Fructificando en la gestión empresarial (7): fidelidad
Cumplir nuestros compromisos en lo poco y en lo mucho es una marca fundamental del líder empresarial cristiano.
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El sexto elemento del fruto del Espíritu Santo es la fidelidad y su significado bíblico, según Douglas Tenney, es “un atributo o una calidad aplicada en la Biblia tanto a Dios como a los seres humanos. Dios es constante y leal, fiel en guardar sus promesas e inmutable en su naturaleza ética. Los hombres fieles son aquellos de los cuales se puede depender para cumplir con sus responsabilidades y con su palabra”.
La fidelidad tiene que ver con cumplir con nuestros compromisos, con Dios, con nosotros mismos, con la empresa y con todo nuestro ámbito relacional.
Jesús nos da una clave a los lideres empresariales cristianos de lo que significa la fidelidad en la gestión empresarial, cuando en la parábola de las monedas de oro, reconoce la excelente gestión de algunos de los mayordomos que consiguieron unos buenos rendimientos financieros para su patrón, diciéndoles: “Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré”. Mateo 25:21a.
Podría haber elogiado a sus mayordomos únicamente por su buen hacer, es decir por los resultados obtenidos, pero lo hace también por su fidelidad. Además relaciona el nivel de fidelidad o lealtad con el patrón con su proyección profesional.
De esta parábola extraemos al menos tres enseñanzas:
1.- Nosotros somos mayordomos. No importa la posición que tengamos en la empresa, ya sea accionistas o ejecutivos, debemos considerar a Dios como dueño absoluto de todo y nosotros sus mayordomos o administradores. Esto requiere humildad y sobre todo lealtad a nuestro jefe supremo.
2.- Debemos cumplir con nuestros compromisos. Eso requiere que seamos excelentes en nuestra gestión. Un líder empresarial cristiano debería ser reconocido en su sector como un empresario exitoso. No deberíamos conformarnos con ser buenos cuando tenemos a nuestro alcance ser excelentes. Por cierto, en la economía de Dios, los beneficios se calculan en múltiplos, no en porcentaje.
3.- Nuestra proyección profesional depende de nuestra fidelidad a Dios. En función de cómo ejerzamos nuestra fidelidad y buen hacer en la responsabilidad de menor repercusión, así será nuestra carrera profesional o empresarial.
Si estas pasando por momentos de estancamiento en tu carrera profesional, te animo a reflexionar si has sido fiel y leal a Dios en las responsabilidades y posiciones que has tenido hasta la fecha.
Una de las consecuencias de ser bueno y fiel en nuestra responsabilidad empresarial, es disfrutar del gozo de nuestro Señor.
Desde los inicios de mi carrera profesional, he tenido muy claro cuál es mi rol delante del Señor en cualquier cargo empresarial que he tenido y eso me ha ayudado a tener los pies en el suelo y la cabeza en lo alto.Es interesante ver que una de las consecuencias de ser bueno y fiel en nuestra responsabilidad empresarial, es disfrutar del gozo de nuestro Señor. Mateo 25:21b: “Entra en el gozo del Señor”.
Aunque esta parábola está enmarcada en las enseñanzas de Jesús sobre el reino de Dios, podemos aplicarlo también a nuestra vida profesional cotidiana. Dios quiere que seamos buenos y fieles administradores, pero también que nos gocemos con él.
La fidelidad a Dios se puede visualizar con nuestra integridad en lo que se refiere a nuestros comportamientos y responsabilidades. ¿Qué tan íntegros somos en nuestra gestión, en nuestra responsabilidad fiscal, en referencia a la calidad de los servicios y productos que ofrecemos, con nuestra moralidad, etc.?
Ana Botín, en el año 2015, pedía a los banqueros actuar con “integridad” como clave para potenciar el éxito del sector financiero mundial en los próximos años, y advirtió de que cuando los bancos se comportan de “forma responsable” pueden competir y prosperar con sus clientes.
¿Somos conscientes de a quien servimos más allá de la jerarquía empresarial?
Ya lo decía el rey David hace más de 3.000 años: “El Señor protege la vida a los íntegros, y su herencia perdura por siempre” Salmo 37:18.Un líder empresarial íntegro es una persona confiable, tiene la conciencia tranquila, atrae otras personas a su negocio, está enfocado en los objetivos y metas, tiene tranquilidad mental y una excelente reputación.
¿Nos considerará Jesús siervos buenos y fieles?
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