenómenos climáticos extremos, el Corredor Seco Centroamericano es una franja de tierra que se extiende 1.600 kilómetros desde el sur de México a través de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua hasta Costa Rica. En ella viven más de 20 millones de personas, tanto en contextos rurales como urbanos, y según el Programa Mundial de Alimentos, los patrones irregulares de sequía han dejado a más de una cuarta parte de los hogares de la región en situación de inseguridad alimentaria.

Al ser una de las regiones más afectadas por el cambio climático en América Latina, si no en el mundo, los habitantes del Corredor Seco sufren las devastadoras consecuencias de inundaciones y sequías extremas que hacen casi imposible la subsistencia de las poblaciones más vulnerables. Los periodos prolongados de sequía -seguidos de lluvias torrenciales- provocan inundaciones, corrimientos de tierras, daños en los cultivos, contaminación del agua y falta de agua potable. Esto provoca graves consecuencias en los medios de subsistencia de sus habitantes, causando inseguridad alimentaria, falta de empleo y la emigración de millones de centroamericanos.

Queríamos escuchar la voz de la infancia que vive en el corredor seco para dirigir nuestros esfuerzos a sus necesidades. Más de 1.250 niños y niñas de entre 9 y 18 años participaron en la encuesta de World Vision realizada en Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, y en 35 municipios del Corredor Seco.

Esta es una muestra de lo que compartieron con nosotros:

"Estoy triste, porque durante la sequía mueren los árboles, no hay agua, pasamos mucho calor y la gente sufre de enfermedades respiratorias por culpa del polvo", explica Axel, de 11 años.

"Ahora llueve poco, y cuando llueve el río se desborda", dice Samuel, de 11 años.

"Tenemos que acarrear agua durante unos 500 o 600 metros, ya que el pozo más cercano se secó", cuenta Maycol, de 16 años.

"Hay mucha gente que ha emigrado a Estados Unidos, porque no pueden cultivar nada ni encuentran trabajo en el campo", se lamenta Maricela, de 11 años.

Estos niños y niñas explicaron que sus comunidades han perdido cosechas, han padecido escasez de agua y alimentos y sufrido inundaciones en sus casas después de las lluvias y en verano. Estos son sólo algunos de los problemas que sufren.

World Vision ha escuchado las voces de los niños y niñas y mantiene su compromiso de mejorar la vida de los habitantes del Corredor Seco, dejando una huella verde que conserve los recursos naturales y mitigue los peores impactos del cambio climático a través de la iniciativa “Reverdecer el Corredor Seco”, que busca impactar positivamente en la vida de 10 millones de personas.

Un corredor de esperanza

Las intervenciones fomentarán la colaboración con las agencias de cooperación, el sector privado, las organizaciones confesionales y las comunidades en cuatro áreas principales:

  • Regeneración y Protección del Medio Ambiente: Promoviendo la regeneración del entorno local, reconectando a las comunidades y familias con el medio ambiente.

  • Gestión de los Recursos Hídricos: Las comunidades refuerzan sus conocimientos y habilidades para gestionar de forma integral los recursos hídricos.

  • Gestión de Riesgos y Resiliencia: Implicando a las comunidades en la gestión y reducción de los riesgos de los impactos del cambio climático y fomentando la resiliencia como parte de su desarrollo.

  • Y Seguridad Alimentaria: Atendiendo las necesidades urgentes de las niñas, niños, sus familias y comunidades que viven en situación de vulnerabilidad.

De esta forma, World Vision busca promover cambios que reduzcan los efectos de la crisis climática en las poblaciones más vulnerables y al mismo tiempo promover la justicia climática como una forma de relacionarse con el medio ambiente. Es un reto enorme que va más allá de nuestra capacidad individual. Queremos demostrar que juntos podemos hacer más.

 

Jorge Galeano es el director de World Vision en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua y el patrocinador de la Iniciativa del Corredor Seco. Con más de 24 años trabajando en el sector humanitario y de desarrollo en América Latina y el Caribe, tiene una visión holística de los retos y oportunidades actuales para la organización.

 

 La gestión medioambiental de World Vision 
 

Nuestro enfoque de gestión medioambiental se basa en cuatro principios centrales de orientación:

1 Somos cristianos y administradores de la creación de Dios

Uno de nuestros valores centrales establece que “Somos administradores de la creación de Dios”. Cuidamos la tierra y actuamos de formas que restauren y protejan el medioambiente.

2 Estamos comprometidos con las personas más empobrecidas y centrados en la niñez

El cambio climático y la degradación medioambiental son impulsores clave de la pobreza, la desigualdad y la vulnerabilidad de la niñez.

3 Esto es lo que se espera de nosotros:

WV firmó la Carta sobre el clima y el medioambiente para organizaciones humanitarias en enero de 2022. Al firmar la carta, WV se compromete a cumplir los siete compromisos siguientes:.

1. Intensificar nuestra respuesta a las crecientes necesidades humanitarias y ayudar a las personas a adaptarse a los impactos de las crisis climáticas y medioambientales.

2. Maximizar la sostenibilidad medioambiental de nuestro trabajo y reducir con rapidez nuestras emisiones de GEI.

3. Adoptar el liderazgo de los actores y comunidades locales.

4. Aumentar nuestra capacidad para comprender los riesgos medioambientales y climáticos, y desarrollar soluciones basadas en pruebas.

5. Trabajar en colaboración con todo el sector humanitario y más allá para fortalecer la acción climática y medioambiental.

6. Usar nuestra influencia para movilizar una acción climática y una protección medioambiental urgentes y más ambiciosas.

7. Desarrollar metas y medir nuestro avance a medida que implementamos nuestros compromisos.

4 Lo que podemos lograr

La implementación de las pautas ayudará a las oficinas a reducir nuestra huella medioambiental, la cual tiene un impacto global negativo en el bienestar de la niñez, y a generar posibles ahorros financieros (por ejemplo, por la reducción de viajes o uso de energía), lo cual implicará que más fondos se usen para llegar a más niños y niñas vulnerables.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Infancia plena - Un corredor de esperanza