Frances Luttikhuizen y la memoria histórica de la Reforma española
Es en su faceta de historiadora de la Reforma Española donde brilla con luz propia. Frances heredó de su padre su amor por la Historia, y una profunda admiración por las personas que defienden sus creencias.
30 DE OCTUBRE DE 2022 · 23:50
Recientemente partía a la presencia de Señor la profesora Frances Luttikhuizen. Aquellos que tuvimos el privilegio de conocerla, y nos considerábamos sus amigos, la recordamos con mucho afecto. Rememoro con nostalgia mis incontables conversaciones con Frances y su marido David Estrada en tantos lugares: Piedralaves, Sevilla, Madrid, Barcelona o en Canet de Mar. Recuerdo con mucho agrado la hospitalidad de los Estrada en su hogar en la Capital Condal y en Canet de Mar. Virtudes, mi mujer no olvida su memorable visita a Alcázar de San Juan hace ya algunos años. Y, últimamente, nuestras largas nuestras conversaciones telefónicas, donde además de preguntarnos por la salud, no cesábamos de compartir nuestros hallazgos, más suyos que míos, acerca de la Reforma Española. Me impresionaba como me envió durante años notas sobre su estado de salud para que así pudiéramos orar por ella. Las oraciones no hicieron sino ahondar nuestra amistad. Por eso, no quisiera dejar pasar este aniversario de la Reforma Protestante del siglo XVI sin reconocer la inestimable obra de Frances Luttikhuizen en la moderna recuperación de la memoria histórica protestante española. Sus investigaciones, siempre tan lúcidas y sugerentes, han abierto nuevos campos de estudio a otros. Muchas de sus contribuciones están ahora a nuestra disposición en castellano, catalán e inglés, lo cual apunta a su gran valor. Pero, al mismo tiempo que era una investigadora de primera fila, era una persona envuelta en una profunda humildad. Me llama mucho la atención lo agradecida que era. En esto imitaba a su muy estudiado Miguel de Cervantes Saavedra, que consideraba el desagradecimiento como uno de los mayores pecados. (Don Quijote, Segunda Parte LVIII) Sin duda alguna, vivía las palabras del Apóstol Pablo, que nos exhorta a orar siempre a Dios con acción de gracias (Filipenses 4.6)
Curiosamente, conocí antes a Frances Luttikhuizen como erudita cervantina que como investigadora de nuestra Reforma Española; en concreto, mi primera noticia de ella fue como autora de la edición crítica de las Novelas Ejemplares de Cervantes, publicada por la editorial Espasa. Yo estaba entonces preparando un trabajo sobre la presencia de La Biblia en Don Quijote de la Mancha. Recuerdo como me llamó la atención que hubiera identificado una cita bíblica en una de esas novelas cervantinas. Ya no iba a olvidar su nombre: Frances Luttikhuizen. Asimismo me acuerdo muy bien de cuando la conocí por primera vez en persona. Fue durante una de las conferencias Cipriano de Valera, en Piedralaves. Allí tuve el atrevimiento de regalarle una copia de mi obra titulada, La Biblia y el Quijote, que me había publicado el Patronato de Cultura de Alcázar de San Juan. Con temor y temblor, esperaba su valoración, ya entonces muy consciente de su enorme talla de cervantista de nivel internacional. Nunca podré olvidar el cálido aprecio de mi trabajo que me expresó muy cordialmente. Su labor como cervantista (como en otras facetas como profesora, traductora y filóloga) no es tan conocida, pero es enormemente valiosa. Está encuadrada en la obra de la Asociación de Cervantistas de la que fue uno de los diez miembros fundadores. Entre otros escritos cervantinos, destacaría su trabajo sobre Los Primeros Ilustradores del Quijote que, curiosamente fueron protestantes holandeses. Empresa que llevó a cabo con el apoyo de Carlos Alvar. Apareció publicada en Alétheia, la revista de Teología de la Alianza Evangélica Española. Es un número monográfico con motivo del 400 aniversario de la publicación de la segunda parte del Quijote en 2015. Esta es la primera publicación en la apareció mi nombre junto al suyo y al de su querido marido David Estrada. Hay que destacar que su contribución incluye reproducciones de los grabados originales.
Pero es en su faceta de historiadora de la Reforma Española donde también brilla con luz propia. Frances heredó de su padre su amor por la Historia, y una profunda admiración por las personas que defienden sus creencias. Estos datos son significativos para entender su vida y obra. Al igual que lo es su matrimonio con David Estrada Herrero, otro de los referentes del protestantismo español, y conocedor, como pocos, de la Reforma Española. Fruto de su labor investigadora es la recopilación de una ingente bibliografía de todo tipo de estudios sobre el protestantismo español titulado: La Reforma en España, Italia y Portugal, siglo XVI y XVII. Se publicó en Sevilla en 2009, como parte de su cometido en el Centro de Investigación y Memoria del Protestantismo Español (CIMPE) Asimismo, se debe a su pluma: Underground Protestantism in Sixteen Century Spain. A new look at a much ignored side of Spanish History, libro publicado en Göttingen, Alemania, en 2016. Pero, su obra cumbre es el volumen titulado España y la Reforma Protestante (1517-2017) ya con cuidadas ediciones en catalán y en inglés. Este libro es ya una obra de referencia indiscutible para entender la Reforma Española. Uno de los momentos más conmovedores que recuerdo de nuestra amistad es la afectuosa invitación que me cursó para presentar el libro en sociedad, concretamente el 17 de junio de 2017 en la Librería Abba de Barcelona. Me hice entonces eco, en este mismo medio, de lo que representaba este trabajo.
