La Asociación Linense de Ayuda al Toxicómano, un proyecto evangélico gitano
La Asociación Linense de Ayuda al Toxicómano (Alatim) viene a ser desde hace dos décadas un halo de esperanza para quienes caen en las pérfidas redes de la drogadicción; aquellos que miran para otro lado cuando los estudios científicos constatan el peligro de muerte que conlleva la consumición de estas sustancias y sin embargo asienten con la cabeza y ponen la mano cuando les son ofrecidas.
LA LÍNEA · 04 DE SEPTIEMBRE DE 2006 · 22:00
El centro de Alatim, situado en la calle Segovia, pertenece a la Iglesia Evangélica de Filadelfia, aunque no es requisito ser creyente para entrar a formar parte de la asociación y tampoco para recibir ayuda por su parte. Sencillamente, parroquia y asociación se complementan y cohabitan junto con sus integrantes. Los residentes que acuden en busca de una mano amiga que se preste a mejorar su salud suelen ser, por lo general, varones de una edad cercana a los treinta, aunque hay quienes en plena mocedad -aún siendo menores- comienzan sus andanzas en el mundo de la drogadicción.
Juan Chávez, responsable del centro linense de ayuda al toxicómano de Alatim, aclara que el tiempo de rehabilitación que requiere un paciente hasta su cura definitiva son unos tres meses como interino y, una vez fuera del centro, otros tres meses en los que es sometido a un seguimiento para evitar recaídas, lo cual da un total de nueve meses de largo viaje luchando con el mono de la droga.
"Esto no es tarea fácil", asegura Juan Chávez, quien nos cuenta que los que quieren abandonar los malos hábitos acuden al centro con buena voluntad y gran interés, "conscientes de que se juegan salvar su salud", apostilló. "Los jóvenes, algunos, son rebeldes, sobre todo porque aún no conocen la verdadera maldición del toxicómano", explica el principal responsable de este centro de La Línea, quien sabe bien de lo que habla pues él mismo fue drogadicto no hace mucho: "Hace veinte años que no consumo absolutamente nada", afirma orgulloso, aunque es consciente de la dificultad que entraña poder decir esto algún día para los que residen en el centro Alatim. Es por ello que, desde su posición, Juan Chávez considera que el balance en cuanto a resultados es altamente satisfactorio para ellos, "de éxito total", según sentencia, "sobre todo comparado con otros centros".
La Asociación Linense de Ayuda al Toxicómano atiende a personas de toda la comarca, aunque el flujo mayoritario de residentes pertenece a nuestra localidad. La mayor parte de ellos han de ser tratados por sus flirteos con la cocaína y la heroína, pero hoy día existe una gran variedad de sustancias adictivas y los tratamientos son muy variados.
Y es que, como nos explica el encargado de esta asociación, "hoy en día hay más droga y también está más al alcance de todos", y sobre todo entre la juventud. "Algunos se meten de todo, sin llevar a cabo ningún tipo de miramiento", concreta.
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