Alegría

El gozo es el estado natural de una persona que ama a Dios.

18 DE JULIO DE 2022 · 12:28

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Imagen de Jackson David, Unsplash.

Alguien dijo que la película Cantando bajo la lluvia fue uno de los ejercicios de optimismo más excelentes de la historia del cine. Seguro que en nuestra mente tenemos una de las escenas más recordadas, la del actor Gene Kelly, cantando y bailando bajo la lluvia, disfrutando, saltando, riendo… y todo porque acaba de despedirse de la mujer a la que ama, y sabe que ella le ama también a Él. No le preocupa la gente a su alrededor, ni mucho menos le importa mojarse, solamente quiere disfrutar de su felicidad.  El amor lo transforma todo.

El gozo es el estado natural de una persona que ama a Dios. La alegría desborda nuestro ser porque el Espíritu de nuestro Padre nos llena por completo. (Gálatas 5:22-23) Todo a nuestro alrededor sigue como siempre, aparentemente nada parece haber cambiado, pero no nos importa lo que otros digan o hagan. No nos preocupa la lluvia porque vivimos cantando. No nos influyen las circunstancias más allá de lo normal, porque sabemos que vivimos descansando en la gracia de Dios.

Cuando vivimos confiando en el Señor, sabemos lo que significa que nuestro corazón tenga paz a pesar de todas las heridas. No nos dejamos llevar por la tristeza o el desánimo porque son simplemente estados pasajeros en nuestra vida. Quienes amamos al Señor cantamos aún en los momentos más oscuros, adoramos cuando la muerte nos rodea y sonreímos aunque nuestro corazón esté roto. La fuente de nuestra fortaleza está en Dios, y sólo Él nos llena de alegría, porque sabemos que nada sucede sin que nuestro Padre celestial lo permita. Puede que a veces no sepamos lo que está ocurriendo, pero el hecho de que Él está a nuestro lado, lo transforma todo. El gozo no surge de las circunstancias, sino de nuestro interior.

Cuando entregamos nuestra vida al Señor, no vivimos alegres, sino que la alegría vive dentro de nosotros. ¡No es una respuesta a lo que nos sucede, sino que es nuestro estado natural! Así vivieron los primeros cristianos, tal y como lo encontramos en el libro de los Hechos, a pesar de que muchos de ellos tuvieron que pagar con sus vidas el testimonio del Señor Jesús. No les importó, porque sabían (¡Como lo sabemos nosotros!) que nadie podía quitarles la vida. Nuestra vida está escondida en Cristo (Colosenses 3:1), de tal manera que podemos disfrutarla con Él por toda la eternidad.

No tenemos que esforzarnos para encontrar la felicidad y la alegría, el Espíritu de Dios hace que corran ríos de agua viva desde nuestro interior, sean cuales sean las circunstancias. Cantar bajo la lluvia es nuestro estado natural.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - Alegría