Los nueve predicadores del metro regresan a Alemania

Los nueve predicadores del grupo Werde Licht, detenidos en agosto por un supuesto delito de desorden público, han regresado a Alemania, de donde proceden, tras el permiso dado por el juez que instruye la causa en Valencia, que no ve riesgo de que intenten eludir la acción de la justicia.

Según ha informado el diario Las Provincias, los detenidos habían salido a finales de agosto en libertad bajo fianza, tras pagar 3.000 euros cada uno, con la obligación de presentarse cada semana ante el juzgado para firmar.

El grupo de predicadores pertenece al ministerio Werde-Litch, un movimiento evangelístico de procedencia alemana, integrado por personas de trasfondo musulmán que se han convertido al cristianismo.

Los nueve predicadores fueron detenidos a principios de agosto al producirse una estampida en el metro de Valencia después de que utilizaran un megáfono para predicar en uno de los trayectos. Dos viajeros resultaron con lesiones leves a causa de la estampida.

En uno de los vídeos, se aprecia cómo la confusión se produce cuando uno de los pasajeros, que no formaba parte del grupo de predicadores, grita “vamos a morir todos”. Aunque luego dice “es broma”, el pánico se apodera de muchos que empiezan a correr para salir del vagón de metro.

Antes, los predicadores habían iniciado su predicación con el mensaje: “Este metro está lleno de pecado, lleno de drogas”, algo que también pudo alterar a los viajeros. En todo caso, los abogados esperan que la causa se resuelva en diciembre sin penas ni cargos para los nueve.

Durante su etapa de detención en la prisión de Picassent, los detenidos, de entre 19 y 42 años de edad, colaboraron con las autoridades y aprovecharon la estancia para compartir sobre su fe con otros reclusos. Según indica el diario Las Provincias, llegaron a regalarles biblias a los reclusos más receptivos.

Unas semanas después de la detención, la federación evangélica Ferede y el Consejo Evangélico de la Comunidad Valenciana emitieron un comunicado en el que solicitaba a las autoridades que actuasen con “proporcionalidad” y que “hechos lamentables como éste no se repitan y que los mismos, de carácter puntual e inusual en nuestro país, no sean utilizados por los medios de comunicación y por sectores interesados de la sociedad para caricaturizar ni estigmatizar las creencias religiosas de los ciudadanos, o sugerir medidas para restringir el derecho fundamental de la libertad religiosa”.

Rosa Barrachina, coordinadora de la Mesa de Trabajo en Misiones de la Alianza Evangélica Española, consideró en un artículo la necesidad de actuar con “sabiduría” en las estrategias evangelísticas. “El uso de un megáfono en un metro (…) es un claro desconocimiento del contexto en el que se vive, y una falta de respeto total a las iglesias autóctonas ya existentes”, concluyendo que es necesario “trabajar urgentemente en la recepción de los misiones, facilitar herramientas para su integración”.