1. Albania: la tierra de las águilas

El pequeño país europeo de Albania, a orillas del mar Mediterráneo, tiene una historia impresionante. Diferentes personas han vivido aquí en diferentes épocas: ilirios, griegos, romanos, bizantinos y otros.

Siendo en la antigüedad una parte integral del Imperio romano, Albania se convirtió en un reino independiente en el siglo XII, fue ocupada por los turcos otomanos durante casi 500 años, declaró su independencia en 1912 y se convirtió después de la Segunda Guerra Mundial en un Estado comunista.

Hoy Albania es un Estado democrático. La mayoría de los 2,8 millones de albaneses profesan vagamente el islam (59%), el cristianismo (17%), el ateísmo (15%) o permanecen indecisos.

Después de la revolución de 1991 y la caída del comunismo, muchos misioneros evangélicos llegaron a Albania. Hoy más de 20.000 albaneses confiesan el evangelio y pertenecen a una u otra denominación evangélica.

Todos ellos se unen bajo la Alianza Evangélica de Albania (VUSH, por sus siglas en albanés). Según su secretario general, Ergest Biti, la Alianza está reconocida oficialmente por el gobierno como “religión protestante”.

La unidad ha dado a los evangélicos un reconocimiento oficial en la sociedad y mucha libertad para hacer misión y evangelismo.

Los albaneses a menudo se refieren a su país como la “tierra de las águilas”. Seguramente los evangélicos se han desarrollado como jóvenes águilas, llevando el evangelio a todos los rincones de la sociedad.

2. Escuelas cristianas: esperanza para la nación

En los siglos XVIII y XIX Albania era conocida por su Renacimiento albanés. Los albaneses eran conocidos por su fuerza intelectual y espiritual y los otomanos los empleaban ampliamente en puestos de alto rango en todo el imperio. Algunos albaneses sueñan con que un tiempo similar vuelve al pequeño país.

Una pequeña escuela cristiana de secundaria en la ciudad de Lezha, fundada por una pareja evangélica local, Klementina y Dini Shahini, alimenta tales esperanzas.

Klementina afirma:

“Somos la única escuela cristiana en Albania para nacionales y la primera que obtuvo una licencia para la educación cristiana. He dedicado toda mi vida a la educación en dos países: Albania y Estados Unidos. Cuando me gradué de la Universidad Regent, en Virginia Beach, con una maestría en Liderazgo Educativo, Dios me dio la visión de comenzar una escuela cristiana en nuestra patria, Albania.

Así que, después de 12 años enseñando en Virginia en una de las escuelas de secundaria de Portsmouth, regresamos a nuestro país como misioneros para servir a Dios y usar la escuela como una herramienta para llegar a la gente. En diez años hemos visto cambio y transformación en la vida de las personas. Hemos visto la ira reemplazada por la paz, la venganza por el perdón, el odio por el amor. Hemos visto a personas entregando su vida a Dios y sirviéndole. Experimentamos la fidelidad, los milagros y las bendiciones de Dios en cada momento”.

La escuela comenzó hace 10 años con 7 niños y cuenta hoy con 180 alumnos matriculados. Muchos líderes influyentes de la ciudad envían a sus hijos a esta escuela, que ofrece educación en inglés y albanés y emite un diploma de escuela secundaria estatal albanesa, así como un diploma de escuela secundaria estadounidense.

Los graduados de la escuela continúan sus estudios en Europa y América del Norte. El alto nivel de educación es conocido en el país. “Experimentamos milagro tras milagro en nuestra escuela”, dice Dini Shahini.

Las iglesias evangélicas pequeñas, que a menudo luchan por sobrevivir a nivel económico, nunca podrían llevar la carga financiera de un proyecto así por sí solas. “Nuestra ayuda ha venido de cristianos en América del Norte y Europa”, dice Shahini.

“Otro problema son los maestros. La joven iglesia evangélica albanesa aún no tiene suficientes maestros bien educados. Ahora empleamos incluso a un maestro de Ucrania. Se necesita apoyo urgente”, subraya.

