El debate sobre la Ley de Libertad de conciencia se enfoca, por ahora, en la necesidad o no de la norma

Mientras que para el PSOE es una de las prioridades para este 2021, otros actores políticos y sociales no ven necesario sustituir el reglamento actual sobre libertad religiosa.

Redacción PD

BARCELONA · 03 DE MARZO DE 2021 · 12:35

Una de la leyes en las que el gobierno dice haber comenzado a trabajar en 2021 es la de la libertad de conciencia. / <a target="_blank" href="https://unsplash.com/@gabiontheroad?utm_source=unsplash&utm_medium=referral&utm_content=creditCopyText">Gabriella Clare Marino</a>, Unsplash CC.,
Una de la leyes en las que el gobierno dice haber comenzado a trabajar en 2021 es la de la libertad de conciencia. / Gabriella Clare Marino, Unsplash CC.

La conocida como Ley de Libertad de conciencia ha ganado protagonismo en el debate político y público. Desde el gobierno, el PSOE se ha marcado el objetivo para este 2021 de comenzar a trabajar en el diseño de la norma. Un trabajo que ya habría comenzado, según han confirmado desde el Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, que dirige la también vicepresidenta Carmen Calvo.

Hasta ahora, los socialistas han dado poca información de los detalles del proyecto que tienen en mente, y que sustituiría a la vigente Ley Orgánica de Libertad Religiosa, que se aprobó en 1980. Sin embargo, sí que han dado a entender la voluntad de recuperar gran parte de la propuesta que ya realizó el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2010, y que finalmente quedó en el cajón por coincidir con un momento de fuertes tensiones entre el ejecutivo y la Conferencia Episcopal Española, y la visita de Benedicto XVI a Barcelona y a Santiago de Compostela. 

La idea que se busca con la nueva norma es abarcar una perspectiva más amplia en las relaciones entre un Estado laico y las diferentes confesiones religiosas y las expresiones de la conciencia. Algo que va en la línea que el PSOE ha incluido en sus últimos programas electorales, defendiendo la ruptura de los acuerdos vigentes entre las diferentes confesiones religiosas y el Estado, y el objetivo de establecer un “Pacto Nacional por la laicidad”. 

El debate sobre cómo debe ser la futura norma y si es del todo necesaria vuelve a coger fuerza tras un año en el que el gobierno ha aprobado la Ley de eutanasia y en el que Calvo se ha reunido con los representantes de las diferentes entidades religiosas en España. Algo que la vicepresidenta considera como fruto de “la determinación del gobierno en la normalización de la diversidad religiosa y el reconocimiento de las minorías”.

Poco consenso social y político hasta ahora

A pesar de la falta de detalles que se han presentado hasta ahora sobre la normativa, la idea no parece recabar muchos políticos ni sociales. Desde el Partido Popular han expresado que “asusta que la nueva Ley de Libertad de conciencia esconda el hecho de apartar la libertad religiosa”, mientras que desde Vox consideran que “no hay necesidad ahora de sustituir la Ley Orgánica de Libertad Religiosa”. 

Ciudadanos todavía no se ha manifestado sobre el tema y el socio de gobierno del PSOE, Unidas Podemos también ha abogado en sus últimos programas electorales por un “Pacto Nacional por la laicidad” y una relación sin privilegios entre un Estado laico y las diferentes confesiones religiosas. De hecho, la formación ha propuesto recientemente que las ofensas a los sentimientos religiosas dejen de ser consideradas como delito.

Aunque todavía no se han pronunciado específicamente sobre la idea de una nueva Ley de Libertad de conciencia, desde la Conferencia Episcopal Española sí han cuestionado la propuesta de Unidas Podemos, asegurando que “la despenalización de los excesos en la ‘libertad de expresión’ no parece que quiera aplicarse con el mismo rasero”. Además, hablando sobre las propuestas legislativas del gobierno, el secretario general de la institución, Luis Argüello, ha manifestado que responden a “una forma de entender la laicidad y la neutralidad del Estado” y que “a la Conferencia también le gustaría poder hablar de eso con el gobierno”.

Primeras reacciones entre evangélicos

La cuestión de la libertad de conciencia ya ha generado una amplia reflexión por parte de las principales entidades representativas del ámbito evangélico en España. La Alianza Evangélica Española ha centrado una parte importante de su último encuentro anual, celebrado este mes de febrero, en este tema. 

Desde la entidad se remarca el peso que ha tenido la historia del protestantismo en la conformación de una cultura auténtica de libertad de conciencia. “La conciencia está en todo ser humano y por ello debe ser respetada, por eso la defendemos”, ha señalado el presidente del Grupo de Trabajo de Teología de la Alianza Evangélica Española, José Moreno Berrocal. “Si se pierde este derecho, todos los demás estarán en peligro. Es el primer baluarte de todos los demás derechos. La libertad de conciencia exige un examen de conciencia: tenemos que darnos cuenta que lo difícil no es reclamarla para nosotros, sino reconocérsela a los demás”, ha manifestado.

También el vicepresidente de la entidad, Xesús Manuel Suárez, ha puntualizado que “en realidad no hay una libertad de conciencia y una libertad religiosa, sino que son lo mismo”, y ha reiterado que “no hay libertad religiosa sin libertad de conciencia, y no hay libertad religiosa ni de conciencia sin libertad de expresión”.

Por otro lado, desde la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede), su secretario ejecutivo, Mariano Blázquez, ya manifestó que no hay necesidad de “sustituir” el reglamento vigente sobre la libertad religiosa, y que lo que necesita la Ley Orgánica de 1980 es “una actualización a la realidad actual mediante leyes ordinarias y de menor rango que sean aprobadas para conformar un verdadero estatuto de las confesiones religiosas”. 

De igual manera, los dos candidatos a sustituir a Blázquez al frente de la secretaría ejecutiva de Ferede también se han manifestado en esa línea. Jesús Pedrosa ha apuntado que “la promoción del efectivo cumplimiento de la libertad religiosa en España es algo a lo que históricamente estamos obligados”, y Carolina Bueno ha afirmado que “sería importante que se mantuviera el contenido de la actual Ley Orgánica, aunque podría mejorarse”, y que “no es estrictamente necesaria su modificación para avanzar en muchas cuestiones que pueden mejorarse con normativa de rango inferior”. 

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