Jonathan Lamb, en GBG 2010: la sociedad busca líderes íntegros

Liderar con integridad ante un mundo que observa no es fácil, pero ser coherentes y tranparentes con las personas a nuestro alrededor depende en gran medida de saber que también actuamos ante los ojos de Dios. Esta fue una de las ideas que marcaron el 27 Encuentro de Nacional de Graduados, organizado la rama de Graduados de GBU (Grupos Bíblicos Unidos).

MADRID · 08 DE NOVIEMBRE DE 2010 · 23:00

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Cerca de 200 personas participaron en El Escorial (Madrid) de un programa intenso y muy variado, en el que se lanzaron muchos retos a liderar desde una perspectiva renovada, centrada en el servicio no sólo a las personas sino también a Dios. Cada vez más las sociedades occidentales exigen autenticidad de sus líderes. En un espacio público en el que políticos, economistas y empresarios dicen una cosa y hacen la contraria, la integridad se ha convertido en un valor muy buscado. Basándose en 3 pasajes de 2ª Corintios, Jonathan Lamb (expositor bíblico durante el encuentro) se dedicó a desgranar el significado de este concepto, la integridad, que marcó el liderazgo de Pablo. Lamb, director de Langham Preaching (dedicada a la formación de líderes comprometidos con la Biblia), enfatizó en la importancia de ver a líderes que “sean los mismos en público y en privado”, “auténticos”, “sin dobles y segundas intenciones”, y que estén “dispuestos a sufrir”. Este modelo sólo se puede conseguir teniendo en cuenta que el líder no sólo debe rendir cuentas a las personas a su alrededor, remarcó Lamb, sino también a Dios. Es el líder que reconoce su debilidad y depende de Dios, el que tendrá un mayor impacto en una sociedad que busca autenticidad. Girando en torno a estas ideas la sección profesional de GBU, GBG (Grupos Bíblicos de Graduados), fue entrando en facetas más específicas del liderazgo. ‘¿Cómo cuidarnos a nosotros mismos para liderar después correctamente a otros?’, se preguntaba Jorge Saguar, en su sesión sobre el liderazgo personal. Pedro Tarquis enfocó su plenaria en el trabajo en equipo, y destacando características esenciales de la vida de Jesús planteó principios prácticos sobre las relaciones del líder y el grupo. Por su parte, Ester Martínez se centró en el ejemplo de Jesús cómo líder que se adapta a situaciones cambiantes (liderazgo situacional), para responder a las necesidades de las personas en situaciones como el duelo, el caos o el fracaso. LIDERAZGO EN CONTEXTOS MUY CONCRETOS Fue en la división por seminarios donde todo lo anterior se pudo debatir de forma muy contextualizada. Se habló desde la relación con la cultura y los dilemas que se presentan a un cristiano hasta cómo servir a otros en una sociedad ‘hiperocupada’. Hubo énfasis especiales en la actual situación de mucho desempleo y se trató sobre el peligro de que nuestros deseos se conviertan en “necesidades”. Se buscó redefinir también el concepto de “amor” en del contexto extremamente individualista de nuestra sociedad. Otra oportunidad para el debate y la reflexión estaba en los grupos profesionales. Como en cada encuentro, los asistentes pasaron una sesión junto a profesionales de su misma rama profesional, para buscar puntos en común en sectores como la Ciencia, la Psicología o la Medicina e Infermería. Junto a estos también la Psicología, la Comunicación, Empresa y economía, el Derecho y el Arte. IMPACTO ARTÍSTICO El Arte, precisamente, tuvo protagonismo en varios momentos del Encuentro. Antonio Soto, pintor, presentó ‘Et Lux in tenebris lucet’, una exposición con varias de sus obras, en una de las salas del recinto. El primer día se cerró con una velada que recorrió el libro de Eclesiastés de forma dramatizada, y la noche final contó con un concierto acústico, cálido e intimista, de Ana Aldea. Entre tantas aportaciones hubo también tiempo libre, para disfrutar del entorno natural que rodea El Escorial. Hubo tiempo para salidas improvisadas a comer churros, visitar la impresionante arquitectura de los alrededores o ir a tomar algo por la noche. Un éxito especial tuvieron dos actividades alternativas que sorprendieron por las tardes. Por un lado, la presentación por primera vez del llamado “Experimento Marcos”, una forma rompedora en las que una quincena de actores (todos ellos, estudiantes universitarios) representaron de principio a final el evangelio de Marcos. En los 90 minutos que duró, los aproximadamente 80 asistentes pudieron vivir muy desde dentro (la acción sucede alrededor de los espectadores) la vida y ministerio de Jesús, y su relación con las personas con las que convivió. La otra actividad opcional con una participación muy alta fue un taller de relajación, un contraste interesante al resto del programa. UNA VISIÓN AMPLIA También hubo centenares de libros expuestos (entre ellos, el recién publicado “Integridad”, de Jonathan Lamb, y publicado por Andamio), tiempos de guardería para los niños y muchos otros aspectos coordinados por un equipo de organización muy plural. Algunos de ellos salieron a presentar proyectos en la Universidad (‘Life’), en institutos (‘Zona Alternativa’) y entre graduados (‘Porfineslunes.org’), que mostraron las tendencias del trabajo que se da al largo de todo el año en los Grupos Bíblicos Unidos. El encuentro de GBG, pues, más que un oasis quería ser un impulso a los asistentes a ser íntegros como cristianos exactamente allí donde cada uno está. En el lugar de trabajo en el que se encontraría a la mañana siguiente del fin del Encuentro. Cuando cada uno vuelva a estar en su entorno natural, el mundo laboral. Puede ver más información y fotografías en la web de GBU. http://www.gbu-es.org/

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