Paris, je t’aime

Cuando una persona recibe a Cristo en su corazón, ¡es salva! Pero las cosas no pueden quedar simplemente ahí, seguiríamos siendo una especie de bebés espirituales; tenemos que entrar en unos Juegos Olímpicos de algún modo.

16 DE JUNIO DE 2024 · 22:00

Imagen de <a target="_blank" href="https://unsplash.com/es/s/fotos/paris#:~:text=Foto%20de-,Alexander%20Kagan,-en%20Unsplash">Alexander Kagan</a>, Unsplash.,
Imagen de Alexander Kagan, Unsplash.

La vida es un viaje y París es solo una parada en el camino.”

En París, cada calle es una historia por descubrir.”

En la ciudad de la luz, todo parece más brillante y hermoso.”

En París, cada rincón tiene una historia que contar.”

Jojo Moyes

 

Siempre me fascinó París, su sereno y precioso río Sena, la Torre Eiffel alzada sobre todo, a las orillas del Sena preciosa e imperecedera, cada calle, cada rincón, cada boulevard..... invitan a soñar, es como una ciudad mágica y hoy quisiera estar paseando por alguna de sus preciosas calles o sentarme en alguno de sus míticos locales respirando, luz y mucho más y, sin darme cuenta, recordé qué en poco se celebran allí Los Juegos Olímpicos. De modo que quiero adentrarme un poco en todo el tema y aplicarlo a alguna lección espiritual.

Los Juegos Olímpicos de París 2024, oficialmente conocidos como los Juegos de la XXXIII Olimpiada, está previsto que sean un evento multideportivo internacional que se llevará a cabo entre el 26 de julio y el 11 de agosto de 2024 en la ciudad de París, Francia.

París quiere que los Juegos se celebren en el corazón de la ciudad, en sus monumentos, en lugares que evocan tanto su historia como su futuro. El deporte saldrá de los estadios y se invitará así mismo donde no se espera: los Campos Elíseos se transformarán en una gigantesca pista de ciclismo, los Campos de Marte en una pista de vóley-playa, el Sena como piscina, el triatlón bajo la Torre Eiffel... se podrá ver una vista previa del evento con maquetas e imágenes virtuales realizadas para poder tener un anticipo de lo que se espera. ¡Por supuesto! París también contará con sus magníficas instalaciones deportivas: el Stade de France, el Arena Bercy, el Parc des Prince y Roland Garros formarán parte del evento.

Además de descubrir los acontecimientos en lugares excepcionales, el ambiente al margen de los Juegos promete momentos memorables. Las ceremonias deben estar abiertas al mayor número de personas posible en el corazón de la ciudad. La cultura también estará en el centro de las celebraciones, que pondrá de relieve los jóvenes talentos, las tendencias emergentes, la mezcla de culturas del mundo y las contracorrientes. Más que nunca, es una oportunidad para planificar una estancia en la capital para asistir a las competiciones deportivas y descubrir París y su región en la emoción de un evento único. 

¡Sí, me encanta París, también me encantan los Juegos Olímpicos! Pero cuando voy a la Biblia, encuentro lecciones preciosas sobre este último tema.

Dice la Escritura:

¿No se dan cuenta de que en una carrera todos corren, pero solo una persona se lleva el premio? ¡Así que corran para ganar! Todos los atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno. Por eso yo corro cada paso con propósito. No solo doy golpes al aire. Disciplino mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo que debe hacer. De lo contrario, temo que, después de predicarles a otros, yo mismo quede descalificado.” (1ª Corintios 9: 24-27)

Cuando una persona recibe a Cristo en su corazón, ¡es salva! Pero las cosas no pueden quedar simplemente ahí, seguiríamos siendo una especie de bebés espirituales; tenemos que entrar en unos Juegos Olímpicos de algún modo. Fijaos en cada termino que utiliza el apóstol para describir todo este tema... habla de una carrera, de un premio, de correr para ganar, habla de la disciplina que tienen que tener los atletas para entrenar... y comienza aplicarlo a la realidad espiritual. Si simplemente hablamos de deporte, se va a desvanecer; pero en la carrera cristiana hay un propósito eterno, y por ello tenemos que realizar todo eso con una mente clara y definida, y si no lo hacemos así corremos el peligro de predicarles a otros y poder quedar descalificados. ¿Somos realmente conscientes de todo lo que implican estos textos bíblicos? Creo que en ocasiones lo olvidamos con demasiada frecuencia y eso conlleva demasiados riesgos.

Comenzamos con París, seguimos con sus próximos Juegos Olímpicos y terminamos con una lección espiritual que siempre toca mi corazón y que deberíamos tener muchísimo más en cuenta.

Termino dejando para todos vosotros la conocida y preciosa canción basada en las míticas palabras de Jim Elliot.: “No es un tonto aquel que renuncia a lo que no puede conservar, para ganar aquello que no puede perder”.

Siempre me ha fascinado su historia y su legado y creo que nos enseña una tremenda lección sobre la importancia de priorizar y valorar lo verdaderamente importante en la vida. Os la dejo en la preciosa voz de Miguel Ángel Guerra.

Espero que podáis ser bendecidos al leer y escuchar tanto como yo al escribir y recordar verdades bíblicas básicas que nunca debemos olvidar en nuestro camino al cielo.

 

Fuentes: Redaktion France.fr / París para uno y otras historias 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Follas novas - Paris, je t’aime