Historia de dos predicadores

Tim Keller y Harry Reeder han ministrado y han sido de ayuda a varias generaciones. Dios los ha llamado a su presencia. Oremos que Dios siga levantando nuevos predicadores como ellos.

23 DE MAYO DE 2023 · 13:00

Tim Keller (1950-2023) y Harry Reeder (1948-2023).,
Tim Keller (1950-2023) y Harry Reeder (1948-2023).

Era el mejor de los tiempos y era el peor de los tiempos; la edad de la sabiduría y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación.

Charles Dickens

 

Charles Dickens comienza con esa frase su libro Historia de dos ciudades, obra que refleja en parte el contraste entre Londres y París. En el presente artículo quiero utilizar la misma analogía, en este caso no será Londres y París, sino más bien Alabama y Nueva York.

Este mes de mayo ha sido de gran tristeza para la comunidad evangélica en general y la presbiteriana en particular. Con dos días de diferencia, los predicadores Harry Reeder y Tim Keller partieron a la presencia del Señor.

Ambos predicadores tienen cosas en común: ambos fueron predicadores en iglesias presbiterianas, ambos influyeron en los Estados Unidos. Tim Keller en Nueva York y Harry Reeder en Alabama. Ambos fueron autores de libros. Ambos predicaron el mismo mensaje durante todos sus años de ministerio: la salvación en Jesús y la vida nueva que nos ha ofrecido.

También podemos ver contrastes entre ambos predicadores. Uno predicaba en el sur de Estados Unidos, otro en el norte. Uno tuvo que enfrentar el resultado de años de segregación racial que sufrió el sur de Estados Unidos durante décadas, otro tuvo que saber lidiar con la cultura postmoderna de Nueva York. Quizás el contraste más marcado es la influencia de ambos. Tim Keller es un hombre muy conocido no solo por la iglesia en donde predicaba, sino también por ser un autor prolífico. Los libros de Keller han sido traducidos en castellano y otros idiomas. En cambio, Harry Reeder no es muy conocido fuera de la esfera de la iglesia presbiteriana de Estados Unidos, solo uno de sus libros ha sido traducido al castellano.

A pesar de las diferencias, ambos tuvieron un impacto en sus respectivos ministerios. Quisiera empezar mencionando algunos elementos del ministerio de Harry Reeder antes de mencionar el ministerio de Tim Keller.

Escuché por primera vez acerca de Harry Reeder en mis años de seminario en Misisipi. Leí su libro sobre revitalización de la iglesia, From Embers to a Flame: How God can Revitalize your Church. Dos de las citas más conocidas de su libro son las siguientes:

La predicación sistemática de la Palabra es imposible sin el estudio sistemático de la misma. No es suficiente hojear algunos versículos en la lectura diaria de la Biblia, ni estudiar un solo pasaje cuando tengamos que estudiar de él. No. Debemos empaparnos diariamente en las Escrituras. No debemos limitarnos a estudiar, como a través de un microscopio, las minucias lingüísticas de unos pocos versículos, sino tomar nuestro telescopio para visualizar las amplias extensiones de la Palabra de Dios, asimilando su gran tema de la soberanía divina en la redención de la humanidad.

La Palabra de Dios tiene la capacidad de “conectar” con cualquier persona en cualquier lugar porque está escrita por Aquel que nos creó a todos y nos conoce mejor que nosotros a nosotros mismos.

Harry Reeder era nativo de Carolina del Norte, tenía un marcado acento sureño americano. Se preocupó por la reconciliación racial en los estados del sur de Estados Unidos, haciendo hincapié que la reconciliación se podía dar predicando el evangelio eterno de Cristo, lo cual puede cambiar y transformar vidas.

Una de las cosas que también me impactaron era el curso de liderazgo que Harry Reeder impartió durante muchos años. El curso versaba sobre la forma de liderazgo de dos oficiales en la guerra civil americana. Por un lado, el general sureño Thomas Jackson, héroe de la batalla de Chancellorsville. Por el lado del ejército del norte, el coronel Joshua Chamberlain, héroe de la batalla de Gettysburg. Ambos habían sido fervientes calvinistas. Jackson fue anciano en su iglesia, mientras que Chamberlain estudió en un seminario y fue profesor en la Universidad de Bowdoin en el estado americano de Maine. 

