“Rut la moabita. Una historia de amor”, por Stuart Park
“La estrategia que diseñó Noemí para plantear el matrimonio a Booz propicia uno de los momentos de mayor tensión espiritual de toda la Escritura”.
26 DE ENERO DE 2018 · 07:15
Aplico a Rut lo que Salomón escribió sobre la mujer virtuosa en el último capítulo de sus proverbios:
“Su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas”.
El retrato que Park hace de ella me lleva al poema del salmantino José María Gabriel y Galán:
“Sencilla para pensar;
prudente para sentir;
recatada para amar;
discreta para callar,
y honesta para decir.
Hermosa, sin los amaños
de enfermizas vanidades,
tiene unos ojos castaños
con un mirar sin engaños
que infunde tranquilidades.
Así era Rut, tierno y generoso modelo de piedad filial que Dios coronó de gloria y felicidad.
Los pintores y los literatos de todos los países y de todos los siglos, los artistas de todo género que han tomado por fondo de sus creaciones los tipos más bellos de la Biblia han sentido la suavidad y el embeleso que respira la sencillez encantadora de Rut.
De Stuart Park repetiré lo que de él he escrito en otras ocasiones al comentar libros de su autoría.
Los datos fríos dicen que nació en Preston, Inglaterra, en 1946. Obtuvo una licenciatura en Filología Romana por la Universidad de Cambridge y doctorado en Literatura Española por la Universidad de Temple, en Filadelfia. El año 2015, en un acto celebrado en la Universidad de Salamanca fue galardonado con el premio Jorge Borrow de Difusión Bíblica.
Vive en España desde hace más de medio siglo. Está reconocido como un gran misionero y escritor, figura destacada del protestantismo español. Reside actualmente en Valladolid.
En todos sus libros está presente el mundo de la Biblia. En sus escritos desprecia la vulgaridad y profundiza en los temas que aborda. Utiliza un castellano fluido, exquisito. Aún cuando éste no es su idioma de origen, escribe los libros directamente en español. Estos libros constituyen una importante aportación a la literatura religiosa de los días que estamos viviendo.
“Rut la moabita” desarrolla cuatro etapas en la vida de la joven nacida en Moab, conjunto de tribus originalmente nómadas emparentadas muy de cerca con los israelitas.
En primera página de la biografía el autor explica:
“Me complace ofrecer este nuevo libro bajo el sello de Ediciones Camino Viejo, toda vez que hace más de cuatro lustros colaboré, junto con David F. Burt, en la publicación de un comentario sobre el libro de Rut titulado “Bajo sus alas” (Publicaciones Andamio, Barcelona 1993), agotado desde hace mucho tiempo. Este nuevo acercamiento responde al deseo de visitar de nuevo la historia de Rut con un interés más divulgativo, el de poner en manos de personas tal vez no muy familiarizas con la narrativa bíblica una de las historias más hermosas de la literatura universal”.
Stuart Park consigue plenamente su propósito. Admira la forma de penetrar en el hermoso juego de afecciones puras e inocentes que presenta la sencilla y sentimental historia de la afortunada mujer de Moab. En el libro del escritor inglés devenido vallisoletano brilla el afecto recíproco de madre e hija, en la realidad suegra y nuera. Dos mujeres recién llegadas de tierras extrañas al hogar judío, que se confunden dulcemente en una misma existencia.
Las cuatro etapas que Park marca en el desarrollo de la obra, a las que me referí en párrafo anterior, muestran a una mujer llena de modestia y de tímido rubor impulsada por el deseo de aspirar a un derecho de familia.
Se ha escrito mucho sobre el consejo que Noemí da a la joven nuera viuda, calificado de inmoral por algunos comentaristas de la Biblia:
“Te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber.
Y cuando él se acueste, notarás el lugar donde se acuesta, e irás y descubrirás sus pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer.
Y ella respondió: Haré todo lo que tú me mandes.
Descendió, pues, a la era, e hizo todo lo que su suegra le había mandado”.
En este consejo no tiene entrada el menor pensamiento que pueda ser contra la honestidad y modestia. No cabe reprensión en Noemí ni en Rut. Una y otra no tienen otra mira que un casto matrimonio con el pariente más cercano del difunto marido.
Stuart Park explica de modo convincente esos cuatro versículos de la Biblia. Dice que “la estrategia que diseñó Noemí para plantear el matrimonio a Booz propicia uno de los momentos de mayor tensión espiritual de toda la Escritura”. Admite el autor inglés que “sea como fuere, la escena se presenta cargada de un simbolismo hondo y sugerente, por lo que conviene considerar la motivación de Noemí al poner en marcha tan insólita proposición”. Sigue Park: “en todo caso debemos descartar de entrada cualquier noción de impudicia por parte de Rut, como algunos han alegado”.
Estoy con él, con el autor, con Stuart Park. Admito que si esa parte de la historia se lee con ojos carnales, ciertamente tiene un aspecto poco decente, como anotó San Ambrosio en el siglo IV. Pero no ocurre así si tenemos en cuenta el motivo, el sentido y el fin misterioso que empujó a Noemí y que Rut obedece al pie de la letra. Otros comentaristas del libro sugieren que Noemí estaba inspirada por Dios cuando dice con seguridad a Rut: “él (Booz) te dirá lo que hayas de hacer”.
Al margen de estas cavilaciones, Stuart Park ha escrito un libro bonito. Leerlo es una delicia. La eficacia de un libro depende de la capacidad del autor para sugerir. Este de Park no sólo instruye, también despierta inquietudes en los cuatro capítulos que escribe en la biografía de Rut.
“La amargura de Noemí” nos da a conocer el desamparo de la viuda en tierras de Moab.
“La benevolencia de Booz” constata una mano providencial de la que se beneficia Rut.
“La petición de Rut” “define el sentido profundo de su persona e ilumina el significado de su misión”, escribe Park.
“La redención” de Rut abre la puerta a la gran realidad cristiana que se manifestaría al mundo siglos después con la venida del Mesías, quien bajó de su gloria para redimir a todos los que vivían bajo la esclavitud de la ley.
La vida de Rut, contada con delicadeza y elegancia literaria por Stuart Park, es una de las más hermosas historias de amor que figuran entre las páginas de la Biblia. Una rara mezcla de poesía, belleza, bondad, obediencia, victoria. Una joya de la literatura sagrada. Es mi creencia que el libro de Rut ocupa un lugar único en las Sagradas Escrituras.
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