Misión Urbana. 30 años de servicio

Cuando alguna organización Evangélica nace sin que en su país haya experiencias previas en las que se puedan ver los creyentes, y sin que se haya evaluado nunca una experiencia similar, siempre hay personas que dudan sobre su eficacia o sobre su duración a lo largo del tiempo. Misión Evangélica Urbana  de Madrid, que yo tuve el privilegio de iniciar y de promocionar y de la cual he sido su Presidente que alterné con un tiempo de Director Ejecutivo, ha cuajado y se ha ganado todo el respeto y la solidaridad del campo evangélico en el ámbito interdenominacional. Treinta años son muchos, superando el cuarto de siglo. Muchos años de servicio a personas empobrecidas de nuestras ciudades a las que se ha sumado todo un ejército de nuevos ciudadanos, los inmigrantes, que, desgraciadamente, muchos de ellos necesitan ayuda.

Misión Evangélica Urbana de Madrid se dispone a celebrar su XXX Aniversario de una manera callada. No vamos a hacer grandes festejos ni grandes celebraciones, pero damos gracias a los medios de comunicación que ya nos han invitado para entrevistarnos al darse cuenta de la importancia que la Misión ha tenido a lo largo de estos treinta años. Se legalizó en un mes de octubre del año 1985.

Treinta años de bendiciones para muchos, treinta años creando un cauce de voluntariado cristiano que se ha convertido en manos tendidas de ayuda a tantas personas que tienen necesidad de ayuda en la Comunidad de Madrid. Durante treinta años todo un río humano de personas en grave dificultad social y muchos de ellos en exclusión, han subido la cuesta de la Calle Calvario, lugar donde está la sede de la Misión, en busca de ayuda. Algo menos de treinta años en nuestro centro Da Vida, otro caudal de bebés, de mujeres embarazadas en situación de riesgo social, multitud de niños hasta dos años ha recibido ayuda integral, gratuita y totalmente altruista por parte de nuestro voluntariado orientado por profesionales trabajadores de la Misión.

No vamos a hablar de nuestros programas o de nuestros talleres, de nuestros repartos de alimentos —toneladas y toneladas, miles de toneladas—, de las actuaciones con menores en nuestro Programa Da Vida  que trabaja en la ayuda a la mujer y a los bebés, de nuestro programa de Búsqueda Activa de Empleo, de nuestros talleres interculturales, de nuestros Diseños de Intervención Social para el seguimiento de los casos, de nuestros Campamentos con mujeres y con niños, de la información sobre recursos sociales, de que tenemos uno de los roperos más grandes de Madrid, nuestra cooperación con niños de Perú y otras muchas cosas en torno a la labor asistencial y de reinserción social.

Una de las características importantes de estos treinta años ha sido la conjunción de la acción social con la reflexión sobre los temas bíblicos y sociales en torno al empobrecido, al marginado, al excluido. Esto ha dado lugar a publicaciones de varios libros. Damos gracias a CLIE por habernos facilitado nuestras publicaciones que han llegado a casi todos los rincones de España y de Latinoamérica. A todo el mundo hispano. Publicaciones, Conferencias, Talleres, Sermones en nuestras iglesias de las cuales hemos visitado las ubicadas en casi todas las grandes ciudades de España. La reflexión, también en voz alta y escrita, siempre ha acompañado a la acción social durante estos treinta años de Misión Evangélica Urbana de Madrid.

Otra de las características importantes trabajadas durante estos treinta años ha sido la promoción de la obra social, la sensibilización de los cristianos y de la sociedad en general sobre estos temas, la orientación para que nazcan nuevas ONGs, nuevas obras sociales en iglesias evangélicas, la intervención y orientación para que surgieran nuevas Misiones Urbanas en España. Así, se puede decir que el trabajo de la Misión Evangélica Urbana de Madrid se extiende a toda España. Muchas iglesias haciendo obra social siguiendo las líneas de la Misión, otras obras sociales paraeclesiales surgidas por el impulso de la Misión y, muy importante para nosotros, el nacimiento de otras Misiones Urbanas en España de las cuales la Misión de Madrid es la Misión madre, Misiones que han nacido de la promoción y orientación en nuestras visitas a las iglesias de España.

Estos treinta años de misión, de la Misión Evangélica Urbana de Madrid, han potenciado inimaginablemente la obra social evangélica en España. Siendo más pequeñas que otras en cuento a sus fondos, instalaciones, etc., hemos tenido en el ámbito evangélico una influencia para crear tejido social evangélico, como no lo han tenido muchas otras con más centros y más medios que nosotros, tanto económicos como humanos.

Durante estos treinta años de servicio, la Misión Evangélica Urbana de Madrid, tanto en sus libros publicados, en sus artículos, conferencias, talleres y en el uso de los medios de comunicación, prensa, radio y televisión evangélica hemos podido mostrar que la acción social es algo más que el asistencialismo o que el trabajo por la reinserción de las personas marginadas y empobrecidas en la sociedad.

Sí. Nos hemos quedado deslumbrados por la denuncia profética que aparece en la Biblia, como es de importante para la erradicación de la pobreza en el mundo el hecho de trabajar por la búsqueda de la justicia, practicar la denuncia de las injusticias, denunciar la opresión a las que están sometidas muchas personas en el mundo, poner de relieve el escándalo humano que afecta al hecho de que casi el 80% de la humanidad esté en pobreza en mayor o menor gradación hasta llegar a los hambrientos del mundo, mil millones de personas hambrientas.

En estos treinta años hemos puesto continuamente de relieve la importancia que tiene para vivir una auténtica espiritualidad cristiana el hecho de vivirla en dos dimensiones: la vertical en relación con Dios y la horizontal en relación con el hombre. Sin esta segunda vertiente, ya hemos anunciado siguiendo las líneas proféticas que no hay posibilidad de que Dios escuche nuestros rituales, alabanzas u ofrendas. Hay que buscar justicia y misericordia a favor del prójimo apaleado, robado y humillado.

Así, pues, nuestra acción, nuestra reflexión, nuestras publicaciones y nuestra voz, han servido también para que muchos cristianos vean la importancia de ser manos tendidas hacia el prójimo necesitado, condición imprescindible para vivir una espiritualidad cristiana integral. Si no, muchas veces hemos dicho y afirmado siguiendo las Escrituras, que se dará el silencio de Dios sobre nuestros rituales.

Misión Evangélica Urbana de Madrid, treinta años de servicio, que Dios te bendiga en tu aniversario, el XXX Aniversario de esta ONG evangélica que ha sido casa de peregrinos empobrecidos, casa de Dios para todos aquellos que se han acercado a sus puertas, casa de misericordia, casa de búsqueda de justicia, casa en la que nadie, proviniera de donde proviniera, nunca se ha sentido ni extraño ni extranjero. Que Dios te bendiga, Misión Evangélica Urbana de Madrid. Felicidades en tu XXX Aniversario. Que cumplas muchos más… hasta que Dios, en su voluntad, decida para ti otra cosa.