“La eutanasia tiene el riesgo de tender a flexibilizarse”, advierten desde la Alianza Evangélica Española

El Grupo de Trabajo de Bioética ha publicado un documento con el objetivo de “clarificar algunos de los aspectos más controvertidos de la ley”.

Redacción PD

BARCELONA · 15 DE JULIO DE 2021 · 12:25

El Grupo de Trabajo de Bioética de la Alianza Evangélica Española ha publicado un documento para ayudar a comprender y analizar la nueva ley de eutanasia. / <a target="_blank" href="https://unsplash.com/@internetztube?utm_source=unsplash&utm_medium=referral&utm_content=creditCopyText">Frederic Köberl</a>, Unsplash CC,
El Grupo de Trabajo de Bioética de la Alianza Evangélica Española ha publicado un documento para ayudar a comprender y analizar la nueva ley de eutanasia. / Frederic Köberl, Unsplash CC

Con la entrada en vigor de la Ley de eutanasia las incógnitas se han desplazado al debate sobre qué efecto tiene a nivel práctico en el ejercicio de los profesionales sanitarios, la rutina de los centros hospitalarios y la vida de las personas. Con el objetivo de “clarificar algunos de los aspectos más controvertidos de esta ley, al pueblo evangélico en particular y también a la sociedad en general”, el Grupo de Trabajo de Bioética de la Alianza Evangélica Española ha publicado un amplio documento analizando diferentes cuestiones de la norma.

El texto está estructurado en cinco puntos clave con los que abordan desde los conceptos básicos relativos a la eutanasia, hasta la elaboración de un marco bíblico sobre el tema, analizando también la importancia de los cuidados paliativos, los aspectos legales a tener en cuenta y el tratamiento de algunos problemas bioéticos que genera la norma.

“Este no es un documento dogmático ni pretende ser exhaustivo. Nuestro deseo es arrojar alguna luz y evitar mucha confusión al respecto. Entendemos que facilita el debate y señala algunas de las debilidades normativas y éticas de esta ley”, explican desde la Alianza en el escrito. Su énfasis, remarcan, se concentra en el cuidado, el alivio y el consuelo de las personas porque, dicen, “no es posible curar multitud de enfermedades”. “En general, consideramos que la dotación, incentivación e implementación de unidades de cuidados paliativos con equipos bien formados, evita en gran medida la necesidad de esta ley”, remarcan.

“El hecho de considerar la eutanasia como muerte natural es decir algo que no es cierto”

El Grupo de Trabajo de Bioética de la Alianza considera el término de ‘muerte digna’ y lo relaciona con el hecho de “morir sin dolor físico ni sufrimiento psíquico innecesario”, en un proceso en el que la persona conoce “los datos relevantes sobre la propia situación clínica”, toma las decisiones de “rechazar procedimientos invasivos” y está “arropada por un entorno acogedor y con la posibilidad de estar acompañada espiritualmente, si así lo desea”. 

En este sentido, lo diferencia de la eutanasia, que define como la “acción u omisión encaminada a provocar la muerte de una persona que padece una enfermedad avanzada o terminal, a petición expresa y reiterada de ésta”, y lo relaciona con el concepto de “suicidio asistido”.

En el documento, la Alianza se esfuerza en remarcar que “la muerte natural es la que se produce de manera natural sin ninguna intervención”. “El hecho de considerar la eutanasia como muerte natural, en principio, es decir algo que no es cierto”, aseguran. “La eutanasia tiene el riesgo real de tender a ‘flexibilizarse’ abarcando más supuestos de los que al principio se contemplaban, porque siempre se empieza a legislar para los ‘casos excepcionales’, abriéndose posteriormente el abanico. Es lo que se conoce como ‘pendiente resbaladiza’”, puntualizan.

La necesidad de concretar las generalidades de la ley 

Donde también ponen el foco de atención desde la Alianza es en el marco legal de la norma que define la aplicación de la eutanasia en España, y elaboran una lista de aspectos en los que la ley resulta demasiado general e inconcreta. “El mismo texto [de la ley] deja entrever esa posible desprotección de las personas en su derecho a la vida”, advierten.

Términos como el de “imposibilitante”, que recoge el texto normativo, han despertado incertidumbre e inquietud, y no solo en la Alianza Evangélica, recuerdan, sino en otras entidades, como el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI). “La presente ley regula y despenaliza la eutanasia en determinadas condiciones, pero en la práctica facilita o permite que se incluyan innumerables patologías crónicas”, remarcan.

