Jimmy Carter: Siervo, hasta la muerte

Jimmy Carter será recordado como un hombre de bien y reconciliador. Un artículo de Jorge J. Pastor-Mut.

02 DE ENERO DE 2025 · 13:50

El ex presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter y la ex primera dama Rosalynn Carter con jóvenes víctimas de la enfermedad de esquistosomiasis, en Nigeria./ Foto: The Carter Center,
El ex presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter y la ex primera dama Rosalynn Carter con jóvenes víctimas de la enfermedad de esquistosomiasis, en Nigeria./ Foto: The Carter Center

Estaba presidiendo una sesión general de la Alianza Bautista Mundial (ABM) en 1985 en Los Ángeles (California). Mis nervios estaban a flor de piel, pues era la primera vez que debía dirigir una asamblea de los bautistas integrados en esta organización, compuesta en aquella época por una comunidad de más de cincuenta millones de miembros, sin contar a los niños, adolescentes no bautizados por inmersión y simpatizantes.

En un momento dado irrumpió un grupo de personas que, de alguna manera, desestabilizaron la atmósfera de la gran reunión. Me fijé en los integrantes y observé que reconocía a uno de ellos, aunque no lograba identificarlo del todo. Se sentaron en las primeras filas del Centro de Convenciones. Mientras intervenía el conferenciante de turno, me hicieron llegar una nota que decía: El presidente Jimmy Carter acaba de entrar en la sala. Cuando finalice la sesión, debes darle la bienvenida”.

A mis 36 años, sin experiencia en protocolos de este tipo, los nervios estaban a flor de piel. No sabía cómo presentar a una personalidad de este calibre ante los miles de asistentes al Congreso. Ahora mismo no recuerdo exactamente cómo lo hice, pero, tras dirigirse a los congresistas después de su presentación, Carter fue muy amable conmigo. Habló en español, me dio un abrazo rompiendo todos los protocolos y firmó un Nuevo Testamento que yo llevaba en la mano, y que todavía conservo en mi biblioteca.

En su intervención, Carter llamó a los cristianos bautistas a abordar las necesidades humanas, luchar contra la opresión y exhibir cualidades y dones  como paz, humildad, preocupación por los demás, perdón, misericordia, generosidad y una disposición incluso a ser perseguidos en nombre de Dios”.

 

El legado de Carter en la defensa de los derechos humanos

En 1982, fundó el Centro Carter, una organización dedicada a trabajar por la resolución de conflictos, la democracia y la protección de los derechos humanos en todo el mundo. Su labor a través del Centro marcó un hito en la lucha por la paz y la justicia global.

Mi siguiente encuentro con Carter fue en 2005, durante el Congreso del Centenario de la Alianza Bautista Mundial (ABM) en Birmingham (Inglaterra). Junto con la delegación de los bautistas de España, participamos en un almuerzo donde Carter afirmó: Estoy agradecido de ser parte de la ABM, donde no se permite que los valores políticos ni étnicos nos separen unos de otros. Nos vemos como hermanos y hermanas, independientemente de nuestras diferencias raciales y filosóficas. Estamos unidos en una fe común en nuestro humilde Salvador, y estoy orgulloso de ser parte de ella”.

Jimmy Carter: Siervo, hasta la muerte

En 2002, Jimmy Carter recibió el Premio Nobel de la Paz “por sus décadas de esfuerzo incansable para encontrar soluciones pacíficas a los conflictos internacionales, promover la democracia y los derechos humanos y promover el desarrollo económico y social”./ Foto: The Carter Center, Cita extraída del anuncio del Comité Noruego del Nobel.

Más tarde, en ese mismo Congreso, Carter y su esposa Rosalynn fueron invitados a una recepción ofrecida en el Ayuntamiento de Birmingham. Allí, tuve el honor de asistir como vicepresidente por Europa de la ABM y de escuchar junto con todos  los asistentes las desafiantes palabras de Carter: Es tarea primordial adherirse al mensaje básico y no distorsionado del evangelio, acercarse a Cristo y, por lo tanto, unos a otros, y seguir al Príncipe de Paz para aliviar el sufrimiento de los demás y ayudar a los que están perdidos”. De nuevo, su amabilidad y afecto fueron evidentes, especialmente al mostrar interés por la comunidad bautista en España.

