El fracaso de los Beatles

Creo que no podríamos encontrar un solo lugar en el mundo al que no haya llegado su música. Han vendido millones y millones de discos, cassettes, cd´s, videos, dvd´s y todo aquel material en el que se pueda escuchar música.

12 DE MARZO DE 2009 · 23:00

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Una de las cosas que más me impresiona de “The Beatles” (supongo que ya sabías de quién estaba hablando) es que fracasaron en todos los concursos musicales a los que se presentaron al principio de su carrera, no sólo no ganaron ni uno, sino que salieron bastante “mal parados” de casi todos. A ninguno de nosotros nos gusta fracasar o ser considerado como un fracasado, y de hecho, cualquier fracaso parece tener consecuencias casi funestas. Alguien dijo que los años perdidos jamás podemos recuperarlos y es cierto. También leí una vez que un pájaro que tiene su ala rota ya no puede volar como lo hacía antes, y creo que hay mucho de realidad en ello… Pero déjame decirte una vez más que no todo es cómo parece. Se puede fracasar y no ser un fracasado. Se puede fallar al intentar hacer algo que merece la pena, y no vivir a partir de ese momento con la sensación de que “Ya no valgo para muchas cosas”. La gran noticia es que Dios nos da la capacidad de recuperarnos después del fracaso, y El mismo nos enseña a experimentar la paz del perdón, y la ilusión de volver a comenzar de nuevo. ¿Sabes por qué? Un profesor levantó un billete de 100 euros en su clase. “¿Quién lo quiere?” dijo, y prácticamente toda la clase levantó su mano y gritó al unísono. Entonces el profesor hizo algo raro, demasiado raro para ellos… Tomó el billete y lo pisoteó, lo arrugó, lo escupió y volvió a enseñarlo. “¿Quién lo quiere?” Volvió a repetir, y todos volvieron a levantar su mano. Nada de lo que había ocurrido hizo perder al billete su propio valor. El profesor explicó entonces que el valor del billete no varía por las circunstancias externas, es siempre el mismo. De la misma manera, no importa si nosotros somos despreciados, “pisoteados”, considerados como un fracaso, o si nos “echan de todos los concursos” porque piensan que no tenemos valor. Nuestro valor como personas no lo deciden las circunstancias. Lo decide lo que tenemos dentro, y eso nadie puede quitárnoslo. Nuestro valor lo decide nuestro Creador, y El está muy por encima de nuestros propios fracasos. Como uno de los compositores de los salmos escribió un día: “Mientras haya aliento en mí, cantaré a mi Dios” (*) Deja de preocuparte si otros piensan que estás fracasando…
(*) Salmo 146:2

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - El fracaso de los Beatles