El lenguaje y la esencia del perfume

Si somos un poquito intuitivos y observadores, podemos deducir mucho de la personalidad de alguien, simplemente dejándonos llevar por el aroma que desprende.

06 DE SEPTIEMBRE DE 2015 · 15:25

,

“El perfume anuncia la llegada de una mujer y alarga su marcha”

“El recuerdo es el perfume del alma”

“No es la apariencia, es la esencia; no es el dinero; es la educación: no es la ropa; es la clase”

“El acto más valiente que una puede hacer, es pensar por si misma en voz alta”

Todas estas deliciosas y acertadas frases son de la mítica e inolvidable modista parisina que revolucionó la moda y el mundo de la alta costura de los años de entreguerras, COCO CHANEL. Y, si bien su vida no es el mejor de los ejemplos en alguno de los sentidos, no podemos olvidar su increíble merito, talento e influencia que llega hasta nuestros días.

Mi intención en estos momentos no es hablar de Coco Chanel, pero sí de algo que ella conocía muy bien como son los perfumes.

Desde siempre me encanta el halo, la estela y la deliciosa brisa que deja tras de si una persona sutilmente perfumada. Y creo que, si somos un poquito intuitivos y observadores, podemos deducir mucho de la personalidad de alguien, simplemente dejándonos llevar por el aroma que desprende.

En una ocasión íbamos a comer con algunas personas a la casa de unos amigos. El regalo para la anfitriona era un precioso centro de flores. Cuando lo fui a recoger con una amiga que lo había encargado, me quedé maravillada… Era realmente hermoso en todos los sentidos, lleno de delicadas flores en tonos suaves de lo que yo creía todo confeccionado de modo artificial. Entonces mi amiga me dijo, huele!! Huele!! Yo me quedé medio paralizada, allí había todo tipo de tejidos, desde las más finas sedas, hasta flores secas… Qué podía yo oler?? Entonces me dijo, huele las rosas!! Y fue cuando me fijé que había unas siete rosas pequeñas unas maravillosas rosas de te, que inmediatamente me retrotrajeron al inolvidable jardín de mi abuela y a aquellas, guardadas en lo más profundo de mi ser, preciosas rosas de te en aquel anaranjado suave… Cómo olvidarlas!! Entonces comencé a oler aquellas pequeñas rosas y aquel centro cobró vida, ya no sólo era un delicioso y hermoso centro de flores maravillosas pero artificiales, llevaba vida propia dentro, maravillosa y sutil fragancia natural y ante todos mis sentidos cobró una especie de valor muchísimo más alto y hermoso.

Desde un púlpito escuché algo a una mujer increíble, Igna Suárez. Quería explicar verdades espirituales y comenzó a hablar del perfume, dijo que siempre lo utilizaba; pero que se lo ponía cinco minutos antes de vestirse la ropa, era el modo perfecto de que el resultado final no fuera una extravagancia, sino un delicado aroma que llevara implícita su personalidad. Nunca olvidé aquella exquisitez y lo aprendí a poner en práctica, me encanta!!

Hay perfumes para todos los gustos y personalidades, yo suelo ser fiel a mi perfume, pero hay un perfume muy especial para mi y es el perfume del nardo.

Todavía recuerdo, siendo niña, la primera vez que tuve una vara de nardo entre mis manos; la colocó allí mi madre, recuerdo cada gesto, cada palabra, cada mirada y cada sensación de aquel momento… Me pareció maravilloso, simplemente maravilloso… Nardo recién cortado!! Simplemente delicioso!!

Hubo una mujer cuya historia recoge el Evangelio, su vida era de bastante dudosa reputación y necesitaba ir hasta Jesús. Le pesaba demasiado su vida y deseaba desesperadamente llegar ante el Rey de la Gloria hecho hombre y derramar sobre Él lo más preciado que poseía, un vaso de Alabastro lleno de perfume de nardo puro, algo de muchísimo valor.

Era mujer y en unos tiempos muy difíciles para alguien como ella, pero le importó muy poco lo que pensaban Simón, los discípulos y todos aquellos hombres... Rompió aquel precioso Alabastro y derramó el delicioso perfume sobre la cabeza de Jesús, después ungió Sus pies con el perfume y los enjugó con sus lágrimas y con sus cabellos. Por supuesto!! Hubo pensamientos y comentarios de todo tipo, pero a María le importó muy poco, le bastó y la llenó el Amor de Jesús, Sus ojos tiernos y cargados de cariño, compasión, perdón sincero y absoluto y… Pasó de todo lo demás. Hay una frase que me encanta y es cuando dice la Escritura que “LA CASA SE LLENÓ DEL OLOR DEL PERFUME”

Cada vez que pienso en perfumes, no puedo evitar el dejar de pensar en Coco Chanel, su estilo, su elegancia, su mítico Chanel nº5…… Pero hay algo muchísimo más importante para mi y es el perfume que pueda desprender mi vida, mi vida entera… Qué clase de brisa suave, halo, estela, huella, “perfume” voy dejando por donde quiera que piso??. Pido a mi Señor poder dejar, a cada paso de mi sendero, una deliciosa huella de Su Amor, Su compasión, Su comprensión, Su dulzura, Su ternura… Simplemente quiero seguir Sus pisadas, ser como Él, andar como Él anduvo, dejar que "La casa se llene del olor del perfume”. Sé demasiado bien que ese será, no sólo lo mejor que me pueda poner encima; sino la mejor manera de decirle al mundo, sin necesidad de palabras que… DIOS ES AMOR!!

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Follas novas - El lenguaje y la esencia del perfume