Hay un Genio controlándolo todo
Alguien sabe exactamente qué notas tocar, qué silencios colocar y qué ritmo debe existir para que mi vida llegue a ser una de las más impresionantes melodías de la historia.
01 DE ABRIL DE 2024 · 11:56

Siempre que se hacen encuestas para elegir la mejor canción de la historia de la música pop, sea cual sea el medio de comunicación que la avale, “A day in the life”, la melodía de los Beatles, está entre las cuatro o cinco primeras. En realidad eran dos canciones en una, una parte compuesta por John Lennon y la otra por Paul McCartney. Cuando quisieron unir las dos, dejaron un espacio de tiempo de varios compases en medio de la canción definitiva, para componer algo que sirviera de puente entre dos ritmos y melodías diferentes.
Al final, se les ocurrió invitar a una orquesta sinfónica para que tocasen todos los instrumentos desde la nota más grave a la más aguda… sin ningún orden ni partitura, simplemente cubriendo ese espacio creado para servir de puente musical. Los músicos estaban horrorizados, nadie quería hacer algo semejante, así que a los chicos de Liverpool se les ocurrió montar un ambiente de fiesta, con lazos, serpentinas, narices postizas, comida, vino, etc. para que los miembros de la orquesta sinfónica no se sintieran mal al hacer tal barbaridad. La verdad es que la canción quedó absolutamente original y todo “fue a su lugar” porque, simplemente, había un par de genios del pop guiando la música hacia algo completamente nuevo e imaginativo. Una de las mejores canciones de la historia.
Es una historia que me encanta, porque todo lo sucedido dependió de la obediencia de los músicos ¡a pesar de que no entendían nada! Déjame decirte que cada vez que escucho la canción pienso en mi propia vida ¿sabes por qué? Muchas veces he tenido que obedecer lo que Dios dice en su Palabra, a pesar de que no comprendía casi nada de lo que estaba sucediendo. Pero lo he hecho con gusto, porque sabía que siempre hay un Genio, con mayúscula que lo controla todo. Alguien que sabe exactamente qué notas tocar, que silencios colocar y que ritmo debe existir para que mi vida llegue a ser una de las más impresionantes melodías de la historia. No porque sea mejor que los demás, no se trata de eso… ¡se trata de que sea lo mejor que puedo ser para aquello que fui diseñado! Recuerda que las melodías de Dios siempre son perfectas, así que cada uno de nosotros podemos llegar a serlo, aunque nos equivoquemos muchas veces.
Se trata de que hay alguien que sabe exactamente qué hacer y cómo dirigir cada instrumento para que la sinfonía sea perfecta. Así que la vida no gira en torno a mí, sino a Dios y a lo que le sucede a todos los que me rodean. Y cuando soy capaz de hacer lo que realmente sé hacer, aunque a veces no comprenda lo que estoy haciendo ¡todo es transformado de una manera sublime! “Vosotros sois en mis manos como el barro en las manos del alfarero. Yo el Señor lo afirmo”(Jeremías 18:6).
Cuando vivimos así disfrutamos más que nunca con lo que estamos haciendo. Recuerda, hay un Genio detrás de todo… déjate llevar. Haz lo que te pide, puedes estar construyendo una de las mejores melodías de la historia.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - Hay un Genio controlándolo todo