 

Promotor de unidad y reconciliación; Nuevo Pacto Bautista

Además de ex presidente de los Estados Unidos, Carter fue diácono de su pequeña iglesia Maranatha, en Plains (Georgia). En 2008 fundó oficialmente el Nuevo Pacto Bautista, una organización destinada a unir a los bautistas moderados estadounidenses, exceptuando la Convención Bautista del Sur, de la cual su iglesia se había desvinculado. El propósito de este movimiento era promover conversaciones, actividades y acuerdos entre iglesias bautistas blancas y negras.

Desde el Centro Carter en Atlanta, alentó exitosamente proyectos conjuntos entre iglesias bautistas de diferentes tendencias y etnias. Tuve el privilegio de ser invitado a la sesión inaugural del Nuevo Pacto Bautista en Atlanta y que me sentaran  junto a él y su esposa. Su amabilidad y humildad fueron una constante, así como su capacidad para inspirar a quienes lo rodeaban.Al estar tan cerca de una personalidad de este calibre durante varias horas , pude comprobar su extraordinaria cercanía y sorprendente accesibilidad, así como la profunda humanidad que desprendían sus palabras y hechos. El meticuloso cuidado de los detalles personales y el mensaje, tanto verbal como no verbal, era cálido, conmovedor y de una profundidad inspiradora que dejó una huella imborrable en mi vida.

Jimmy Carter: Siervo, hasta la muerte

Jimmy Carter enseñó en la escuela dominical de la Iglesia Bautista Maranatha en Plains tras dejar la Casa Blanca. /Foto: Jimmy Carter Library

Confieso que fui a Atlanta en "modo observador". Algo inesperado estaba sucediendo. Desde el primer culto de adoración, pasando por la experiencia del contacto personal y directo con el matrimonio Carter, hasta la bendición final, me sentí profundamente conmovido y atraído por la experiencia de una forma personal. Mi "escepticismo" desapareció. En su lugar, el Espíritu de Dios se manifestó, trayendo vida a los huesos secos. Dios usó a Carter para celebrar y abrazar la diversidad, uniendo a afroamericanos, anglosajones, hispanos, asiáticos y algunos europeos como yo bajo las premisas de la declaración de Lucas 4:18-19. En realidad, Jesús ocupó el centro de la plataforma durante todas las ponencias y cultos de adoración, por encima de figuras destacadas presentes como el escritor John Grisham, el pastor  Jimmy Allen o  ex presidente Bill Clinton.

El pastor Alain Stanford fue mi nexo con el Centro Carter y, gracias a él, pude apreciar de cerca el impacto práctico de la defensa del voluntariado de Carter y su esposa  Rosalynn. Su colaboración y dedicación integral con Habitat para la Humanidad, construyendo viviendas accesibles para personas necesitadas, es un ejemplo de su compromiso práctico social en el mundo, incluso después de graves accidentes cuando tenía noventa años.

 

Un último encuentro en Cataluña

La última vez que saludé fugazmente a Carter fue en 2010, durante la inauguración del nuevo templo de la Iglesia Unida de Terrassa. Colaboré para que pudiera estar presente en dicho acto. La inauguración, brillantemente organizada por la iglesia , incluyó la participación de Carter en un culto que tuvo un marcado trasfondo espiritual. Predicando en español, destacó los dos grandes mandamientos: amar a Dios y amar al prójimo. Su mensaje fue claro: el amor hacia las personas que tenemos frente a nosotros es fundamental y tan importante como el amor a Dios.

 

El hombre de la eterna sonrisa

Jimmy Carter, magnate de cacahuetes, gobernador de Georgia, presidente de los Estados Unidos durante un solo período de cuatro años, diácono de una iglesia local, maestro de escuela dominical por décadas y voluntario comprometido con causas sociales, será recordado como un hombre de bien y reconciliador. Su sonrisa eterna cautivaba y su incansable servicio a los demás dejaron una huella sin precedentes en la historia de la humanidad. Muchos de sus admiradores confiamos en que algún día se le reconozca como un líder histórico en la lucha por la justicia y la paz.

Transcribo las palabras proféticas que escribió en el New York Times el 5 de enero de 2022.“Nuestra gran nación se encuentra ahora al borde de un abismo cada vez más profundo. Si no actuamos de inmediato, corremos un riesgo real de entrar en conflicto civil y de perder nuestra preciada democracia. Los estadounidenses deben dejar de lado sus diferencias y trabajar juntos antes de que sea demasiado tarde”.

Sin lugar a dudas, Jimmy Carter fue un siervo hasta su muerte.

 

Jorge J. Pastor-Mut. Dénia, 30 de diciembre de 2024

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