Cuatro consejos para comunicar el Evangelio a los católicos romanos

Estas son lecciones que he aprendido a lo largo de los años compartiendo el evangelio con católicos romanos.

  · Traducido por Rosa Gubianas

05 DE MARZO DE 2023 · 20:00

Imagen de <a target="_blank" href="https://unsplash.com/es/fotos/mLqoV-TR9zM#:~:text=Foto%20de-,Josh%20Applegate,-en%20Unsplash"> Josh Applegate</a>, Unsplash.,
Imagen de Josh Applegate, Unsplash.

Para la mayoría de los evangélicos de todo el mundo la cuestión del catolicismo romano surge siempre y cuando traten con amigos, vecinos, familiares o colegas que sean católicos romanos y con los que quieren compartir el Evangelio. Su interés por el catolicismo romano tiene principalmente una orientación evangelizadora más que teológica. Quieren saber “cómo” compartir el Evangelio de una manera significativa, en lugar de hacer preguntas sobre la naturaleza del sistema católico romano y en qué se diferencia de la fe evangélica. Esto es comprensible dado el hecho de que algunos buscan ayuda “práctica” lista para usar en lugar de tratar de acercarse al catolicismo romano como un todo integrado que debe estudiarse cuidadosamente. Por supuesto, incluso cuando la propia preocupación inicial es dar testimonio a los católicos romanos, siempre hay que hacer algunos deberes teológicos al comunicar el Evangelio.

He aquí cuatro consejos que podrían ser de ayuda para atraer a los católicos romanos hacia el Evangelio. No se trata de un proceso de cuatro pasos ni de una receta para el éxito. Son más bien lecciones que he aprendido a lo largo de los años compartiendo el evangelio con católicos romanos.

Consejo práctico nº 1: no asumas ni confíes en el lenguaje común

Los católicos romanos comparten gran parte de nuestro vocabulario, pero lo entienden de forma diferente. Por ejemplo, si piensan en palabras como salvación, cruz, pecado y gracia, son los mismos términos que utiliza la Biblia, pero los católicos romanos los entienden de manera muy diferente. La salvación se concibe como un proceso abierto en el que nuestras obras y los méritos que obtenemos son necesarios para recibirla. La cruz se entiende más como la eucaristía celebrada por el sacerdote que como el sacrificio único de Jesús en el Calvario. El pecado se ve más como una enfermedad que como la muerte espiritual. Podríamos seguir y seguir. La cuestión es que las mismas palabras tienen significados diferentes.

En lugar de basarse en un supuesto terreno común (que es más retórico que real), deja que la Biblia defina su lenguaje y dirija su conversación: involucra sus amigos católicos romanos en la lectura y el estudio de la Biblia y en las conversaciones bíblicas tanto como sea posible. No te acerques a ellos con una actitud de "nosotros" contra "ellos" sino invítales a exponerse a las Escrituras y ora para que el Espíritu Santo abra sus corazones.

 Puede haber “miedos” a la Biblia (recuerda que la Biblia era un libro prohibido para los católicos hasta hace 60 años) y “escepticismo” en torno a ella (absorbido a través de las  lecturas críticas modernas), pero la Palabra de Dios es poderosa para abrirse paso en los corazones de las personas.

Consejo práctico nº 2: prepárate para luchar con la naturaleza exclusiva del Evangelio

Cuando leas o compartas las Escrituras con tus amigos católicos, surgirán todo tipo de conversaciones interesantes. Normalmente, girarán en torno a los bordes afilados del Evangelio. 

Por ejemplo, los católicos romanos pueden tener un gran respeto por la Biblia, pero para ellos no es la máxima autoridad. Cuando se enfrentan a algo que la Biblia dice que contradice lo que su iglesia enseña, prefieren cuestionar la autoridad de las Escrituras antes que la autoridad de la Iglesia romana. Además, los católicos romanos sí recomiendan creer en Jesús, pero la fe en Cristo no es suficiente para salvarse: es necesario que los hombres y las mujeres hagan algo más. Asimismo, los católicos romanos a menudo muestran una especie de amor por Cristo, pero también se apoyan en otros sub-mediadores (por ejemplo, María, los santos) que desvían la atención de Él. En otras palabras, lo que está en juego con ellos es el rechazo de los principios Sola Escritura, Sola Fe y Solo Cristo de la fe bíblica.

Consejo práctico nº 3: prepárate para mostrar los elementos personales de la vida cristiana

Al leer la Biblia juntos, asegúrate de compartir cómo la Biblia influye en tu vida. En otras palabras, combina la lectura bíblica con su testimonio personal. Este paso será muy útil porque animará a tus amigos a moverse:

- Más allá de la religión: los católicos romanos nominales tienden a separar la "vida normal" de la religión. Asegúrate de mostrar cuidadosamente el impacto de la Palabra en la vida cotidiana, por ejemplo, en la experiencia personal, el trabajo, la iglesia y la sociedad.

- Más allá de la tradición: los católicos romanos tienden a ver la religión como un conjunto de prácticas que hay que repetir. Mostrar la centralidad de la relación con Jesús, que es el Señor de toda la vida.

- Más allá de la división clero/laicado: muchos católicos tienden a considerar la religión como una responsabilidad del clero que no tienen los laicos. Mostrar el hecho de que todos somos responsables de alimentar nuestra vida cristiana en la devoción personal y el testimonio.

Consejo práctico nº 4: prepárate para integrar el testimonio personal y la vida en la iglesia

Participar en la lectura de la Biblia y mostrar el poder del Evangelio en la vida no puede limitarse únicamente a nuestras vidas individuales. Invita a otros amigos cristianos a la conversación para mostrar cómo el evangelio crea comunidades de seguidores de Jesús. Recuerda:

- Creer y pertenecer van de la mano. Los católicos romanos tienden a enfatizar lo segundo a expensas de lo primero. Muéstrales la realidad de que el Evangelio forma una nueva comunidad (es decir, la Iglesia). Invítalos a la iglesia para que vean cómo es una comunidad evangélica.

- La importancia de las ordenanzas instituidas por Jesucristo para la Iglesia, especialmente la cena del Señor. Los católicos no están acostumbrados a "escuchar" como forma principal de recibir un mensaje; su mentalidad religiosa está formada para ver y experimentar a través de los demás sentidos (por ejemplo, la vista, el tacto, el gusto) y en el contexto de la comunidad. Los servicios de tu iglesia local son herramientas evangelísticas maravillosas para invitar a tus amigos a ver y experimentar.

Cada conversión a Cristo es un milagro. Cuando comuniques el Evangelio a tus amigos católicos, ora para que Dios se mueva en sus corazones y les haga ver la verdad del Evangelio y responder a su mensaje con obediencia y fe.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Desde Roma - Cuatro consejos para comunicar el Evangelio a los católicos romanos