Tradiciones mundanas que dividen y hunden iglesias

En pleno siglo XXI sigue habiendo enseñadores que, desde los púlpitos, alientan a celebrar fiestas mundanas; y los por ellos engañados que confunden su complicidad necesaria con tolerancia divina. Esto ya ocurría en Tiatira en el siglo I.

24 DE DICIEMBRE DE 2022 · 18:30

Izquierda: Representación de “la Navidad” en una obra del año 1500. Derecha: obra que representa “Las Saturnales” en honor del planeta Saturno.1,
Izquierda: Representación de “la Navidad” en una obra del año 1500. Derecha: obra que representa “Las Saturnales” en honor del planeta Saturno.1

Venimos analizando desde los artículos previos de esta serie, que la adoración al Hijo de Dios enfrenta siempre al peligro de adoptar doctrinas, prácticas y costumbres introducidas sin fundamentos bíblicos por los falsos maestros.

Esto es lo que ocurre con las tradicionales fiestas que se celebran anualmente entre los meses de noviembre y enero, que tienen origen en la ya decadente Roma imperial. Sorprende que la iglesia en Tiatira ya enfrentara esta seria amenaza a fines del siglo I.

Frente a las costumbres corruptas de esta congregación, el Señor le ordena al ‘discípulo amado’ que le transmita un mensaje contundente que comienza así:

“Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido”

Para que no quedase duda alguna sobre quién es el que habla, el Señor glorificado que está sentado a la diestra del Padre y en control de todo lo visible e invisible 2, se presenta a esta familia de fe como “el Hijo de Dios”. 

Decíamos hace unos años atrás, que esta “descripción que hace de sí mismo el Señor guarda una gran semejanza con la del mensajero angélico que le habló al ‘amado Daniel’ a orillas del río Hidekel (Tigris)”: Su rostro parecía un relámpago, sus ojos como antorchas de fuego, sus brazos y sus pies como el fulgurar del bronce bruñido’. 3 

“Un mensaje que empieza así no es precisamente tranquilizador” dijo el expositor bíblico escocés William Barclay, al comentar este singular texto.

“Los ojos llameantes tienen que representar dos cosas: la ira ardiente contra el pecado, y la terrible penetración de esa mirada que despoja de los disfraces y penetra hasta lo más íntimo de la persona. Los pies de bronce tienen que representar el poder inconmovible del Cristo Resucitado” 4 – así lo definía el respetado autor.

 

‘Profecía’ y ‘Revelación’ 5 no se contradicen.

La Biblia prueba su inerrancia de atrás hacia adelante y de adelante hacia atrás. Los creyentes en la palabra profética más segura creen también en la Revelación; y viceversa. La iglesia necesita de miembros que, Biblia en mano, prueben que los que se declaran a sí mismos como ‘profetas’,  ‘apóstoles’ o ‘ungidos’ no son más que hábiles maestros de atractivas doctrinas de hombres con las que se apropian del corazón y mente de los incautos.

En pleno siglo XXI sigue habiendo enseñadores que, desde los púlpitos, alientan a celebrar fiestas mundanas; y los por ellos engañados que confunden su complicidad necesaria con tolerancia divina. Esto ya ocurría en Tiatira en el siglo I.

Mezclar el evangelio de Jesucristo y sus apóstoles con costumbres y tradiciones mundanas es un hábito presente a lo largo de la historia eclesiástica. Desde el día en que los discípulos de Cristo fueron burlonamente llamados ‘cristianos’ en Antioquía de Siria 6, y ahora mucho más que antes, la iglesia navega en un mar de crisis.

Así fue que el apóstol Pablo encaró, sin rodeos a los gálatas, señalándoles: (ustedes que)en otro tiempo, cuando no habían conocido a Dios, sirvieron a los que por naturaleza no son dioses. En cambio, ahora que han conocido a Dios o, mejor dicho, ya que han sido conocidos por Dios, ¿cómo es que se vuelven de nuevo a los débiles y pobres principios elementales? ¿Quieren volver a servirlos otra vez? ¡Ustedes guardan los días, los meses, las estaciones y los años! Me temo por ustedes, que yo haya trabajado en vano a su favor.7

En Tiatira estaba ‘esa mujer Jezabel’ que, según el ya citado W. Barclay “Puede suponerse que no trataba de destruir la iglesia, sino que lo que quería era incorporar formas que eran corrientes en la sociedad pagana, que se podían considerar exigencias de la vida social y comercial pero que eran, de hecho, destructivas para la fe.”

