En la eternidad no hay pereza

El día 6 de Julio del año 1957 está grabado con letras de oro en la historia de la música pop. Paul McCartney y John Lennon se conocieron en los jardines de la Iglesia parroquial de San Pedro; ambos tenían quince años, y John Lennon actuaba con un grupo llamado The Quarryman. Comenzaron a tocar juntos y el resto es historia: los Beatles revolucionaron la música moderna en todo el mundo.

La vida es un regalo que Dios nos dio, es lo más precioso que tenemos; no debemos desperdiciarla ni dejar que pase de cualquier manera: en la pereza no hay belleza. En dejar que los días se entrelacen uno con el otro como si nada tuviera sentido, no va a surgir la imaginación ni el arte. La vida es mucho más que eso: todo puede comenzar cuando menos se espera… Si somos capaces de vivir de una manera diferente.

Puede que ninguno de nosotros vaya a tener un grupo musical conocido mundialmente, o cualquier otro objetivo que nos suene extraordinario; pero todos debemos seguir luchando por aquello en lo que creemos: Tenemos que seguir revolucionando nuestro pequeño mundo ¡Tenemos que seguir marcando la diferencia en nuestra vida y en la de los demás!

Déjame darte un pequeño consejo: vuelve a pensar en los sueños que tienes, en lo que quieres hacer, en aquello para lo que fuiste diseñado/a. Puede que pienses que lo que haces es lo más sencillo del mundo, pero yo te aseguro que no es así, ¡hasta el acto más simple puede transformar una vida! Yo quiero seguir soñando, prefiero tener a mi lado a mi enemiga desilusión que a mi amiga desconfianza. Prefiero sentir el pequeño dolor de un gran fracaso, que la gran satisfacción de no haber intentado nada y salir airoso.

Este es el momento de vivir la vida y no dejar que la vida nos pase por encima. El propio Einstein dijo un día: “Quien no posee el don de maravillarse ni de entusiasmarse más le valdría estar muerto, porque sus ojos están cerrados". Dios nos hizo nacer con los ojos abiertos, es más, su consejo para la vida es: “Mira siempre adelante, mira siempre de frente” (Proverbios 4:25). ¡Y eso es lo que tenemos que hacer! Para mirar hacia atrás tenemos que hacer un esfuerzo girando el cuello, y más vale que no estemos así mucho tiempo porque podemos dañar nuestros músculos (¡y te aseguro que acabaremos dañando nuestra alma también!).

Dios nos hizo para mirar de frente: en el pasado sólo quedan los errores que tenemos que aprender a corregir, pero jamás deben haberse enterrado los sueños que nos pertenecen. Si tienes que volver allí para recuperarlos, hazlo, y ¡hazlo pronto! Pero no te quedes ensimismado en los alrededores de la autocomplacencia, porque puede llegar a matarte, aunque tengas muchos años de vida por delante. 

¡Entusiásmate! ¡Maravíllate de todo y de todos! ¡Pídele al Señor fuerzas para trabajar en lo que tienes por delante! Revoluciona el mundo con tu actitud y tu deseo, porque los regalos de Dios son eternos… y en la eternidad hay belleza. 

No pereza.