La Alianza Evangélica Española (AEE) ha publicado el documento Identidades nacionales, que recoge las conclusiones del proceso de encuentro y diálogo entre evangélicos con diferentes sensibilidades y visión social y política que organizó el Grupo de Participación en la Vida Pública de la entidad, tal y como se comprometió la propia Alianza en un comunicado después de conocer la sentencia del Tribunal Supremo sobre algunos de los líderes del proceso independentista catalán en octubre de 2019.

“Asumimos un reto que nadie se ha atrevido a tomar hasta ahora y nos comprometimos a poner por escrito una propuesta de modelo de abordaje y tratamiento del presente conflicto. Tenemos la satisfacción de publicar sus resultados”, dicen desde la Alianza.

El texto, firmado por el secretario general de la AEE y presidente del Grupo de Participación en la Vida Pública, Xesús Manuel Suárez, está consensuado con todos los participantes en el encuentro y cuenta con el respaldo de la Junta de la AEE. Está estructurado en diferentes puntos que relacionan elementos básicos de una identidad nacional, como el idioma o la coexistencia en diversidad, con una reflexión bíblica al respecto.

El documento también incluye una serie de aplicaciones enfocadas a la realidad sociopolítica actual y establece una lista de criterios consensuados como parte de las conclusiones del proceso de encuentro y diálogo. “Al publicar el documento no se están afirmando unas conclusiones dogmáticas infalibles. Escucharemos con interés todas las adhesiones y críticas constructivas, aportaciones y correcciones, pero aclaramos que todo el documento ha sido construido desde la reflexión bíblica y la voluntad de escucharnos unos a otros; al mismo tiempo, invitamos a abrir los oídos al otro, dispuestos a modificar posturas propias que hasta ahora considerábamos inamovibles”, puede leerse en la publicación.

Restaurar relaciones para recuperar consensos

"La diversidad cultural es buena a los ojos de Dios. Dios, en el proceso de formación de las Escrituras, utiliza idiomas diferentes de culturas diferentes; hizo la Biblia intencionadamente traducible a las diversas lenguas y culturas", expone el documento.

Y afirma con rotundidad: "Como primera implicaciónde nuestra reflexión, debemos evitar la idolatría de la identidad nacional a un lado y a otro".

En el documento, la Alianza recoge la cuestión del orden constitucional actual recordando que “en la redacción de la Constitución de 1978 hubo mucha gente de diversa extracción” y que “tiene un valor que debe ser reconocido”. Sin embargo, matizan que “algunos de los herederos de esa Constitución no han sabido vivir a la altura de los objetivos consensuados” y que eso ha provocado el enfrentamiento; ante lo que "rechazamos todo tipo de nacionalismo excluyente".

"Reclamamos que no se juzgue la espiritualidad de ningún creyente por sus posiciones políticas".

Desde la entidad apuntan su rechazo a “que la cuestión de la identidad se convierta en un instrumento de discriminación” y proponen una serie de medidas específicas para las iglesias, como  “orar por el desarrollo edificante de otras culturas con las que convivimos” o enfatizar la “cosmovisión relacional”. “Los evangélicos, aunque tenemos diferencias, tenemos mucho en común y podemos ser agentes eficaces de consenso”, se enfatiza en el texto.

Además, también extienden una serie iniciativas de aplicación general para ofrecer “un modelo realista de abordaje a estos problemas actuales”.

Apelación especial a la realidad espiritual evangélica

El documento de la Alianza no deja pasar la ocasión de mencionar el impacto de la confrontación entre identidades nacionales en el pueblo evangélico. Por ello, dedica una serie de alusiones a combatir cualquier visión excluyente y reafirma la identidad espiritual compartida última. “Ni España, ni Cataluña, ni Galicia, ni Euskadi son eternas; esto debe eliminar todo dogmatismo en el debate que nos ocupa. Reclamamos que no se juzgue la espiritualidad de ningún creyente por las posiciones políticas que tengan. Evitemos la idolatría de la identidad nacional a un lado y otro. A quienes no están de acuerdo conmigo no los puedo borrar del libro de la vida”, señalan.

“No hay buenos solo a un lado y malos solo al otro; el tema tiene componentes más poliédricos. Los conflictos de identidades tienen su origen en el pecado, y este es transversal, afecta a todas las personas y los pueblos. Nuestra identidad nacional es importante, y así lo recoge la Palabra, pero no es sagrada ni está por encima de nuestra identidad como hijos de Dios”, consideran.

Los evangélicos, añaden, “hemos de recuperar la cosmovisión relacional, que nos ayudará a encontrar soluciones en áreas para las que hoy no se encuentra solución”. En este sentido, también animan a “conocer mejor la historia del protestantismo en la península” y lo que la población protestante “ha aportado al respeto de la diversidad”.

La Alianza concluye el documento con una referencia a una "cuestión de identidades que nos toca muy de cerca, como la referida al pueblo gitano". Aunque reconocen que “no ha sido el motivo directo del encuentro", la sitúan como ejemplo de entendimiento y acercamiento común a través de la Palabra para el encuentro de dos culturas (paya y gitana) muy diferentes que han encontrado un puente de acercamiento en el Evangelio.

El documento completo está disponible aquí.