La foto de las Bahamas

Hay fotografías que dan mucho de sí, por ejemplo la de las Azores de la que tanto se ha hablado sin haber agotado su significado. La de las Bahamas está a otro nivel pero también tiene su gracia.

21 DE FEBRERO DE 2009 · 23:00

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Hace unos días el Patronat de la Costa Brava se lanzó a promocionar el litoral de Girona —cosa que me parece muy bien— y no se le ocurrió otra cosa mejor que apoyar su iniciativa con una fotografía de las Bahamas. Eso sí, trataron el color para que “se viera que podía ser una de nuestras playas” porque “lo que buscábamos era un concepto”, la importancia estaba más en el concepto que en el paisaje. Por lo visto se olvidaron que la Costa Brava tiene su encanto y atractivo propios, sin competir ni desmerecer a otras; ni la de las Bahamas ni ninguna. Su abundancia de paisajes y rincones deliciosos habrían proporcionado a cualquier fotógrafo la imagen adecuada a su personalidad y carácter. No es que la foto de las Bahamas fuera fea —eso si que no— simplemente que no correspondía bajo ningún concepto. Se han producido, y con razón, reacciones adversas encadenadas empezando por la indignación de quines no sólo valoramos la Costa Brava sino que nos tiene literalmente enamorados. En medios de comunicación de toda Europa se ha hecho guasa a costa de esta chapuza con grandes dosis de sarcasmo. Es fácil imaginarse a los potenciales turistas llenándose de recelos al pensar que debe ser muy fea o que los estragos de la especulación inmobiliaria han sido tal magnitud que han tenido que usar una foto de otro sitio. Sin duda un lamentable error que ha desembocado en la rápida retirada de la campaña. Por desgracia estas cosas no ocurren sólo en el sector turístico. ¿Nos hemos planteado qué reacción puede producirse fuera de nuestros círculos cuando, junto al mensaje de Dios, se coloca la particular foto de las Bahamas? A veces al lado de las verdaderas promesas de Dios se pone la foto de falsas expectativas que acaban por generar frustración en quienes creen. Cuando al lado de la paz con Dios se pone la foto de una felicidad etérea, intangible y simplona se está simplemente engañando. No faltan las ocasiones en que la proclamación del consuelo de Dios se adorna con la falsa fotografía de la ausencia total de dificultades, sin olvidarnos de que el mensaje de la vida eterna está muy por encima de la foto de la simple prosperidad material. No siempre el rechazo es consecuencia de la dureza de corazón de los oyentes. Tendríamos que evitar colocar una fotografía de ´humo´ junto a un mensaje que tiene en si mismo más suficientes elementos positivos y atractivos.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Cartas de un Amigo - La foto de las Bahamas