La familia (III)

Los hebreos fueron deportados por el rey Nabucodonosor a Babilonia el año 598 antes de Cristo. Allí permanecieron hasta el año 538, unos 60 años. Cuando los judíos vuelven a Jerusalén por el decreto del rey Ciro (véase Esdras capítulo 1), la familia hebrea se humaniza más."/>

Humanización de la familia hebrea

La familia (III)

Los hebreos fueron deportados por el rey Nabucodonosor a Babilonia el año 598 antes de Cristo. Allí permanecieron hasta el año 538, unos 60 años. Cuando los judíos vuelven a Jerusalén por el decreto del rey Ciro (véase Esdras capítulo 1), la familia hebrea se humaniza más.

24 DE JULIO DE 2008 · 22:00

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Va desapareciendo la poligamia. Se enfatiza la vida familiar: “Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa”. (Salmo 128:3) Y la esposa aparece como la mujer fuerte que es el consuelo del marido y la gran consejera de los hijos. “Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. El corazón de su marido está en ella confiado, y no carecerá de ganancias. Le da ella bien y no mal todos los días de su vida. Busca lana y lino, y con voluntad trabaja con sus manos. Es como nave de mercader; trae su pan de lejos. Se levanta aún de noche y da comida a su familia y ración a sus criadas”. (Proverbios 31:10-15) El Nuevo Testamento arroja una luz más amable sobre la estructura familiar. Sin embargo, Jesús concede más importancia a la familia espiritual que a la familia física. Cuando tenía 12 años, en un viaje a Jerusalén, se pierde de los padres y es hallado por éstos en el templo. Al recriminarle su conducta, el niño Jesús responde: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?” (Lucas 2:49) Ni el padre era José ni sus negocios eran una carpintería. En un momento en que Cristo predica a una multitud, la madre y los hermanos se acercan a El. Al no poder verle, le mandan un recado. He aquí el texto: “Entonces su madre y sus hermanos vinieron a Él; pero no podían llegar hasta Él por causa de la multitud. Y se le avisó, diciendo: Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte. El entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen”. (Lucas 8:19-21) Esta historia es tan importante que la recogen tres de los cuatro Evangelios. Jesús no niega su vínculo familiar humano, pero antepone el vínculo espiritual que le une a la gran familia cristiana. A pesar de todas esas citas aparentemente negativas, Jesús reconoce la familia y habla de ella continuamente. En los tres primeros Evangelios Jesús alude once veces a la familia. Ejemplos:
  • “Vinieron entonces los siervos del padre de familia”. (Mateo 21:33)
  • “Hubo un hombre, padre de familia”. (Mateo 21:33)
  • “Decid al padre de familia de esta casa”. (Lucas 22:11)
Obsérvese que tanto en estos tres como en los ocho restantes en que abundan las expresiones similares, Cristo siempre se refiere al “padre de familia”. Esto indica que al igual que en el Antiguo Testamento, sigue manteniendo la figura del padre como jefe de la familia.
Artículos anteriores de esta serie:
1La unidad familiar
2La familia en la Biblia

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