Cielos
Me he preguntado si en los últimos días se habrían producido cambios en el Cielo de nuestro Dios.
06 DE NOVIEMBRE DE 2024 · 13:40
Cualquiera que nos haya visitado en persona en Paiporta sabrá que el aeropuerto de Valencia no está lejos de nosotros y que a menudo se oyen despegar aviones. Por supuesto, ya nos habiamos acostumbrado.
Desde que llegó la DANA a nuestro pueblo, el ruido de los aviones ha quedado ahogado por otros “ruidos”. Varios helicópteros cada día, ya sean de la policía, del ejército o de la prensa. También el ulular casi constante de las sirenas de la UME, las ambulancias, la policía, los bomberos, etc.
Después de una semana, estos niveles de ruido inusualmente altos van reduciéndose algo y hoy un avión despegando a lo lejos me ha recordado la «normalidad celestial» de nuestro pueblo. Ya se ha hecho mucho sobre el terreno con miles de ayudantes de cerca y de lejos, pero aún estamos a semanas o meses de la realidad habitual.
También me he preguntado si en los últimos días se habrían producido cambios en el Cielo de nuestro Dios. Estoy convencido que sí, por dos razones.
En primer lugar, miles de hermanos y hermanas en la fe de todo el mundo han estado orando por esta zona; creo que por Paiporta en particular. Y en segundo lugar, el Señor nos ha dado a los cristianos la oportunidad de ser un ejemplo de amor al prójimo: al vecino.
Las palabras en el sentido de testificar de lo que nos motiva como cristianos tendrán su lugar más adelante. Muchas relaciones, algunas de ellas superficiales, dieron lugar a una cohesión diferente, especial, a raíz del dramático acontecimiento.
Me pregunto: ¿Qué se ha movido en el Cielo durante estos días? ¿Cuántas personas clamaron a su Creador y pusieron su vida en brazos de Jesús poco antes de fallecer? En Paiporta somos los que más muertos tenemos que lamentar, con al menos 70 víctimas.
Algunas personas con las que aún conviviremos durante un tiempo determinado por el Señor, ¿tendrán en algún momento un oído interesado al mensaje de la redención de Jesús a través de nuestro testimonio y dirán con gratitud un claro «sí» a sus buenas noticias?
Estoy seguro de que las cosas ya se han movido y seguirán moviéndose en el Cielo al respecto de esto. Todo a Su tiempo, como dice el libro de Eclesiastés capítulo 3. Dios, en Su soberanía, podría haber evitado esta catástrofe, pero permitió que sucediera. De los propósitos específicos no entenderemos el alcance hasta que nosotros también estemos en el Cielo.
¡Sólo a Él sea toda la gloria!
Arnold F., vecino en Paiporta afectado por la DANA.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Actualidad - Cielos