‘Si el grano de trigo no muere’: reflexiones de un cristiano chileno llamado Marcelo Gatica

¿Qué escribe un cristiano cuando su país lleva una semana en estado de excepción (como si estuviera en guerra consigo mismo?

31 DE OCTUBRE DE 2019 · 17:00

Foto enviada por Marcelo Gatica.,
Foto enviada por Marcelo Gatica.

Me complace compartir, dar espacio para que la voz de otros prójimos hermanos sea escuchada. Y me complace que en esta oportunidad el privilegiado sea Marcelo gatica, un amigo-hermano al que quiero como un pariente entrañable y por cuyos logros y postura ante la vida me enorgullezco de formar parte. Gatica (Cauquenes, Chile, 1976), es poeta y Doctor en Literatura Hispanoamericana por la Universidad de Salamanca, con una tesis titulada titulada: “Rodrigo Lira Canguilhem: Una propuesta poética en tiempos dedesolación”, dirigida por Carmen Ruiz Barrionuevo. Ha publicado los poemarios ‘El extramuro /Väljaspool-müüre’ (Estonia, 2018), ‘Anclado al Pescador de Mares’ (2016), ‘Crucial’ (con Pablo Gutiérrez, 2014), ‘Portafolio. Poemas a Pie de Página’ (Con Camilo Cantillana, 2014). En Chile publicó Barios buelos: boladas boludas’, del chileno Rodrigo Lira Canguilhem (Piélago Casa Editorial, Santiago de Chile, 2016), y en Estonia ‘Vientos del sur / Lounatuuled’, antología de poesía chilena seleccionada e introducida por él, con traducción de Carolina Pihelgas, Mariliin Vassenin y Helina Aulis. Tallin, 2015). En su país también publicó el poemario colectivo Taller Literario (2001), el libro de poesía a tres manos A-Trio Poético (2003) y poemas varios en Calíope, revista de poesía (2000-2003), obteniendo el Premio de Poesía de la UMCE (2003). En España y Portugal ha publicado en las antologías ‘Poesía para un existir’ (2010), ‘La hora sagrada’ (2010), ‘El paisaje prometido’ (2010), ‘O Divino’ (Portugal, 2011), ‘Poemas identificados’ (2013), ‘Arca de los afectos’ (2013), ‘He muerto… y he resucitado (2015), ‘Umbrales de la memoria’ (2015), ‘Un extenso continente (Castelo Blanco, Portugal), Salamanca, raíz de piedra y letras (2017), ‘Explicación de la derrota (2017), ‘Das Águas Á Dança das Folhas” (2018, Editoria Labirinto, Portugal). Ha recibido el Accésit del Premio Internacional de Poesía “Luis López Anglada” (Burgohondo, Ávila, 2008) y el primer accésit del Premio González-Warris de Poesía (Barcelona, 2012). Es sudirector de TIBERÍADES.

Aquí les dejo con la voz del corazón de Marcelo Gatica:

 

Postales de Chile: Si el grano de trigo no muere

 

Foto enviada por Marcelo Gatica.

 

Padre nuestro que estas entre nosotros, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino de justicia y dignidad, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, que no falte el pan en ninguna familia, que lo ganemos con alegría y dignidad, consuela a los abatidos de corazón que en estos días han perdido un ser querido, que todos sepan la verdad de como murieron y donde ir a dejarles una flor. Perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a nuestros agresores, no nos dejes caer en la indiferencia frente al dolor, frente a la injusticia, frente a la muerte y libranos de la angustia que nos oprime en la noche oscura, porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por los siglos de los siglos, Amén.

José Gaete Toro, un amigo especialista en terapias

 

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¿Qué escribe un cristiano cuando su país lleva una semana en estado de excepción (como si estuviera en guerra consigo mismo? ¿Cómo orar cuándo a mi inbox llegan videos de maltrato de la policía a niños y jóvenes estudiantes?  Y a medida que avanzan los días el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) certifica que han existido violaciones sexuales y cuando término de escribir esta reseña ya se ha certificado que más de 100 personas han perdido un ojo por las cargas policiales. ¿Cómo orar cuando veo videos de militares en las calles que recuerdan los tiempos de la Dictadura de Pinochet? ¿Qué pensar cuando se destruyen estaciones del Metro más moderno de Latinoamérica y se repiten los saqueos de supermercados en los barrios más modestos de la ciudad? ¿Qué opinar cuándo el Presidente de la República en cadena nacional sostiene la existencia de una guerra interna contra un enemigo poderoso y comienzan aparecer los primeros muertos a lo largo de Chile? 

