Fe y razón en el cristianismo de Cristo
La fe es don de Dios. La razón es producto de la mente.
24 DE NOVIEMBRE DE 2023 · 10:00

Me explico: En las últimas semanas he escrito tres artículos (1, 2 y 3) en torno al conflicto entre la razón y la fe. Hoy añado un cuarto y último, donde planteo el tema a la luz del cristianismo de Cristo, el Cristo del Nuevo Testamento.
El cristianismo del Nuevo Testamento sostiene que, en líneas generales, razón y fe no son compatibles.El cristianismo presenta una fe revelada que no puede ser comprendida ni explicada por la razón. Los primeros pensadores adoptaron ante la razón una actitud de rechazo, despreciando el pensamiento racional.
La fe cristiana va más allá de la razón. El credo cristiano no puede ser reducido a mero pensamiento racional, ni a una experiencia natural del ser humano.
La negación de la fe afectaría a nuestro conocimiento de la Escritura, a la oración, a toda la doctrina de la Iglesia primitiva y plantearía si el cristianismo se diferencia de religiones paganas.
El cristianismo no desprecia la razón, le concede su lugar, pero subordinándola en origen y eficacia a la fe.
Robert Sokolowski, sostiene que “la fe cristiana desvela un escenario espiritual en el que un ser humano se entiende creado por Dios sin pedir permiso a la razón”.
Juan Ramón Fuentes Jiménez afirma que “fe y razón tuvo gran importancia en la historia del cristianismo primitivo, pero dejando la razón como idea filosófica incapaz de descender a los grandes misterios de la fe. No tiene la razón capacidad hasta la esencia de las cosas”.
En su obra Razón de ser del cristianismo según resulta de las Escrituras, el filósofo inglés John Locke dice que la esencia del cristianismo es el culto que se tributa a la divinidad, en el que interviene sólo la fe, sin que cuente de modo alguno la razón.
La revelación cristiana marcó la diferencia esencial entre la razón y la fe. Las pretensiones de la razón no encajan con la naturaleza de la fe cristiana. Ya Tertuliano afirmaba que “las hipótesis de la razón nunca podían ser demostradas. Si bien la fe cristiana no precisa de demostraciones puesto que está basada en la revelación divina”.
La relación entre fe y razón ha sido estudiada por pensadores como el inglés John Newman, el francés Jacques Maritain, el italiano Antonio Rosmini, el español Juan Ramón Fuentes Jiménez y otros muchos.
En sus Meditaciones, Descartes afirmaba la total y absoluta distinción entre la fe cristiana y la razón humana. La fe es don de Dios. La razón es producto de la mente. Para Descartes, la razón está conectada con el intelecto, mientras que la fe echa el ancla en el mismo corazón de Dios.
Inicialmente, los cristianos que constituyeron la Iglesia primitiva se oponían a la idea de la razón, pero en siglos posteriores cambiaron de rumbo y sin dejar de considerar la fe como don de Dios y fuente de comunicación con Él, admitían la existencia y eficacia de la razón como medio de entendimiento entre los seres humanos.
En el siglo II surge la secta de los gnósticos, considerada dentro del cristianismo como herética hasta el día de hoy. Ellos llamaban herética a la razón y proclamaban que la fe es el único medio de alcanzar la salvación.
Por esas mismas fechas, siglo II y III, el teólogo cristiano, Hipólogo de Roma, quien murió mártir, en su obra Refutación de todas las herejías, afirmaba que el tema de la razón y la fe no era desconocido por los pensadores cristianos del primer siglo, quienes se atenían a las Escrituras y consideraban la fe como superior a la razón por su origen divino.
Pensadores cristianos que formaban parte de la Iglesia primitiva reconocían el papel de la razón, pero el cristianismo llegó a existir por la fe inquebrantable de sus seguidores en el fundador, Cristo, de quien se deriva el vocablo cristianismo.
Dada mi condición de creyente en la revelación divina, creo que no existe igualdad entre ambos principios. La razón surge con la filosofía, la fe es anterior, la Biblia la eleva a los días de Abel, segundo hijo de Adán y Eva, quien “por la fe ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín”. (Hebreos 11:4).
La simple razón no puede explicar la existencia de Dios. Todo el esfuerzo filosófico es inútil al tratar de decirnos quién es Dios, cómo llevó a cabo la creación del mundo físico, del mundo animal y del mundo humano, cómo maneja el universo que Él creó. La razón humana tiene sus límites frente a estos importantes temas, porque su postura es más la de pensadores que la de creyentes, más aun teniendo en cuenta que la creencia está por encima del frío pensamiento.
La razón tiene su origen en la tierra. La fe tiene su origen en el cielo.
La razón es temporal. La fe es infinita.
La razón trata de hechos terrenos, la fe se inspira en misterios divinos.
La razón se conduce por las leyes de la naturaleza, la fe lo hace por las leyes divinas.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - El color de mi cristal - Fe y razón en el cristianismo de Cristo