Pautas de vida y servicio cristiano
Vale la pena mi esfuerzo en el servicio a mi Padre.
19 DE MARZO DE 2022 · 10:00
«Somos las Biblias que el mundo está leyendo; somos los credos que el mundo necesita; somos los sermones que el mundo está escuchando.
Billy Graham
“Un hijo de Dios debe ser una bienaventuranza visible de gozo y felicidad, y una doxología viviente de gratitud y adoración.“
Charles Spurgeon
«No he escrito mi propio epitafio, y no estoy seguro de que deba hacerlo. Sea lo que sea, espero que sea simple, y que señalará a las personas no a mí, sino a Aquel a quien serví.»
Billy Ghaham
Hace algún tiempo que descubrí, o más bien recordé, algo que me hizo pensar un buen rato, y son 7 estupendas pautas de conducta del gallo.
1- El gallo se levanta temprano e inmediatamente emprende su tarea (que Dios le ha confiado).
2- El gallo no se niega a cantar porque existan ruiseñores. Hace lo que puede, lo mejor que sabe.
3- El gallo sigue cantando aunque nadie lo anime ni se lo agradezca. En realidad, no espera que nadie lo haga.
4- El gallo despierta a los que duermen. Su tarea es impopular, pero necesaria.
5- El gallo proclama buenas noticias: Acaba de amanecer. Ante ti tienes por estrenar un nuevo día, lleno de magníficas oportunidades.
6- El gallo es fiel cumplidor de su tarea. Se puede contar con él. No falla nunca. Es un excelente centinela.
7- El gallo nunca se queja de tener que hacer siempre lo mismo, de que nadie le felicite o de que a nadie le importe.
Anónimo
Nunca me maravillaron excesivamente los gallos, es cierto que pueden resultar bonitos, con un porte elegante; aunque también con una pose un tanto presuntuosa… Tuve que leer, cada una de las características escritas anteriormente, para detenerme y darme cuenta de que una simple mirada, impresión, o juicio ajeno, me pueden llevar a una gran equivocación.
Leo y releo estas siete características y llego a algunas conclusiones…
El gallo realiza la tarea que Dios le encomendó cada día de su vida sin la menor queja, la realiza extraordinariamente bien, aunque no le guste demasiado y sea, en ocasiones, molesta e impopular. Al gallo le importa muy poco que haya ruiseñores con un canto maravilloso que atraen todas las miradas y todos los oídos, él va a lo suyo y no se amilana ante esto. Y sigue adelante por mucho que nadie se fije en su trabajo, nadie se lo agradezca… o incluso les resulte molesto a muchos. Realmente, hace lo que se le ha encomendado a pesar de todo, y nada lo echa hacia atrás, y lo hace cada día de su vida, resultando bueno, fiel, confiable, obediente... sin importarle todos y cada uno de los inconvenientes.
Creo que si tuviera que buscar un texto bíblico que resumiera todo esto sería:
“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres”. (Colosenses 3:23)
Del mismo modo que me encontré 7 razones del gallo, encuentro otras 7 razones para servir fielmente a mi Señor; aunque podría encontrar mil más:
1.- Glorificar al Señor mi Dios en cada cosa que hago, por muy insignificante que le parezca a algunos.
2.- Mi Señor me ha concedido dones espirituales con el fin de que le sirva, exalte su Nombre para su gloria, y pueda llegar a ser de bendición para otros.
3.- Sirviendo estaré demostrando la profunda realidad de mi fe.
4.- No hay demasiados que estén dispuestos a servir con fidelidad y dispuestos igualmente a pagar cualquier precio por ello.
5.- A través del servicio a mi Dios y Señor, estaré dando buen testimonio. y podré ser una “carta viva”.
6.- Cuando sirvo, me doy cuenta que es el resultado de mucho estudio, mucha rodilla doblada, al mismo tiempo que estoy poniendo en funcionamiento mi comprensión profunda de la Palabra.
7.- El servicio a mi Señor va a costarme precios difíciles en ocasiones, pero también traerá regalos preciosos, como el forjar amistades inolvidables, duraderas y valiosas.
Me ha encantado meditar en algo aparentemente tan insignificante como las 7 pautas de conducta de un gallo; pero la más preciosa conclusión que encuentro de todo esto es que vale la pena mi esfuerzo en el servicio a mi Padre, y poder escuchar decirme cuando llegue a su presencia:
“……… ¡Hiciste bien, sierva buena y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!”. (Mateo 25:21)
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