“Los chinos no somos el virus, enfrentamos esta epidemia como cualquier otro”

La Iglesia Cristiana China en España trata de vivir la rutina del coronavirus en el país, entre la prudencia y contra la discriminación.

Jonatán Soriano

BARCELONA · 09 DE MARZO DE 2020 · 12:45

De sus 34 comunidades en todo el territorio español, seis congregaciones de la Iglesia Cristiana China en España han suspendido los cultos presenciales por la epidemia del Covid-19. / Jonatán Soriano,
De sus 34 comunidades en todo el territorio español, seis congregaciones de la Iglesia Cristiana China en España han suspendido los cultos presenciales por la epidemia del Covid-19. / Jonatán Soriano

Nada más abrirse la estrecha persiana aparece un recibidor más amplio en forma de cubículo. La distribución, ciertamente laberíntica, sigue a través de un pasillo que conduce a un auditorio espacioso, con bancos de madera, y una guardería acristalada con una de esas alfombras de suelo infantiles que simulan el plano viario de una ciudad imaginaria, donde toda clase de coches de juguete recorren su red de carreteras y rotondas. 

Nos encontramos en el local que la Iglesia Cristiana China en España tiene en la calle Consell de Cent, en el distrito barcelonés del Eixample. Se trata de una de las 34 comunidades que tiene en todo el territorio español la entidad, con más de 7.000 miembros. Solamente en esta iglesia local se reúnen más de 350 personas cada semana, entre los dos cultos que celebran los domingos por la mañana y por la tarde. 

“Conozco estudiantes chinos que han cogido un avión y han vuelto a China”.

Un cartel informativo enganchado a la puerta de entrada al auditorio, sobre las medidas básicas de higiene de manos, y una mesa con una caja de guantes de látex, otra de mascarillas y unos botellines de alcohol, trasladan la realidad de la epidemia del coronavirus al interior de la iglesia. Nos acompañan el presidente de la Iglesia Cristiana China en España, Zhengbo Chen, el pastor de la comunidad local, Koikam Fu, el pastor de otra iglesia china en Barcelona, Rongen Li, y Rebecca Sun, que facilita la conversación traduciéndonos a unos y a otros. Todos coinciden en la necesidad de adoptar medidas de prevención. “Sabiendo que este virus es muy contagioso y peligroso, somos muy cautelares y hemos hecho todo tipo de prevenciones”, dice Chen.

Prudencia, humildad y fe

Además de la higiene preventiva, desde la iglesia también han asumido de forma voluntaria que las personas de la congregación que han viajado a China hace poco realicen la cuarentena. “Siendo chinos, tenemos miedo del coronavirus, y los no creyentes todavía más”, explica Fu. Para el pastor de la iglesia china en la calle Consell de Cent de Barcelona, la cuestión de la seguridad “ha provocado que la unidad en las iglesias no esté tan firme en estos momentos”. 

Un cartel informativo con medidas de prevención a la entrada de una iglesia china en Barcelona. / Jonatán Soriano

Un cartel informativo con medidas de prevención a la entrada de una iglesia china en Barcelona. / Jonatán Soriano

Además de afectar “a los negocios chinos aquí (en España)”, que representan la fuente de ingresos de una gran parte de la comunidad, según Fu, también han identificado “afectaciones en las relaciones con la gente” que no forma parte de la iglesia. “Por un lado, en cuanto al tema de si ponernos, o no, mascarillas. Muchos chinos creemos que es necesario hacerlo para protegernos y evitar la propagación de la epidemia, pero muchos españoles no piensan igual. Así que nos queda la duda sobre qué hacer. Por el otro, está la cuestión de mantener los cultos. Las personas no creyentes ven que todavía mantenemos nuestras reuniones dominicales, y para ellos no deja de ser una concentración de chinos juntos, en un espacio, y lo ven como peligroso. En ese sentido, hemos recibido críticas”, explica el pastor.

“Nos aguantamos las ganas de toser o estornudar cuando estamos en la calle.”

 Desde el inicio de la epidemia, hasta seis comunidades de la Iglesia Cristiana China en España han dejado de realizar sus servicios de forma presencial y ahora celebran los cultos en línea, dice Rongen Li, pastor en otra congregación de Barcelona. “También ha disminuido la asistencia”, explica, en las iglesias que han seguido ofreciendo reuniones presenciales. 

