A pesar de todo lo que hacemos

Las autoridades que están en ella son leones rugientes, sus gobernantes son lobos nocturnos que no dejan nada para la mañana. Sus profetas son impertinentes, hombres traicioneros. Sus sacerdotes profanan las cosas santas y violentan la ley. (Sofonías 3:3-4)

El libro del profeta Sofonías narra una situación que parece que estuviera escribiendo en el día de hoy; habla de los jefes que devoran a las personas, las autoridades que roban y los responsables de la religión que traicionan a todos y hacen lo que quieren.

Nos asusta pensar hasta dónde hemos llegado, como solemos decir, y, aparentemente, no hay solución para tanta maldad, pero la respuesta de Dios es inmediata y, después de describir esa situación, el profeta termina expresando cómo es el Creador y como su amor es tan entrañable que es capaz de disfrutar siempre con aquellos a los que ama.

No importa cuál sea la situación, ni lo que hagan los que tienen el poder, siempre podemos confiar en Dios y abrazarnos a su amor. Podemos explicar a todos que Dios es el que tiene la última palabra en todo y que todas las cosas son diferentes cuando le amamos, porque Él nos ama a nosotros de una manera incondicional.