Eurocopa: Marcos Senna, un evangélico que destaca en la selección española de fútbol
Mención deportiva especial han alcanzado esta semana los jugadores de la selección española de fútbol Villa, Cazorla, Senna y Cesc. Impecables los cuatro en el lanzamientos de penaltys que clasificaron a España ante Italia para las semifinales de la Eurocopa. Junto al portero Casillas, fueron los héroes futbolísticos del día.
VIENA · 22 DE JUNIO DE 2008 · 22:00
De ellos, Marcos Senna (31 años) ha sido además uno de los jugadores destacados del partido por su alto nivel de juego. Senna es un cristiano evangélico. Nacido en Brasil (Sao Paulo), es nacionalizado español, y juega en el Villarreal (Valencia) desde hace años. Fue el primer brasileño que jugó un Mundial con `la roja´ y repite en la Eurocopa.
Muchas veces ha dado testimonio público de su fe. En esta misma Eurocopa, en las diversas entrevistas ha salido a relucir su fe en Jesús y especialmente la Biblia como su libro de cabecera y principal compañero. No son sólo símbolos y palabras: su conducta es intachable dentro y fuera del campo de juego.
Así Marcos Senna, que también ha despuntado en el resto de partidos de España en la Eurocopa 2008, dice Tele5, “en su cara menos conocida muestra una personalidad humilde, aporta ritmo de música brasileño al vestuario y lee la Biblia en sus ratos libres antes de jugar a juegos de consola”. Por su parte relata El País –también en una reciente entrevista- que Senna “se pasa el día riendo y en su iPod lleva de todo un poco, `pero lo que más escucho son canciones evangélicas”.
EUROCOPA MULTIRELIGIOSA
Las 16 naciones que se disputan la Eurocopa de fútbol pertenecen principalmente a tres grandes agrupaciones étnico-lingüísticas: latina, germánica y eslava; y a dos religiones universales, cristianismo e islamismo, de los que el primero se subdivide en tres familias: catolicismo, protestantismo y ortodoxos.
Los 16 equipos congregados en Austria y Suiza se caracterizan por su configuración histórica: mundo latino representado por Francia, Italia, España y Portugal, con 170 millones de habitantes y una renta per cápita de cerca de 20.000 euros; mundo de raíz germánica con Alemania, Holanda, Suecia, Austria y Suiza para 130 millones largos de ciudadanos y una renta de casi 30.000 euros; bloque eslavo integrado por Rusia, Polonia, República Checa y Croacia, el más poblado, con algo más de 200 millones, pero una renta que no llega a los 10.000. Y por fuera de ese trípode europeo están Turquía, con más de 70 millones, Grecia con 10 y Rumania con 22, que podrían considerarse integrantes de un conjunto levantino o post-otomano. La renta de Turquía no llega a 10.000 euros, la rumana es aún menor y sólo la griega supera moderadamente a ambas.
En la escalilla de las religiones, el primer lugar por su número lo ocupa el catolicismo con unos 250 millones de creyentes oficiales gracias a Francia, Italia, España y Portugal, que suman por sí solas unos 150 millones, a los que hay que añadir 10 millones de austriacos, cinco millones de croatas y checos, casi la mitad de los 20 millones de holandeses, 30 millones de alemanes, más de un 40% de los siete millones de helvéticos y unos 35 de los casi 40 millones de polacos. Los ortodoxos siguen con cerca de 100 millones, de los que más de dos terceras partes se reclutan entre los rusos; entran en la cuenta 10 millones de griegos y 22 millones de rumanos. Los protestantes son unos 70 millones, de los que 45 son luteranos alemanes, igual que ocho o nueve millones de suecos; casi 10 millones de holandeses y el resto se reparte entre suizos, checos y hugonotes franceses; y a todos ellos habría que sumar los millares de evangélicos que ha traído a España la inmigración latinoamericana. El islam, por último, puebla masivamente Turquía con unos 75 millones de fieles, cifra que redondea la inmigración turca y magrebí, sobre todo a Alemania y Francia.
Entre las lenguas, el ruso domina con casi 150 millones de hablantes, pero nadie practica la lengua fuera del antiguo imperio; el alemán roza los 100 millones entre teutones, suizos y austriacos; el turco pasa de 70 millones, también muy interiorizados; el francés llega a 65 millones con belgas, suizos y franceses, y el italiano hace la cuenta redonda de 60 millones mientras que español y el polaco están en los 40 millones. Pero de todos ellos sólo el francés y el español son de impregnación universal. La lengua menos visitada es el croata con apenas cinco millones de hablantes.
Todas sus grandes culturas, etnias, lenguas y religiones se hallan concernidas. Esa diversidad se llama, además de fútbol, Europa.
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