El colectivo cristiano chino en España se enfoca en la planificación adoptada en su país de origen. “Por la experiencia de China sabemos que la infección y la toxicidad de este virus son más potentes que la gripe común, tanto en propagación como en tasa de mortalidad, y no debemos tomarlo a la ligera. En China, enfatizar la prevención es mejor que curar”, remarca el presidente de la comunidad, Zhengbo Chen. Pero tampoco se olvida de la actitud que, piensan, debe caracterizar a la iglesia. “Los cristianos debemos mantener la humildad, la prudencia y la fe”, señala. “Continuaremos recordando a los hermanos y hermanas de la iglesia que tomen las precauciones necesarias y esperamos que el gobierno español tome más precaución”, añade.

“Nos preocupa que España se convierta en una segunda Italia”

Pero junto con el esfuerzo de prevención interno, la Iglesia Cristiana China en España también pide responsabilidad al Estado español. En este sentido, consideran que la actitud del gobierno “ha sido más ligera” y dicen no saber “si el sistema sanitario está preparado” para afrontar una crisis como la que está planteando el Covid-19. “Italia se ha convertido en el centro epidémico en Europa. El número de diagnosticados en España está subiendo cada día y el colectivo chino no somos el origen o el foco del brote”, afirma Chen. 

De izquierda a derecha, Zhengbo Chen, Rongen Li, el redactor de Protestante Digital, Jonatán Soriano, y Koikam Fu. / Rebecca Sun

De izquierda a derecha, Zhengbo Chen, Rongen Li, el redactor de Protestante Digital, Jonatán Soriano, y Koikam Fu. / Rebecca Sun

“Nos preocupa que España se convierta en una segunda Italia”, señala el pastor Fu. Además del carácter religioso de la comunidad, la Iglesia Cristiana China en España también ejerce una función de cohesión cultural en una parte del colectivo chino. Desde esa posición también han observado movimientos en la población china en España, fruto de la incertidumbre. “Conozco a estudiantes chinos que han solicitado pausar sus estudios, han cogido un avión y han vuelto a China”, relata Rebecca Sun, miembro de otra iglesia china en Barcelona y que nos acompaña en la conversación como traductora. “Y todo por el desconocimiento de la capacidad del sistema sanitario español. Desconocemos el virus y la realidad de esta enfermedad”, manifiesta. 

De hecho, también revindican lo traumático que ha sido seguir, como comunidad cultural, el desarrollo de la epidemia en China desde tan lejos. “El brote coincidió con el año nuevo chino, que es una fecha especial e importante para nuestra cultura. Las familias nos reunimos en esas fiestas para pasar unas vacaciones disfrutando de momentos de compañía. No puedo pensar en el dolor de la gente que ha perdido seres queridos durante esta epidemia”, remarca Chen, que evidencia el valor de la comunidad cristiana china en España, no solo a nivel cultural, sino también espiritual. “La iglesia debe ser un sacerdote, levantarse para el perdón y la curación de este mundo. Debe ser como un profeta, culpando el pecado y guiando al mundo al arrepentimiento  y la conversión”, dice Chen.

“La gente nos mira”

Nuestro encuentro con algunos responsables de la Iglesia Cristiana China en España se produce poco después de conocerse la noticia de que un joven de Singapur ha sido víctima de una paliza en Londres. Mientras lo golpeaban, sus agresores le gritaban: “No quiero tu coronavirus en mi país”. 

Desde la comunidad de cristianos chinos en España también se muestran sensibles a la tendencia a embrutecer lo ‘diferente’ que puede acompañar a casos como el de la epidemia del Covid-19. “Cuando vamos a trabajar notamos discriminación. La gente nos mira. Muchos piensan que los chinos somos portadores del virus”, dice Sun. “Racismo siempre ha habido. Miradas de sospecha, insultos, comentarios negativos. El que es racista lo es, y el coronavirus solo es una excusa de más”, añade.

“Los chinos no somos el virus, enfrentamos esta epidemia como cualquier otro”

El pastor de la iglesia china en la calle Consell de Cent de Barcelona, Koikam Fu./ Jonatán Soriano

“Yo antes llevaba mascarilla porque me afecta el polen, pero ahora no me atrevo. También, hablando de la situación con algunas personas cercanas, nos reímos porque nos hemos dado cuenta de que hemos empezado a aguantarnos las ganas de toser o de estornudar cuando estamos en la calle. Sobre todo en el metro”, explica la joven. Cuando volvemos a salir a la calle, algún que otro peatón sí que parece extrañado de ver a un caucásico estrechando la mano de cuatro asiáticos. “Nos aguantamos con el picor de garganta para que nadie se alarme”, susurran mientras se tocan el cuello.

Este artículo es el primero de una serie de reportajes sobre la Iglesia Cristiana China en España.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - ESPAÑA - “Los chinos no somos el virus, enfrentamos esta epidemia como cualquier otro”