La identidad es uno de los temas que más atención está recibiendo en la sociedad actualmente. En el Fórum Apologética, se presentó respuestas para algunos de los aspectos centrales a los conflictos que se presentan, partiendo desde preguntas fundamentales sin resolver en la sociedad occidental.

“No solo la sociedad, también como iglesia hemos sufrido mucho en los últimos años y podemos decir que no somos los mismos que antes”, expresaba Andy Wickham, director de la Fundación Pontea, una de las entidades organizadoras, al comenzar el evento. “Estamos en un contexto más vulnerable, más roto, más necesitado, y también quizá más abierto a buscar respuestas”.

Es por eso que tanto las plenarias como las exposiciones bíblicas y los seminarios se enfocaron en buscar “encontrar verdadero significado en una cultura de la autoestima”. “Afrontamos preguntas difíciles, pero también importantes”, indicaba Wickham antes de dar paso a la primera ponencia de Stefan Gustavsson.

El evento se desarrolló en la sede de la Iglesia Evangélica Bautista de Zaragoza del 6 al 8 de mayo. A las 180 personas inscritas en el modelo presencial, se sumaron otras 70 a través de las emisiones online en directo, en una plataforma web que permitía asimismo la interacción, un formato de Fórum novedoso, “híbrido”, en el que fue fundamental la labor de más de 30 voluntarios que sirvieron en distintos ámbitos. También se destacó la participación del grupo de alabanza de la iglesia local, introduciendo las reuniones celebradas.

Las ideas tienen consecuencias

Stefan Gustavsson, director de Apologia Centre en Suecia, vive actualmente en Estocolmo, y es el fundador de la Alianza Evangélica Sueca y fue primer secretario general. A lo largo del fin de semana, se encargó de dar una panorámica sobre la situación social y cultural del mundo occidental, centrándose principalmente en Europa y remarcando su camino de secularización, en el que toma especial importancia el alejamiento de Dios como concepto central para construir las bases de la sociedad, siendo sustituido por la idea de que la realidad ahora debe definirse de acuerdo a los deseos del individuo.

“Vivimos en un momento difícil a nivel cultural. Todas las antiguas verdades han sido desechadas”, exponía Gustavsson, señalando aspectos como la sexualidad o la identidad, donde “el valor secular-racional de autoexpresión es el más pujante”.

Así, una Europa donde durante siglos la fe cristiana tenía un papel importante en la formación de valores, ahora enfrenta una realidad en la que son sustituidos por lo secular. “La cultura actual solo piensa en el aquí y ahora, no en el reino de Dios que está por venir”, y como consecuencia, se ha perdido “la referencia primera y última de las cosas”.

Una Europa “divorciada” de Dios

Para Gustavsson, “la mayoría de los países europeos se ha separado de Dios como si fuera un divorcio”. En parte, ha sido porque la iglesia “no ha respondido a las preguntas críticas” que la sociedad se ha hecho durante muchos años, haciendo parecer la fe cristiana algo irrelevante.

“Cuando el énfasis está en el individuo feliz, se debilitan las bases que dan significado”

Vivimos en la era “del hombre psicológico, que ha nacido para ser complacido”, un ser humano que sueña “con una situación que parece liberarle” pero en realidad “buscar definirte a ti mismo lleva a un vacío y a una profunda confusión. Las personas buscan desesperadamente algo que les defina. Pero ¿cómo conseguirlo? Lo que en un momento parecía una liberación se ha convertido en una prisión”.

Jesús es, en esencia, la respuesta de Dios

En la segunda sesión, Gustavsson ahondó en el problema de encontrar significado y sentido a la existencia aparte de Dios. Reflexionó sobre cómo los filósofos existencialistas daban con la clave del vacío y el sinsentido que provoca en el ser humano la falta de Dios, lo que lleva a una erosión del concepto de moralidad o de un sentido a la historia.