Además, cuestionan la capacidad de la Administración para “evaluar las condiciones y las garantías” que deben darse para que el paciente tome la decisión de la eutanasia porque, recuerdan, es algo “muy difícil de llevar a cabo”, y advierten de que ni siquiera el documento de instrucciones previas puede servir como una garantía total porque “las voluntades anticipadas pueden cambiar a lo largo de la vida”. “Es el falaz supuesto de pensar que todas las decisiones de poner fin a la vida se van a producir con plena libertad por parte del solicitante, ‘sin intromisiones, injerencias o influencias indebidas’. Esto es algo muy difícil de verificar”, añaden.

También en lo relativo a su análisis del marco legal, la Alianza muestra sus dudas ante la finalidad de los registros de profesionales sanitarios objetores de conciencia. “La presente ley contempla el derecho a la objeción de conciencia, y lo que pedimos es que este derecho sea real y no perjudique de facto a los profesionales objetores”, reclaman.

Énfasis en la reclamación de cuidados paliativos

Una vez más, la Alianza insiste en “el desarrollo real y efectivo de los cuidados paliativos universales” y subraya que, “la mayoría la población, lo que desea saber es que cuando su situación así lo requiera van a ser atendidos y cuidados de una manera global con lo mejor que la ciencia permita en ese momento”. “Seguimos esperando una ley de aplicación y recursos suficientes para que los cuidados paliativos lleguen a toda la población. Actualmente tenemos planes y estrategias de cuidados paliativos que son insuficientes y, aunque en el proyecto de ley de eutanasia se dice que se ofertarán los cuidados paliativos como alternativa, no es realista pensar que estarán al alcance de todos”, lamentan. 

En su documento, la Alianza recuerda los datos de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, según los cuales cada año fallecen 80.000 personas con necesidad de este tipo de tratamientos y sin acceso a ellos. “En la actualidad los cuidados paliativos todavía son un recurso desconocido para la población española. Se desconoce cómo funcionan, qué ofrecen y cuál es la forma de acceso a los mismos”, aseguran en el texto. “La eutanasia resulta mucho más barata y económica que prestar un apoyo integral a los discapacitados crónicos, así como implantar un sistema de cuidados paliativos necesarios para cuidar a los enfermos terminales. Esto, por muy materialista que parezca, hay que tenerlo en cuenta porque puede tener mucho peso a la hora de diseñar las políticas sanitarias”, remarcan.

Puesta en valor de lo que dice la Biblia

La Biblia tiene mucho que decir sobre la vida y la muerte, recuerda el Grupo de Trabajo de Bioética de la Alianza Evangélica en su escrito. “En la Biblia se contempla a la muerte como un hecho universal del ser humano. La enfermedad, aún de jóvenes o niños, es una realidad”, señalan. “Desde los albores de la humanidad, el sufrimiento, el dolor y la muerte han sido una constante. Cómo evitar el sufrimiento, la congoja y el desconsuelo siempre ha sido un objetivo del hombre”, remarcan.

A través de ejemplos como los de Job o Jonás, que desearon la muerte, o como el de Saúl, que solicita la muerte en su angustia, la Alianza recuerda que “la vida proviene de Dios” y que “la muerte es consecuencia de la maldad y la desobediencia del hombre”. “Con todo, Dios ha provisto vida y vida en abundancia a todo aquel que cree y confía en su Hijo Jesús”, añaden.

Precisamente, así es como la Alianza acaba su reflexión sobre la ya en vigor Ley de eutanasia: “mirando a la cruz”. “Cristo muere. Nadie precipita su muerte. Él mismo se da en sacrificio”, subrayan. “La Biblia enseña el principio del cuidado, del acompañamiento, del alivio del sufrimiento. El amor todo lo sufre y todo lo soporta. El amor no hace nada indebido. Aún así entendemos que es lícito y adecuado un cuidado integral de la persona. Impulsar los cuidados paliativos integrales sería el mejor acto de amor que podemos ofrecer como cristianos a nuestro prójimo que vislumbra su final. No obstante, sabemos que existe una casuística enorme que merece una reflexión profunda y una evaluación individual para evitar prolongar una agonía ante un sufrimiento estéril. Consideramos que la ponderación de todos estos elementos, se deben hacer desde el respeto a la vida, en un contexto de esperanza y con una mano que coge a otra mano con empatía y solidaridad”, defienden.

 

Puede leer el documento completo aquí.

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