Como han puesto de manifiesto otros eruditos, como por ejemplo su propio marido David Estrada, Frances muestra la profunda raigambre española de nuestra reforma. Es deudora de la linea de investigación emprendida por diversas universidades e instituciones españolas, desde hace ya bastantes años, y que han consolidado, de modo académico, el carácter autóctono de la Reforma Española. Es la nuestra una Reforma patria, muy de nuestro terruño sin duda, pero, a la postre, en línea con la de las otras reformas europeas. Y es que la Reforma Española está sólidamente anclada en Sola Scriptura y en la doctrina de la justificación por la fe sola, en expresión tan bellamente española: El Beneficio de Cristo. En ese sentido, quisiera destacar su participación como guionista y protagonista del capítulo dedicado a España titulado: The Enlightened Ones, (Los alumbrados) dentro de la serie The Protestant Revolt: A Study of the Protestant Reformation patrocinada por el Westminster Theological Seminary (EE.UU) (Philadelphia, Capstones Films 2013) Fue todo un placer poder participar con Frances y David en el capítulo dedicado a Toledo, y conocer a Peter Lillback, buen amigo de los Estrada, ferviente creyente, erudito de primer nivel, y director de la serie. Quisiera igualmente destacar, de un modo especial, como En España y la Reforma Protestante (1517-2017) Frances pone en valor la gran presencia e influencia de muchas mujeres en la Reforma Española. Ese es un aspecto dejado a un lado por muchos, pero que es una de las señas de identidad de nuestra Reforma como demuestra fehacientemente Frances. Toda su obra es un homenaje a la mujer creyente. Su último artículo en Alétheia es un estudio sobre la gran reina de Navarra, Juana de Albret, nuevamente en esa línea en la que buscó destacar la presencia femenina en la Reforma.
España y la Reforma Protestante (1517-2017) manifiesta como Frances combinaba varias habilidades en la misma persona. Por una lado, una capacidad de síntesis y análisis de conjunto de los temas que trataba. Así, su obra tiene un carácter enciclopédico. Pero, por otro lado, su atención al detalle histórico concreto, marca del erudito, con constantes referencias a los documentos originales, hace que sus conclusiones estén sólidamente apoyadas en los hechos registrados. Y es que los archivos y las fuentes originales son los auténticos mimbres de la Historia sin los que esta no puede progresar. El estilo de Frances es también fascinante, tiene calidad literaria, no pequeño logro para una persona cuya lengua nativa no era el castellano. Al mismo tiempo, sus pesquisas históricas son conducidas, a menudo, con un carácter de casi novela policíaca, lo cual hace que sea una delicia seguir las pistas y el desarrollo de la trama que presenta. Después de la publicación de España y la Reforma Protestante (1517-2017) Frances no dejó de investigar. Así Alétheia, ha seguido publicando muy interesantes trabajos suyos sobre, por ejemplo, la bastante desconocida Biblia de Vatablo. Me hizo mucha ilusión participar conjuntamente con ella en la obra Protestant Majorities and Minorities in early Modern Europe. Publicada asimismo en Göttingen en 2019, Frances firma un fascinante capítulo titulado Clandestine literature reaches Spain. Se ocupó también de revisar mi propia aportación titulada: Sola Scriptura. The rationale behind the Early Protestant Translations of The Spanish Bible. Su última obra publicada en catalán es: Un dia de fúria. Barcelona, 10 de març de 1820, en la que se hace eco del asalto a la sede del palacio de la inquisición en Barcelona.
Doy gracias a Dios por una vida como la de Frances Luttikhuizen: por una obra que pone en valor la pujante fe en Jesucristo de tantas mujeres y hombres en tiempos oscuros y difíciles. Frances fue un enorme ejemplo personal de rigor y honestidad intelectual. Uno de los mejores homenajes que podemos hacerle es leer su obra, ya sea en castellano, catalán o inglés. Para algunos, la ponderación de su quehacer nos animará para seguir en la estela de sus firmes pasos en la recuperación de esta nuestra memoria histórica evangélica y española. Pero, para todos, su vida y obra, serán un constante acicate para transitar por el camino que ya recorrieron nuestros antepasados en la fe, cautivados como Frances misma, por la persona de Jesús, el que dió su vida por nosotros en la cruz. Y por ello: Gracias a Dios por su don inefable ¡nuestro Señor y Salvador Jesucristo! (2ª Corintios 9.15)
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