Falleció Antonio Ciudad Castella, anciano de la iglesia en Mataró

Muy pronto formó parte del Consejo de Ancianos con los hermanos Ramos y Carreño, siendo ferviente creyente y mostrando serio compromiso cuando había que dar testimonio debido a la situación política de persecución e intransigencia que mantenía el régimen franquista con su trato a la iglesia protestante. Intervino en gestiones de diferente índole junto con otros hermanos después de 1936. Ya fallecidos los hermanos Carreño y Ramos, siguió pastoreando la iglesia junto con algún hermano más. Fue un servicio y una labor constante que rindió a la iglesia hasta que en 2002 ingresó enfermo en la Residencia Sant Josep, donde estuvo internado con su esposa. Su enfermedad se fue agravando y a causa de una crisis fue trasladado al Hospital de Mataró, desde donde partió para estar con Cristo el día 23 de agosto. En algunas ocasiones antes de agravarse había podido asistir a los cultos, gracias a algunos hermanos que cuidaban de ir a buscarle y devolverlo al centro hospitalario. Era persona muy conocida y también muy apreciada por creyentes y por muchos siervos del Señor, pero en estos últimos años “ya nos era casi un desconocido por su estado, ya no era posible ver en él sus rasgos característicos, aunque todos le recuerdan con cariño” dicen sus amigos y hermanos en la fe. Antonio Ciudad siempre estuvo muy unido a su familia. Su esposa Rosa, hija Montserrat y a su esposo Antonio Salazar (yerno que estuvo siempre al costado a Rosa); nietos Isaac y Eulalia, muy amados por el difunto. Tenía además una pequeña foto de su bisnieta, que él no llegó a conocer, y que su hija Montserrat le había puesto en el bolsillo. Queda por mencionar a su hermana Anita, que junto con la viuda permanecen en la Residencia Sant Josep (calle Muralla de Sant Llorenç 15, Mataró).