La situación en Ucrania continúa siendo dramática para miles de personas, no solo afectados por las pérdidas materiales y personales de la invasión rusa, sino también por las consecuencias económicas y sociales que dificultan el desarrollo del país. Más se complican las cosas al asomarse la perspectiva de un invierno en el que puede haber cortes de energía y sistemas de calefacción en un lugar donde las temperaturas pueden llegar a 20 grados bajo cero.

Estas circunstancias son las que motivan la ayuda que se está destinando desde las iglesias bautistas de la UEBE en España, que desde el inicio de la crisis en Ucrania se han volcado para ayudar y canalizar todo tipo de enseres en zonas afectadas por la guerra.

Daniel Banyuls, secretario de la UEBE, explicó a Protestante Digital lo que pudo observar en un reciente viaje a Ucrania, donde se encontraron con la nueva ola de ataques desde Rusia. Banyuls pudo visitar a las iglesias que siguen siendo puntos de ayuda importantísima para miles de familias, así como valorar la labor espiritual que se está desarrollando desde las mismas.

También comentó sobre la visita a un orfanato en el que se alojan menores que han perdido a sus padres, muchos de ellos procedentes de la zona este del país, donde la guerra es más intensa. Una de las estrategias de ayuda que acaban de poner en marcha es la de financiar un sistema de calefacción para el orfanato.

Desde la UEBE se ha puesto además en marcha una recogida de ayuda humanitaria, sobre todo se necesitan medicamentos, material sanitario, pañales, alimentos no perecederos y mantas. Todo este material se envía directamente por medio de un tráiler y se entrega a las iglesias, que se están encargando de distribuirlo según las necesidades que detectan.

“La necesidad de ayuda es urgente”, comentó Banyuls a Protestante Digital, enfatizando la buena labor en la distribución de todo lo que se ha enviado hasta ahora, lo cual han podido comprobar en los dos viajes realizados este año a Ucrania.

Una labor pastoral difícil

Banyuls también explicó las dificultades emocionales y espirituales que atraviesan en la actualidad las iglesias. “El sentimiento nacionalista se ha exacerbado mucho a causa de la invasión, y eso hace difícil trabajar en el tema de la reconciliación” admite el pastor bautista. Por ello, pidió a las iglesias evangélicas en España no dejar de ayudar ni dejar de orar para que Dios obre, no solo para que la guerra acabe, sino para que los cristianos puedan ser un testimonio fiel en un contexto tan complicado.