La imagen de Dios en el ser humano, distorsionada por el pecado, ha sido recuperada por Jesús

Gustavsson añadió que no hay un mejor paradigma de identidad que el que ofrece la Biblia al revelarnos a Jesús no solamente como Dios, sino como el perfecto ser humano. “Responder quién soy es fundamental: muchos buscan respuesta en la introspección pero se dan cuenta de que acaba siendo insatisfactorio”. Por eso, los cristianos encontramos una respuesta contundente en Jesús, que “es el verdadero ser humano que ha cumplido con el plan de Dios para la humanidad, por eso, es en él que podemos volver a nuestra verdadera identidad”.

Así como la imagen de Dios en el ser humano ha sido distorsionada por el pecado, esta es recuperada por Jesús, y por eso “él mismo es la mejor respuesta apologética a la pregunta de la identidad”.

“El cristianismo nos propone ser verdaderamente humanos”, apuntó Gustavsson, concluyendo que “Él es el verdadero ser humano que nos lleva a ser lo que hemos sido destinados a ser. Por eso, esta es una fe que tiene sentido”.

Principio de autoridad: ¿a quién escuchas?

En las exposiciones bíblicas, se profundizó en lo que enseña la Biblia en sus primeros capítulos. Hélder Favarin, Director Global de Jóvenes y Adultos Jóvenes de Estudios Bíblicos en Comunidad (Community Bible Study), evangelista y pastor cofundador de la iglesia C29 Granada, fue el encargado de mostrar cómo estos textos “son un paradigma, un modelo que nos sirven para entender lo que Dios diseñó para el ser humano”.

En el relato de Adán y Eva, Favarin mostró de qué forma Dios planteaba una vida próspera, útil y feliz para el ser humano. Sin embargo, la tragedia de la caída es que este deja de escuchar a Dios para seguir otras voces.

De la misma forma, el ser humano hoy rehúye a contestar a una pregunta existencial como “¿dónde estás?”. “Esta es una pregunta que nos implica, nos hace responsables de nuestros actos. “¿Qué voz escuchamos para definir quiénes somos? La historia humana esta ahí. En los filtros que ponemos, en las cosas que hacemos para definirnos. Tenemos que pensar qué voz estamos escuchando”.

La era del egocentrismo

Favarin continuó exponiendo el problema identitario personal, que se ha exacerbado con la aparición de las redes sociales. “La generación selfie” procura basarlo todo en el yo y en el ahora. “Buscamos las respuestas en nuestro desarrollo personal, pero no es más que una fachada”, apuntaba Favarin.

El egocentrismo nos impulsa a las comparaciones, que son motivo de depresión, rabia o celos

La experiencia de estos dos hermanos nos muestra que nuestra identidad se ve afectada por los demás y que la Biblia nos llama a vivir conectados a otros. “Estamos interconectados, por eso Dios es tan serio con la responsabilidad humana”.

“Dios invita a reconsiderar el estilo de vida desde la misericordia. El sacrificio de Cristo nos lleva a una vida altruista, a una vida de libertad. Tenemos que responder: ¿qué estás haciendo por los demás? ¿Dónde está tu hermano?”, concluyó Favarin.

Temas contemporáneos: sexualidad, interpretación bíblica, IA...

En los seminarios se examinaron asuntos específicos contemporáneos relacionados con la identidad: la revolución sexual (Stefan Gustavsson), la interpretación bíblica de los textos referidos a la homosexualidad (José de Segovia), los desafíos de la inteligencia artificial (Sharon Dirckx) y el sufrimiento desde una perspectiva apologética (Pablo Martínez Vila).

Durante el desarrollo del evento se presentaron diversos stands de los organizadores y de ministerios con información, materiales y recursos.

Fórum Apologética es un encuentro organizado por la Alianza Evangélica Española, Grupos Bíblicos Unidos y Fundación Pontea, tras el impulso inicial de European Leadership Forum, que busca promover la reflexión y hacer una contribución que responda a las tendencias ideológicas contemporáneas. Habitualmente se celebra cada dos años, siendo la de este 2022 su séptima edición.