“La inerrancia bíblica: Ensayo sistemático, exegético e histórico”, de Andrés Messmer y José Hutter

La inspiración conlleva la autoridad, la cual a su vez conlleva afirmaciones respecto a la verdad. La doctrina específica que trata este tema se llama “la inerrancia” y es el tema de este libro.

06 DE MAYO DE 2021 · 18:00

Detalle de la portada del libro.,
Detalle de la portada del libro.

Un fragmento de “La inerrancia bíblica: Ensayo sistemático, exegético e histórico”, de Andrés Messmer y José U. Hutter (Clie, 2021). Puede saber más sobre el libro aquí.

Introducción

Como ha señalado Wayne Grudem en su obra magisterial sobre la teología sistemática, la doctrina de la inspiración conlleva —por lo menos—cuatro consecuencias: autoridad, claridad, necesidad y suficiencia. (1) Bajo el encabezamiento de autoridad se encuentra la relación entre la Biblia y la verdad. Es decir, la inspiración conlleva la autoridad, la cual a su vez conlleva afirmaciones respecto a la verdad. La doctrina específica que trata este tema se llama “la inerrancia” y es el tema de este libro.

El debate sobre la inerrancia es uno que se ha luchado principalmente en países con tradición protestante y, por tanto, en los idiomas alemán, holandés, francés y sobre todo inglés; pero dos motivos nos han movido a escribir un libro sobre el tema para el mundo de habla hispana. Primero: el tema en sí merece la pena. Los cristianos deben saber qué tienen en las manos cuando abren la Biblia. La Biblia es el libro más importante para los cristianos, sobre ella muchos han basado su fe y práctica, y deben saber si contiene errores —por ejemplo, de tipo científico, arqueológico, filosófico, religioso, etc.— o no. Segundo: hemos visto en los últimos años un creciente interés en la inerrancia dentro del mundo de habla hispana, demostrado por el creciente espacio dedicado al tema en varias plataformas sociales, tanto por los que la atacan como por los que la defienden. Por desgracia, hemos notado también que, en muchos casos, los dos bandos están mal informados, y sus críticas y defensas respectivas solo aportan más confusión al respecto. Así que, por estos dos motivos, hemos decidido dedicarnos al tema de manera seria y responsable.

Para los que están interesados en el trasfondo más específico del libro, los capítulos expuestos aquí tienen su origen en una conferencia que los dos autores dimos sobre el mismo tema el día 11 de noviembre de 2018 en Madrid para celebrar el 40 aniversario de la renombrada Conferencia Internacional sobre la Inerrancia Bíblica (ICBI según sus siglas en inglés), un hito de mucha importancia respecto a la inerrancia. En la conferencia también expusimos sobre dos temas adicionales, a saber, una respuesta a dos teólogos españoles que recientemente habían criticado fuertemente la inerrancia, y una ponencia sobre la relación entre la inerrancia y la predicación. No hemos incluido aquí dichas ponencias porque quedaban fuera de nuestro enfoque principal, que es tratar con uno de los temas más importantes relacionados con la inerrancia. Sin embargo, esperamos que los lectores puedan ver la aplicación práctica que la inerrancia tiene para nuestras iglesias: trata con la Palabra que leemos, estudiamos y predicamos y sobre la cual basamos nuestra fe en Jesucristo.

En cuanto al plano del libro, tiene la siguiente lógica. El capítulo primero expone la inerrancia desde una perspectiva sistemática y expone el argumento de que, como las palabras de Dios son veraces (es decir, inerrantes), y como la Biblia es la Palabra de Dios, entonces la Biblia es inerrante también. El segundo capítulo presenta una exégesis profunda sobre los dos textos clásicos sobre la inspiración, a saber, 2 Timoteo 3:14- 17 y 2 Pedro 1:19-21. La conclusión del capítulo es que Dios ha inspirado toda la Escritura y que dicho acto conlleva la inerrancia. El tercer capítulo presenta el testimonio de la Iglesia primitiva con respecto a la inspiración e inerrancia de la Biblia, y concluye que la inerrancia —tal como la conocemos hoy— ya estaba presente en los primeros siglos. El cuarto capítulo trata acerca del canon de la Biblia. Queda incluido en el libro porque expone la limitación de la inerrancia, a saber, a los 66 libros de la Biblia (protestante). El último capítulo es un apéndice donde se presentan los documentos fundamentales de la Conferencia Internacional sobre la Inerrancia Bíblica.

Es de suma importancia aclarar que la inerrancia no se trata de cómo interpretar la Biblia —pues dicho tema forma parte la hermenéutica— sino de qué es la Biblia. Es decir, la inerrancia responde a preguntas sobre la naturaleza de la Biblia respecto a su relación con la verdad y no sobre el significado de la Biblia. Dicho de otra manera: aquí hablamos de temas relacionados con la ontología y no de los relacionados con la epistemología. Somos muy conscientes del hecho de que no hemos escrito el libro definitivo sobre la inerrancia, e incluso habrá matices que los mismos autores no compartamos. Sin embargo, estamos totalmente persuadidos de que la inerrancia es una doctrina bíblica y que ha sido la creencia de la Iglesia desde el principio hasta ahora. Dios ha hablado en la Escritura y, por lo tanto, “Lo que dice la Escritura, lo dice Dios”.

Andrés Messmer

José Hutter

Cuaresma, 2019

 

(1) Teología sistemática: una introducción a la doctrina bíblica, trad. Miguel Mesías, José Luis Martínez y Omar Díaz de Arce (Miami, FL: Editorial Vida, 2009), 74-142.

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