Harry Reeder tenía una memoria privilegiada. Una vez que se aprendía tu nombre, ya no lo olvidaba. Se sabía los nombres de las batallas de la guerra civil de Estados Unidos, los movimientos de las tropas, así como los nombres de los oficiales. Mencionaba el despertar espiritual que vino después de la guerra, así como el proceso de reconciliación. Proceso que quería imitar en su propia comunidad como predicador y pastor de una iglesia.

Tim Keller, en contraste con Harry Reeder, nació en el estado de Pensilvania. Estudió y ministró principalmente en el norte de Estados Unidos. 

La primera vez que escuché de Tim Keller fue en mis años de seminario. Recuerdo todavía un sermón que me impactó,Praying your Tears. El estilo de Keller era diferente. Por primera vez veía a alguien que había realizado una exégesis, no solo bíblica, sino también cultural. Una influencia de Keller fue Edmund Clowney, profesor de predicación en el Seminario de Westminster en Filadelfia, Pensilvania.

Recomiendo ampliamente la serie, que solo se encuentra en inglés, Preaching Christ in a Postmodern World. Se puede encontrar en este enlace.

Esta serie la escuché en mis años en Mississippi y me marcó profundamente. Fue un privilegio poder tener no solo grandes maestros en el seminario, sino también deberes en las diferentes asignaturas en donde veíamos el contraste entre predicadores como Keller y Reeder.

Tanto Keller como Redeer predicaban exactamente lo mismo. La diferencia era la audiencia de ambos. Así como tenemos que hacer exégesis del texto que se va a predicar, tenemos que hacer una exégesis de la congregación que recibirá nuestro mensaje. Ambos predicadores me marcaron profundamente, estudié en el sur de Estados Unidos y ahora ministro en una ciudad grande. 

Creo que es difícil escribir las diversas citas que me han marcado de Tim Keller, debido a que escribió muchos libros y escuché muchas predicaciones, las cuales pueden escucharse en diversos medios. Me gustaría parafrasear algo que Keller mencionó cuando ya estaba llegando a lo que se suele considerar como la vejez:

Si vivimos hasta la vejez podemos sentir que nuestro cuerpo se desvanece, sin embargo, si estamos creciendo en la gracia de Dios, nuestras almas se están volviendo más fuertes y hermosas. En la muerte se ve un cambio curioso: nuestros cuerpos se desintegran y pasamos a la gloria. En esto podemos encontrar consuelo. Todos deseamos llegar a un lugar llamado hogar. Jesús nos espera en ese lugar.

Tim Keller y Harry Reeder han ministrado y han sido de ayuda a varias generaciones. Dios los ha llamado a su presencia. Oremos que Dios siga levantando nuevos predicadores como ellos, que puedan hacer una interpretación del texto y de la congregación, que Dios levante personas que sigan predicando el mensaje eterno que cambia vidas.

Quiero cerrar con el consuelo que podemos encontrar en la esperanza de la resurrección. Tanto Tim Keller como Harry Reeder eran pastores presbiterianos. En diversos funerales en los cuales ministraron terminaban sus sermones con las grandes verdades que se encuentran en la pregunta 37 del Catecismo Menor de Westminster.

¿Qué beneficios reciben de Cristo los creyentes al morir?

Al morir, las almas de los creyentes son hechas perfectas en santidad y pasan inmediatamente a la gloria; y sus cuerpos, estando aún unidos a Cristo, reposan en sus tumbas hasta la resurrección.1

Volveremos a ver a nuestros hermanos en la fe, también a nuestros maestros que nos han predicado el evangelio eterno.


 

Arturo Terrazas es doctor en lingüística, profesor de Antiguo Testamento y decano académico en la Facultad de Teología IBSTE en Castelldefels, y ministro ordenado por la Iglesia Evangélica Presbiteriana de España.

 

Notas

1 Los textos base la respuesta a la pregunta 37 del Catecismo Menor de Westminster son los siguientes: Lucas 23:42-43; Hebreos 12:22-23; Filipenses 1:23; 1 Tesalonicenses 4:14; Isaías 57:2; Job 19:25-26.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Actualidad - Historia de dos predicadores