La escuela cristiana de secundaria en Lezha establece un estándar de educación de alta calidad en el país. Esto, a su vez, abre puertas inesperadas para el evangelismo. El pastor Shahini explica:

“Hemos invitado a nuestra escuela a niños pobres de origen gitano. Vienen de familias que nunca han tenido el privilegio de asistir a ninguna escuela y, por supuesto, ninguno de ellos puede pagar la matrícula. Nuestra fundación escolar recauda apoyos para ellos e incluso organiza comidas para sus familias. Es genial ver cómo niños de familias acomodadas traen ayuda a la escuela y nosotros la repartimos entre los gitanos necesitados.

Y ahora algunos de los padres gitanos han comenzado a asistir a clases de alfabetización en nuestra iglesia y a visitar nuestros cultos. Es la escuela la que abre puertas para la evangelización a personas de nuestra sociedad que nunca han sido tocadas por el evangelio”, añade.

La historia de la escuela en Lezha es bien conocida en Albania. Muchos pastores sueñan con seguir el mismo camino. “Nuestras iglesias están listas para convertirse en relevantes para la sociedad”, dice el secretario general de la Alianza Evangélica de Albania, Ergest Biti.

“Pero la situación económica de Albania no nos permite avanzar. Si nuestros hermanos y hermanas en el rico occidente nos ayudaran, y si incluso nos enviaran más misioneros como maestros, podríamos crear toda una red de escuelas cristianas en todo el país”.

Biti informa sobre su propia iglesia nazarena en Tirana, que ya sirve a la comunidad con un jardín de infancia y le encantaría convertir este trabajo en una escuela completa. “Nuestro gobierno está muy a favor de nosotros, los evangélicos, así como de los demás grupos religiosos. Expandir nuestra misión educativa encontraría apoyo oficial”, asegura.

Esta es una sorprendente excepción en la región. ¿No deberían los evangélicos de todo el mundo ver esto como una puerta abierta para llevar el evangelio a más albanos?

3. Escuelas evangélicas en el mundo: ¿un socio potencial para la VUSH?

Hay miles de escuelas cristianas en todo el mundo. Muchas de ellas son miembro de la Asociación de Escuelas Cristianas Internacionales (ACSI, por sus siglas en inglés), con sede en Colorado Springs (Estados Unidos).

ACSI declara abiertamente que el objetivo de la asociación es avanzar y hacer que la educación cristiana esté disponible en todo el mundo para que dichas escuelas “contribuyan al bien público a través de una enseñanza y un aprendizaje efectivos y que sean bíblicamente sólidos, académicamente rigurosos, socialmente comprometidos y culturalmente relevantes. …” [1]

Esto y nada menos es con lo que sueñan los cristianos albaneses. ¿No sería más fácil si cada escuela evangélica adoptara un proyecto escolar en Albania y enviara un maestro como misionero? La escuela de Lezha ya establece un modelo para esto.

La escuela August-Hermann-Franke, en Detmold (Alemania), se asocia con Lezha exactamente de esa manera. Y sin esa asociación, muchas cosas no funcionarían en absoluto en Lezha.

Una fuerte cooperación entre educadores cristianos en países desarrollados y Albania permitiría incluso soñar más allá de un proyecto escolar local, expandiéndose a una universidad pedagógica, que aseguraría el personal docente nativo para los años venideros.

¿Suena esto imposible? Seguramente no. Ha sucedido en muchas partes del mundo, en África, Asia y América Latina.

Albania, la tierra de las águilas, podría convertirse en otra historia de éxito de la misión cristiana utilizando las escuelas como su herramienta más eficaz para transformar la sociedad y construir una iglesia lo suficientemente fuerte como para sostenerse a sí misma y trabajar para el reino de Dios.

Notas

[1] Asociación Internacional de Escuelas Cristianas [ACSI, por sus siglas en inglés].