San Juan de la Cruz (siglo XVI)

Su obra más conocida es Cántico Espiritual, escrita sobre el Cantar de los Cantares a petición de la madre, Ana de Jesús.

18 DE FEBRERO DE 2022 · 09:17

Detalle del monumento a San Juan de la Cruz en Caravaca de la Cruz, obra de Rafael Pi Belda. / R. Pi, Wikimedia Commons.,
Detalle del monumento a San Juan de la Cruz en Caravaca de la Cruz, obra de Rafael Pi Belda. / R. Pi, Wikimedia Commons.

San Juan de la Cruz nació en Fontíveros, Ávila, en 1542, y desnació en Úbeda, Jaén, en 1591. Estudió en los jesuitas, y en 1563 ingresó en la orden carmelitana. Durante cuatro años, de 1564 a 1568 fue alumno en la Universidad de Salamanca. En pocos años se convirtió en especialista de la lengua latina y se ilustró en humanidades. Santa Teresa de Jesús, que se había dedicado a la reforma de la Orden carmelita, lo asoció a su empresa. Los dos grandes místicos trabajaron juntos durante años. En 1571 lo vemos como rector del colegio perteneciente a las carmelitas en Alcalá de Henares. En Baeza, Granada, fundó el convento de la ciudad. En 1585 fue nombrado vicario provincial de Andalucía y tres años después se trasladó a Ávila, donde fundó el nuevo convento de la Orden. En 1591 murió en Úbeda a consecuencia de “ciertas calenturillas”.

San Juan de la Cruz fue un excelente poeta. Los versos los llevaba dentro de sí como música del alma.

Su obra más conocida es Cántico Espiritual, escrita sobre el Cantar de los Cantares a petición de la madre, Ana de Jesús.

Cinco estrofas de este Cántico se leen así:

[LA ESPOSA]

 

Abajo   ¿Adónde te escondiste,

Amado, y me dejaste con gemido?

Como el ciervo huiste,

habiéndome herido;

salí tras ti clamando, y eras ido.

 

Pastores, los que fuerdes

allá por las majadas al otero,

si por ventura vierdes

aquel que yo más quiero,

decilde que adolezco, peno y muero.

Buscando mis amores

iré por esos montes y riberas;

ni cogeré las flores

ni temeré las fieras;

y pasaré los fuertes y fronteras.

 

[PREGUNTA A LAS CRIATURAS]

 

¡Oh, bosques y espesuras

plantadas por la mano del Amado!

¡Oh, prado de verduras,

de flores esmaltado!

Decid si por vosotros ha pasado.

 

[RESPUESTA DE LAS CRIATURAS]

 

Mil gracias derramando

pasó por estos sotos con presura,

y, yéndolos mirando,

con sola su figura

vestidos los dejó de hermosura.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Dios en la poesía religiosa española - San Juan de la Cruz (siglo XVI)