Decretos para una Nueva Era, de Daylíns Rufín
Un texto de la teóloga, pastora y poeta cubana, integrante del Consejo Asesor de Tiberíades.
22 DE MARZO DE 2019 · 07:35
Me complace hacer conocer una muestra de la poesía de Daylíns Rufín Pardo (Matanzas, 1975).
Licenciada en Teología y Magíster en Ciencias Bíblicas. Actualmente es profesora del Seminario Evangélico de Teología (SET) de Matanzas (en el Área de Antiguo Testamento (Teología del AT , Historia de Israel y Hebreo Bíblico), y del Instituto Superior Ecuménico de Ciencias de la Religión (ISECRE) en la Habana (Estudios de Género, Interpretación de Textos Sagrados y Religión y Ecología).
Es doctoranda en Filosofía por la Universidad de la Habana, y en Teología por el Graduate Theological Fundation (GTF).
Combina, además, las labores docentes con la práctica eclesial como pastora ordenada en la Fraternidad de Iglesias Bautistas de Cuba (FIBAC).
Como poeta ha publicado tres libros: ‘Mundos de Astoret’ (2014), ‘Vers.o.s’ (2014) y ‘Dos de paso’ (2016), todos bajo el sello de Hebel Ediciones. Integra el Consejo Asesor Iberoamericano de TIBERÍADES, Red Iberoamericana de Poetas y Críticos Literarios Cristianos.
DECRETOS PARA UNA NUEVA ERA
Decreto que la vida podrá ser un jardín lleno de frutos nuevos,
que las aves estrenarán los silbos olvidados
y desde lo profundo
las aguas de la tierra bordarán infinitos
cálices de frescura sobre el tapiz del mundo.
Sus hilillos de plata transparente entrelazarán todas las formas posibles
con puntadas de tiempo nuevo.
Decreto que la angustia será tratada como cazuela rota
y pasará a vivir a los traspatios hecha tiesto de flores silvestres:
posible guarida para grillos, guisasos y mariposas.
Decreto que el perdón será la fuerza más tangible
y nuestros corazones vivirán expuestos
irremediablemente
ante su rapto.
Nos tomará, violenta, la Esperanza...Nos tomará, sin timidez, los miedos.
Reina en carruaje doradoverdeazul
- toda de sol y perlas-
se esparcirá el Amor, casa por casa,
y en todos los amaneceres del planeta
traerá a nuestras puertas el sueño más deseado,
el tiempo más querido,
el anhelo que ya no atrevíamos siquiera a dibujar
en la esfera cristalina del alma.
Lo trazará preciso con su dedo de sol
y será nuestro mapa más perfecto.
Decreto que el convivir será
-siempre y sin tiempo-
una fiesta posible de la gruta del lobo al prado del cordero.
Decreto que la atmosfera podrá ser renombrada “ARMONIA”.
Y que los seres podremos trastocar en cristal de cuarzo cada pecho
y compartir en Luz y Transparencia cada segundo ,
cada minuto y donde sea.
Decreto que habrá nubes que habrán de reflejarse en el cristal
sin empañar su esencia,
sin tocarle de veras,
y decreto un ejército de ángeles hecho gotas
que lloverá sobre los pechos y los techos y todo lo que existe,
transmutándonos el polvo en arcoíris.
Decreto que la Vida se hará Virgen y Madre
Príncipe y Padre
en comunión perfecta con el soplo de estrellas
de la séptima casa,
de la hora penúltima,
de tu lugar sagrado
que eres TÚ.
Decreto que veremos con la piel
y cada día
el nuevo nacimiento,
y jugaremos como niños en la verde colina de la noche
coleccionando meteoritos y estrellas,
pedacitos de conchas
y semillas
y hierbas,
y esta simpleza será llamada “Tesoro”.
Decreto que tendremos el don de congruencias
y haremos coincidir, regocijados,
miradas, corazones y canales de Paz.
Decreto que el Poder cambiará de argumentos
y no sabrá ya nunca vestirse de Injusticia.
Que la Fuerza Divina seguirá siendo Brisa
sobre el océano del orden,
como antes lo fue del caos.
Y serán tatuados en la espalda de las rocas
nuevos signos de Bien.
Y decreto la risa y la sonrisa como oración,
como conjuro,
como el nuevo Aleluya! en la liturgia de una Nueva Existencia.
Decreto finalmente que el nuevo mundo será así,
e imaginablemente más que esto.
Pero será, de a una y sobre todo,
un mundo en el que tú,
y yo
y nosotros
nos reconoceremos como iguales seres de la Palabra
como raza hacedora de los buenos decretos.
Y queda decretado, definitivamente,
que esta nueva era
es un regalo inmenso, único, necesario
y será el tiempo de despertarnos
conscientemente
todos los días,
como Seres del Recomenzar.
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