 

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La ciudadanía hace marchas festivas en todas las ciudades pero la televisión sólo vende los desmanes (Nada nuevo bajo el sol) ¿Cómo pensar las Buenas Nuevas del reino de Dios en estos días en Chile? Y quizás lo más complejo es cómo estar en un sólo espíritu cuando la mayoría de las iglesias posee una cultura eclesíastica que otorga mayor importancia a la paz ciudadana  y el orden que a la justicia social. Entre los cristianos se enciende el debate en las redes sociales. La tensión entre respetar y orar por la autoridad o denunciar la profunda falta de ética en la aplicación de la violencia estatal. Me viene una angustia honda, pues estoy desafiado a abrir los ojos en medio de una pesadilla. Luego un silencio, una especie de desierto en blanco, no queda más que arrodillarse, arrepentirse y no levantarse hasta que el llanto limpie el corazón esencialmente egoísta.  En definitiva, cómo orar y ser seguidor de Cristo en casos excepcionales.

 

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Luego de unos días me atreví a escribir no sin antes reflexionar en una lista de fuentes bíblicas que ya conocemos para este tipo de contextos. Recuerdo que cuando niño tuve un Nuevo Testamento, que añadía una página con una lista sugerida de versículos para diferentes circunstancias. Ojalá fuera tan fácil. Quizás seguimos leyendo la letra como los fariseos que llevaban las piedras para apedrear a la adúltera. Sin embargo, Jesús en esa ocasión nos enseñó a dar un paso más adelante. Nos enseñó a discernir entre la letra y el espíritu de la ley. En efecto, el amor restaurador y liberador de la vida de la mujer fue superior a la normativa utilizada en el caso de las adúlteras. Esto es, la gracia en toda su plenitud.

 

En este sentido, por nuestra propia naturaleza prefiero la palabra tensión sobre la palabra equilibrio para definir ciertas disyuntivas de cara a la sociedad. Lo fácil son los binomios (cristiano progresista de izquierdas- cristiano conservador de derechas), lo cual irremediablemente es una caricatura pero cuyo efecto es devastador para que la misión se encarne en la sociedad. No podemos tomar la Biblia como un manual mágico o un libro donde estén todas las respuestas a la manera de una aplicación móvil. Un viejo amigo de GBU de Chile, un día me dijo – el costo de seguir los principios del reino es que en algunos piensan que soy de derecha, y otros que soy de izquierda.

 

 

Foto enviada por Marcelo Gatica.

 

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A pesar de que la iglesia evangélica en Chile bordea casi el 20% de la población no hubo profeta que previniera este estallido social. Y me pregunto en qué estábamos la mayoría de iglesias   de cara a la sociedad chilena. Pienso en las marchas Pro-vida. Pienso en las marchas en defensa de la familia surgidas como reacción al movimiento LGTB, y el tan bullado Bus de la libertad. Pienso en las iglesias pregoneras de la teología de la prosperidad (una aberración neoliberal del evangelio). Y veo una matriz común. Cada una de estas iniciativas no son originarias o pensadas desde el propio contexto chileno, situado en Latinoamérica (uno de los continentes más desiguales del mundo). Sino son importaciones quiérase o no de ciertos movimientos cristianos provenientes de USA donde la cultura se piensa asímisma como centro. De esta forma, nuestras iglesias actúan como receptoras de iniciativas del primer mundo en cuyo contexto social las necesidades materiales básicas son cubiertas en su mayoría.

 

 

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El origen de la protesta pareciera inofensivo, pues aparentemente comenzó por la subida de 30 pesos chilenos (21 céntimos aproximadamente) al billete del Metro. No es mi intención establecer un catastro de injusticias; sólo mencionaré que la salud, la educación y la seguridad social son privadas, y que Chile es el único país del mundo donde el agua no es estatal. Las protestas han tenido como escenario las calles de las principales ciudades del país. Durante el día la gente organiza marchas festivas, y culturales, en donde participan las familias de todas las clases sociales. Hay que ser claros en este punto. Los analistas y tertulianos están de cabezas, pues la protesta es transversal, y no ha sido convocada por ningún partido político. Como síntesis, la ciudadanía chilena se hastío del duopolio existente desde la transición que gobernaba para una élite. Para ejemplificar esto, en la marcha del último domingo había más de dos millones de personas en todo Chile, y no se vio flamear ninguna bandera de partido político. Ni una sola. La marcha era tan transversal que logró juntar las barras bravas de Colo-colo y Universidad de Chile. Esto es como si seguidores de Barcelona y Real Madrid estuvieran abrazados exigiendo mejoras de pensiones en Cibeles o la Rambla.