  Aun sin proponerlo, estimados lectores, podemos actuar como aquella mujer; siendo funcionales a los festejos de la Navidad, Año Nuevo y Reyes. Lo hacemos con buena intención, inclusive en respuesta a los hermanos mayores que nos alientan a armar ‘Belenes’ y arbolitos; a guardar los días de ‘adviento’ hasta llegar a la ‘Nochebuena’ y al ‘Nacimiento’; y a demostrarnos amor con el consabido intercambio de regalos.8

Guiado por el Espíritu Santo, el apóstol a los gentiles transmitió a los congregados en Roma la revelación divina sobre cuál es la raíz de este sutil engaño: los que viven conforme a la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque la intención de la carne es muerte, pero la intención del Espíritu es vida y paz. Pues la intención de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios ni tampoco puede. Así que los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.” 9

Aquella mujer, en Tiatira, prefirió seguir obrando en la carne; pecó contra el Espíritu, no consideró que debía arrepentirse de arrastrar a amantes tras ella, ni de tener hijos producto de su fornicación. Por lo cual el Señor le anuncia que la castigaría tal como castigó a Israel cada vez que su pueblo le era infiel, cayendo en idolatría. A todos ellos el Señor les promete un castigo ejemplificador. Les advierte que solo así  “todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras”.10

El Evangelio de Jesucristo: ‘poder de Dios para salvación a todo el que cree’ 11 es el único que empodera a los miembros del cuerpo de Cristo para ocuparse en aprender y practicar la sana doctrina. Ellos ‘retienen lo que tienen’, discipulan a otros, bautizándolos y enseñándoles a retener lo que han recibido de Jesucristo. Solo así comprueban que su Señor cumple fielmente con Su promesa de estar con ellos “todos los días, hasta el fin del mundo.” 12

Esto se aplicó a los cristianos en Tiatira, y en todo otro lugar y época; y se aplicará por el Espíritu que nos guía a toda verdad hasta que regrese el Señor de la iglesia.

 

Referencias

1. “Los antecedentes de la Navidad habría que situarlos en los años 320-353, durante el mandato del papa Julio I, que fijó la solemnidad de Navidad el 25 de diciembre, a pesar de la creencia de que Jesucristo nació durante la primavera, quizá con la intención de convertir a los paganos romanos en cristianos. Posteriormente el año 440, el Papa León Magno estableció esta fecha para la conmemoración de la Natividad casi un siglo más tarde, en 529 el emperador Justiniano la declara oficialmente festividad del Imperio.” Además “la primera representación del Belén, que escenificaba el nacimiento de Cristo, la realizó San Francisco de Asís en la Nochebuena de 1223, en una cueva próxima a la ermita de Greccio, en Italia.” Fuente:

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/origenes-navidad_6901

2. Colosenses 1:15-20; Efesios 1:17-23. 

3. Daniel 10:4-6.

4. William Barclay, COMENTARIO AL NUEVO TESTAMENTO, Tomo 16, El Apocalipsis (I), página 50

5. La Profecía no es adivinación ni mera especulación humana; es Palabra de Dios transmitida por mensajeros solo por Él escogidos, para edificación de Su pueblo; no para grupúsculos reducidos, y mucho menos para denominaciones multitudinarias que inventan herejías para esquilmar a ignorantes.

Hechos 17:10-12; 1ª Juan 4:1.

La Revelación del eterno propósito de Dios se cumple en su Hijo Jesucristo, el Verbo hecho carne que habitó entre nosotros para mostrarnos al Padre y redimirnos para hacer una familia para Sí. Lucas 2:32; Romanos 16:25; 1ª Corintios 14:6; Gálatas 1:12; Efesios 3:3; 1:17; 1ª Pedro 4:13; Apocalipsis 1:1

2. 2ª Pedro 1:19-21; Proverbios 29:18a; Daniel 9:24; 1ª Corintios 13:2, 8; 1ª Tesalonicenses 5:20; Apocalipsis 1:3; 19:10b; 22:7, 10, 18, 19.

6. Hechos 11:26: “Y los discípulos fueron llamados cristianos por primera vez en Antioquía”.  Los pecadores redimidos por la sangre de Jesucristo, vivan donde vivan, no necesariamente son ‘cristianos’, celebran fiestas ‘cristianas’ y entran en las estadísticas siempre actualizadas del ‘cristianismo’. Esos motes han contribuido, históricamente, a aumentar el problema que divide y hunde a una iglesia local.

7. Gálatas 4:8 - 11.

8. Artículos de este mismo autor sobre Navidad y Reyes Magos; a) El intercambio de regalos: https://protestantedigital.com/agentes-de-cambio/46128/por-que-se-intercambian-regalos-en-navidad b) El disfrazarse de ‘Papá Noel’: https://protestantedigital.com/agentes-de-cambio/46088/por-que-muchos-se-disfrazan-de-papa-noel  c) ¿Nace Cristo en nosotros, cada Navidad?: https://protestantedigital.com/agentes-de-cambio/12390/iquestnace-cristo-en-nosotros d) Sobre el ‘árbol de Navidad’: https://protestantedigital.com/agentes-de-cambio/12364/navidad-lo-que-hay-detras-del-arbol-y-papa-noel

   e) Verdades y mentiras en la ‘Navidad’: https://protestantedigital.com/agentes-de-cambio/12360/verdades-y-mentiras-sobre-la-fiesta-de-navidad  f) Lo que enseña la Biblia sobre el nacimiento de Jesús: https://protestantedigital.com/agentes-de-cambio/41040/nacer-servir-sufrir-morir-y-resucitar-con-gloria  g) Algo más que desear ‘Feliz Navidad’: https://protestantedigital.com/agentes-de-cambio/38148/algo-mas-que-una-feliz-navidad  h) Acerca de los ‘reyes magos’: https://protestantedigital.com/agentes-de-cambio/34887/carta-al-rey-de-reyes

9.  Romanos 8:5-8.

10. Apocalipsis 2:23b.

11. Romanos 1:16.

12. Mateo 28:18-20.

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