Algún día llegará el olvido

Olvidarás.

En la senda del recuerdo te encuentro, en un camino nostálgico sembrado de memoria.

Atadas las manos que nada supieron y lo ignoraron todo.

Olvidarás.

Cuando en este paseo de ahora compruebes como ha quedado tu casa, lamentarás no haber probado antes el olvido, lamentarás haber quedado presa del silencio .

Las palabras dañinas fruncirían tu ceño haciéndote invisible ante las párvulas ganas de amar.

Olvidarás.

Llegará su nombre hasta ti pronunciado por necios labios. Contadores de una historia de triste presente sin él.

No puedo decir que me quede al margen, sería mentir.

Siento un gran desdoble en el interior cuando oigo de tu tristeza. El tiempo se encargará de desteñir lo que hoy luce con viveza y conseguirás, con ayuda de Dios , que el ayer sólo produzca cosquillas en el recuerdo.

Rememorarás un tramo de pasado que pudo ser presente pero se fue alejando.

Las manos se batirán en agitado movimiento.

Volarán las palabras y arrebatadas por la sal, gritarán en un sórdido monologo de adioses.

Ha llegado la hora y aunque no te sientas preparada para avanzar a solas, has de tener valor y dejar atrás el pasado que te condiciona el presente.

Suena una lejana canción, melodía que un día tuvo lugar en tu corazón y que hoy se desvanece en un prolongado dolor callado.

Finges dureza, pero expresa tu mirada la congoja que interiormente se fragua , que agazapada se vuelve huidiza para brotar con gemidos en la soledad de la noche.

Nunca se está preparado para soltar amarras , y aunque se suelen hacer ensayos, una vez llegado el momento se suman la impotencia y el dolor, la incertidumbre y el miedo.

Dios te dará la fuerza para conseguir un futuro que ahora te parece utópico.

Cerca del Padre encontrarás paz en la tormenta.