 

vi

Cada ciudadano escribía en su pancarta un meme, una petición, o un desahogo. En cierto modo, las marchas están siendo terapéuticas y develan el estado espiritual de un país que se tenía como modélico en la región. Dejo transcritas algunas de estas pancartas: “No eran 30 pesos eran 30 años de desigualdad”, “Chile despertó”, “Estamos Unidos” (en oposición al dicho del presidente de que estábamos en guerra). “Un día llamaron a mi mamá para avisarle que operarían a mi hermano. Al fin hay cupo. Mi madre respondió mi hijo murió hace un año”, “No lucho contra el cáncer, mi lucha es para pagar la quimioterapia”. “Estudio 5 años pago 20 años”. Pero quizás la pancarta que fue una espada de dos filos en mi corazón fue la de una pequeña que luchaba por su hermana autista. Quedé desolado, porque Lukas mi hijo mayor es un niño TEA. Su mensaje decía:

“Violento es que las terapias de mi hermana autista superen el salario mínimo y que dependan 100% de sus padres, sin cobertura, ni nada. Hermana soy tu voz, ley de autismo”.

 

 

Foto enviada por Marcelo Gatica.

 

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En un ejercicio simple. Los oídos de la iglesia chilena no estaban escuchando el clamor de un pueblo cansado de un sistema armando en la apariencia del consumo, y en la extrema individual donde cada uno era su propio emprendedor. Un sistema sustentado en la deuda. Hace una semana y media el presidente con cierto orgullo dijo que Chile era un oasis en relación a Latinoamérica, y a la semana siguiente Chile ha vivido su propio Apocalipis zombi. Como iglesia no estábamos viendo  la lucha del chico de la pancarta del cáncer. Aunque lo sabíamos. Es muy usual que en los barrios modestos, cuando alguien tiene esta fatídica enfermedad, se organizan bingos y actividades para pagar el tratamiento. No estábamos viendo la usura en la educación, la salud y las pensiones de nuestros abuelos. Ni el saqueo de los recursos naturales por las transnacionales, donde por ejemplo las salmoneras noruegas contaminan los fiordos chilenos como si nada. Si bien la iglesia ha luchado por la vida del feto, nos hemos desentendido de la vida después de los 9 meses. No podemos limitar el ser pro-vida al tiempo del embarazo. Porque la mayoría de los posibles abortos son de adolescentes que viven en nuestras periferias.

En la marcha también había carteles de cristianos y los versos de Isaías 32:17 eran los que más se repetían: “La justicia hará posible la paz; la justicia redundará en reposo y seguridad para siempre”. La paz produce tensión con la justicia, pues en las redes sociales tristemente no se llegaba a acuerdo. Un amigo me escribió desolado que se resistía a creer que los cristianos pensáramos tan distinto. Queda arrepentirse por la ceguera de la misión. Tornar a los brazos del Padre. Experimentar la gracia en toda su magnitud, que nos renueva y que aquellas Buenas Nuevas vuelvan a ser Buenas y Nuevas.

 

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Para finalizar esta reseña, aunque la crisis en Chile aún no termina. En este momento existe  una profunda desconfianza del sistema político, de los empresarios, de la Iglesia Católica (decenas de casos de pedofilia y abusos sexuales) del Ejército (casos de corrupción y la actual represión estatal). Es un momento para que el pueblo cristiano de un paso adelante. Porque algo murió. Chile nunca más volverá a ser igual. Estos días han remecido al país. La iglesia ha vivido un terremoto espiritual.  Guardando las proporciones, este estallido ha llegado como ladrón en la noche. Luego de la última protesta, jóvenes evangélicos de muchas iglesias se organizaron para limpiar diferentes puntos de la ciudad, y alabaron a Dios al ritmo de las guitarras. La metáfora es bella, pero debe completarse. Es sólo un inicio. Limpiar implica poner en orden algo que sigue estando quebrado espiritualmente. Chile está roto y requiere una terapia y tiempo de reflexión. La forma de hacer misión en Chile hasta ahora ha de morir. Los templos deben ser puertas abiertas para escuchar a las comunidades heridas, porque hasta ahora muchos normalizamos las tremendas desigualdades. Lo repito. La forma de hacer misión en Chile hasta ahora ha de morir, y veo templos abiertos para dar esperanza en la construcción de un nuevo Chile. Pienso en una de las más bellas palabras de Cristo, el poeta de poetas. Quizás las palabras más desafiantes y que son el centro del evangelio. Se las dijo a los discípulos en su última semana antes de la cruz-  Si el grano de trigo no cae en tierra y muere no lleva fruto. Estamos en un estado de excepción. Lo que ha vivido la comunidad evangélica chilena las últimas décadas debe caer y morir. Luego, en un lento proceso, dará nuevos frutos en su debido tiempo.

 

Marcelo Gatica, octubre 27

 

Gatica en el Aula Magna de Filología de la Universidad de Salamanca . / Foto de Jacqueline Alencar

 

 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Barro del Paraíso - ‘Si el grano de trigo no muere’: reflexiones de un cristiano chileno llamado Marcelo Gatica